Terminó el 2018 y, para quienes observamos el mundo del vino, parece haber sido un año más bien planchado en materia de innovaciones. Sin grandes lanzamientos ni movimientos estilísticos importantes, la gran góndola parece haber estado subyugada a un año en el que las ventas fueron flacas y los precios se movieron por detrás de la inflación, amén de que el consumo de vinos llegó a su mínimo histórico con 19,5 litros per cápita.
Sin embargo, también para un observador del mundo del vino, el 2018 fue un año en el que los desplazamientos, tendencias e innovaciones se movieron bajo la superficie del mercado, a pequeña escala y lejos de las luces de las góndolas. Así, a la hora de definir algunas tendencias de vino en 2019 hay que buscar en los nichos que se formaron en 2018. Y eso es lo que te cuenta Vinómanos a continuación:
Criollas, a paso lento pero firme. Desde que las uvas Criollas se vistieron de gala para conquistar los paladares locales, varias bodegas apostaron a su brillo como diferencial. Pero lo que amagaba en convertirse en una oleada de etiquetas derivó en fenómeno de culto, salieron unas pocas pero muy buenas a la cancha que bien vale la pena probar: Criolla Argentina 2017 ($300) de Lucas Niven, El Señor X Rosado 2018 ($350) del clan Michelini, Cadus Signature Series Criolla 2017 ($630) de Santi Mayorga, La Marchigiana 2017 de Catena Zapata ($550).
White Blends en el centro de escena. La vitivinicultura local prometía poner foco a los blancos, algo que en 2018 finalmente cumplió de la mano de los White blend. Como si fuera poco esta nueva categoría aggiornó a los cortes con novedosos vinos: Famiglia Bianchi White Blend 2018 ($350), Manos Negras Blend de Blancas 2017 ($380), Alma Gemela White Field Blend 2017 ($580), Luigi Bosca Blend de Blancas 2017 ($530) y Proyecto Hermanas White Blend 2017 ($960). Seguirá fuerte como una de las tendencias de vino en 2019.
Nuevo NOA para enamorarse. Este año fuimos testigos de la reinvención de los vinos calchaquíes de la mano de autores que corrieron riesgos abonando frescura y tensión en lugar de a la clásica sobremadurez y concentración. De este modo, el valle propone un futuro de elegancia para los vinos de altura. ¿Cuáles probar? SUNAL Ilógico 2016 ($435), del winemaker Agustín Lanus; los vinos de autor y homónimos del enólogo Alejandro Pepa 2013 ($1150); L’amitie Blend Tinto 2016 ($650) del enólogo Paco Puga; y el extremo Valle de Arriba El Pucareño 2017 ($1500), del enólogo Raúl Dávalos, o Amar y Vivir 2016 ($880), debut enológico de Matías Etchart.
Cabernet Franc, suma. La nueva estrella de la vitivinicultura argentina no sólo suma nuevas referencias al mercado sino que este año consiguió los primeros 100 puntos Parker para el país con El Gran Enemigo Cabernet Franc Gualtallary 2013. Los nuevos en la góndola que amerita probar, sin embargo, son Tomero 2016 ($300), Terrazas de los Andes Reserva 2016 ($350), BenMarco 2017 ($450), Desquiciado Salvaje 2016 ($780) y De Moño Rojo Súper 2017 ($580). Seguirá marcando tendencias de vino en 2019.
Nuevo terruños. Este año que se va marcó un hito: bodegas de Chubut, Córdoba y Jujuy desembarcaron en el mercado de consumo. Algunas botellas de estos orígenes, algo esquivos, se consiguen hoy con facilidad en las vinotecas de Buenos Aires al menos. Así, los nuevos rincones del vino argentino comienzan a tener algún grado de predicamento en el mercado, en línea con la tendencia de largo plazo hacia el desarrollo de zonas nuevas. Si para muestra basta un botón, también se inició una plantación en Bahía Bustamante, a 50 metros del mar, en Chubut. Algún vino que valga la pena probar, claro: de Trevelin, Casa Yagüe Chardonnay 2017 ($450); de Córdoba si hablamos de Colonia Caroya basta buscar Navira Malbec 2016 ($300) o Clos de la Roca Brava Sauvignon Blanc
2015 ($300) de Traslasierra; y de Jujuy, Amanecer Andino Malbec 2017 ($350).
El nuevo color de los rosados. Así como sucedió con los blancos, los rosados también fueron protagonistas del 2018. En este caso la nota la dieron los novedosos vinos color Provence y de expresión etérea y refrescante, como: Andeluna Rosé de Malbec 2018 ($315), Trumpeter Reserve Rosé de Malbec 2018 ($330), Lagarde Organic Rosé 2018 ($399) o bien las propuestas deluxe como Saint Felicien Rosé 2018 ($605) o Rosadía 2017 ($750) del enólogo Roberto de la Motta.
Vinos naturales. La evolución hacia vinos de mínima intervención creció este año como nunca antes, aunque sigue siendo un nicho. Mientras que hasta hace un años no eran más de cinco los productores que apostaban a los vinos sin adición de sulfitos, hoy la oferta se duplicó con Krontiras Malbec Natural 2017 ($700), Chakana Sobrenatural Tannat 2018 ($300) y dos nuevas etiquetas de Ernesto Catena, Stella Crinita Cabernet Franc y un Petit Verdot, ambos 2017 ($350).
Exotic Wines. Siempre hay enólogos dispuestos a ir un poco más allá del resto y para eso uno de los caminos es rescatar plantaciones olvidadas o buscar los varietales menos comunes. Casos interesantes como Livvera Bequignol 2018 ($460) del enólogo Germán Masera, Riccitelli Old Vines Patagonia Bastardo 2018, en rigor un Trousseau, Alfredo Roca Parcelas Originales Glera 2018 ($330), Las Perdices Riesling 2017 ($485) y Alma Gemela Rosado de Mourvedre 2018 ($580) de la sommelier Mariana Onofri. Otra corriente que sumó adeptos entre los vinos curioso fue la de los naranjos, blancos elaborados como tintos, entre lo que destacamos el 2Km Chardonnay 2016 ($290) de Finca Beth, el Pielihueso Naranjo de Torrontés 2018 ($600) y el más reciente Chakana Torrontés Maceración Prolongada 2018 ($400). Lo exótico seguirá siendo una entre las tendencias de vino en 2019.
Vinos de sed. Esta categoría apunta principalmente a vinos tintos de trago fácil que sin muchas ínfulas refrescan y gustan. Vinos delicados en cuya simpleza esconde sofisticación, por ejemplo, Cara Sucia Cereza 2018 ($300) de los hermanos Durigutti, Chakana Bonarda Frizante ($250), Tinto del Mono 2018 ($320) de Matías Michelini, TINTO 2017 ($400) de Alto las Hormigas y los claretes como Ménage de Ver Sacrum 2018 ($350) y “NN” Malbec Clarete 2018 ($300) de Maal Wines.
Fuente: www.vinomanos.com