Bueno, ¡no sólo es para los chicos! ¿Quién puede resistirse a un suave y delicioso queso muzzarella derretido entre cuatro capas de pan rallado frito? ¡¡Nadie!! Por eso es una buena idea para picadas o para acompañar tus comidas. O si seguís esta receta, podés convertirla en tu cena o almuerzo, acompañados de una rica y fresca ensalada.
Ingredientes para 8 bastones
250 gr de muzzarella Manfrey cortada en bastones
½ taza de harina común
2 huevos
1 taza de pan rallado
Para la salsa:
1 diente de ajo
½ cebolla
1 pimiento rojo (mediano)
½ taza de vino blanco
1 cda de fécula de maíz
1 cda de extracto de tomate
2 cdas de aceite de oliva
Sal, a gusto
Paso a paso
Cortá el queso en 8 bastones, pasalos por harina y metelos 15 minutos en el freezer. Precalentá el horno a 200°C. Colocá en recipientes separados el huevo previamente batido, el pan rallado y la harina. Tomá una barra de queso a la vez y pasalas primero por la harina, luego por el huevo, repetir el procedimiento y por último cubrir con el pan rallado. Poné todas las muzzarellitas en una bandeja para hornear y llevalas al horno de 10 a 15 minutos, hasta que doren. Para la salsa, cortá el ajo, la cebolla y el morrón en cubos. Freílos en 2 cucharadas de aceite y sal a gusto, hasta que se caramelicen. Añadí el vino, el extracto de tomate y dejá cocinar hasta que se evapore el alcohol (cuando la preparación no huela más a vino). Disolvé una cucharada de fécula de maíz en medio vaso de agua e incorporá a la sartén removiendo de forma continua. Cociná a fuego medio de 10 a 15 minutos o hasta que se forme la consistencia deseada.