La cena de Borja en San Honorato

El sábado por la noche asistimos a la cena degustación que el chef Borja Blázquez ofreció en San Honorato, acompañado de vinos espumoso de bodega Chandon.

Como siempre el restaurante de barrio General Paz lució impecable y con un servicio ejemplar, repleto de amigos de la casa y seguidores del reconocido chef español, que al terminar la velada se acercó, saludó y explicó cada paso de su menú.

A minutos de tomar asiento, ya estábamos con el appetizer de Borja, una tapa de brandada de bacalao con polvo de aceitunas negras secas, acompañado de Chandon Extra Brut. Una delicia mediterránea que fusionaba el pescado con aceite de oliva y perfume de ajo, junto con las burbujas.

El segundo paso, como entrada, fue un “estirado” de palta con salmón marinado y verduritas, con un muy buen Chandon Brut Nature.

Se trató de una suerte de cebiche de salmón, con la carne cruda del pescado desnaturalizada con jugo de limón, y condimentada con aceite de oliva, ají, brotes, jengibre y cilantro, generando un conjunto precioso junto con gajos palta que sirvieron como base. Los gajitos estuvieron “estirados” a mano, como explicó Borja, para lograr una textura más que suave y dulce como contrapunto de la acidez.

El tecer paso ya fue más contundente: lomo curado y asado con escalibada y papines con hierbas mediterráneas, con Chandon Rosé.

El lomo, según explicó Borja, luego de ser desgrasado por completo fue marinado 20 minutos con sal, azúcar, frotado con ajo y salpicado con hierbas mediterráneas. Luego se limpió y se cocinó en un punto extraordinario. Se acompañó con las verduritas asadas (la escalibada era de pimientos, cebollas, tomates y berenjenas) y papines andinos perfumados con romero. Muchísimo sabor, como en los demás pasos de esta noche encantadora.

Por último llego el postre: manzanas caramelizadas, cortadas en cubitos, aromatizadas con vainilla, con una bochita de queso cremoso y una granita de manzanas verdes que le dio el toque de frescura y acidez que necesitaba el conjunto. Se acompañó con Chandon Delicé, la última apuesta de Chandon al mercado joven, un espumoso dulce que se recomendó acompañar con hielo, cascaritas de pomelo rosado, pepino o albahaca, generando un nuevo concepto en el consumo de esta tradicional bebida.

Fue una gran cena en un restaurante, con un Borja encendido y un equipo de cocina que trabajó a la perfección para que todos los pasos resulten fantásticos. Queda recomendado para la próxima.

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