Nuevos vinos para recibir la primavera

(*) Por Roberto Colmenarejo

 

¡Llegó la primavera! Si el clima no nos juega una mala pasada, llegó el tiempo de los días soleados, los atardeceres coloridos y las noches tibias para compartir con amigos. Esta estación del año es bastante movida para la industria vitivinícola pues salen a la venta todos los vinos noveles del año -aquellos que no han tenido añejamiento, pensados para disfrutarse en su juventud-, así como también las cosechas anteriores de los vinos que han realizado crianza en barricas y ahora están listos para su consumo. ¡Sin dudas, un gran momento para sorprenderse y descubrir productos originales!

Si andan buscando nuevos vinos para recibir la primavera, aquí tienen siete sugerencias:

Uva Negra Sauvignon Blanc 2016 ($120): Primicia en las góndolas locales, esta joven bodega maipucina sorprende por sus productos de excelente relación precio-calidad. Este blanco es uno de sus mejores exponentes, muy fresco y de gran tipicidad varietal. Propone una nariz diáfana de perfil herbáceo y cítrico (pomelo rosado) que da paso a una boca jugosa, etérea y veloz, con vibrante acidez y moderada permanencia. Un Sauvignon Blanc ideal para maridar sushi o unas rabas.

Anita de Dos Puertos Tocai Friulano S/A ($142): Este vino sanjuanino es un proyecto personal del periodista radial Rony Vargas, en homenaje a su amada abuela inmigrante. Se trata de un vino blanco semidulce, extremadamente sencillo y fácil de beber. Tiene aromas algo austeros, con reminiscencias de flores silvestres, té verde y anís. Al llevarlo a la boca muestra una silueta delgada y entrada dulzona, paso afrutado, correcta acidez y persistencia media. ¡Para servir bien frío en la copa del aperitivo!

Familia Bussetti Bonarda 2015 ($115): Una reciente bodega de la zona de Rivadavia (Este mendocino), que desembarca en Córdoba con vinos simples pero cumplidores. Un Bonarda sumamente interesante, que a pesar de provenir de una zona cálida entrega una frescura de boca muy agradable. Posee aromas limpios de frutas rojas en sazón y en mermeladas, más algunos trazos especiados (canela, clavo). Al probarlo es ligero y de paso fluido, repite sensaciones maduras, con ajustada acidez, taninos suaves y grata permanencia. Hay que agregar que su packaging es muy llamativo y “primaveral” -con una etiqueta llena de flores de colores-, así que no pasará inadvertido en las estanterías de la vinoteca. Buena compra para tener siempre algunas botellas en casa.

El Relator Tempranillo 2014 ($190): Una propuesta original, de la mano del periodista y RRPP mendocino Fernando “Flaco” Gabrielli junto al enólogo Pepe Reginato. Una línea de vinos inspirada en el mundo del turf, pasión que Gabrielli heredó de su abuelo y que se ve reflejada en las etiquetas (donde cada una de ellas representa la chaquetilla de un jockey). De todo su portfolio, a mi criterio se destaca este Tempranillo vigoroso y de gran potencial. Exhibe aromas de frutas rojas y negras maduras, más algunos dejos vegetales y terrosos. En la boca tiene entrada seca, cuerpo medio y paso franco, redunda en sensaciones frutadas, con balanceada acidez, taninos apenas rugosos y persistencia prolongada. ¡Para descorchar en un asado con amigos!

Finca Decero Cabernet Sauvignon 2013 ($278): Este producto no es nuevo, aunque vuelve a Córdoba luego de un breve período de ausencia. Un Cabernet Sauvignon de Agrelo (Luján de Cuyo), sabroso y con impecable definición varietal. Proviene de un viñedo único que se trabajó a bajos rendimientos (7000 kg/ha). Fue vinificado con maceraciones prolongadas -para mejor extracción de color y taninos- y posteriormente criado durante 14 meses en barricas de roble francés de primero, segundo y tercer uso. Seduce con una paleta aromática amplia y compleja, donde se alternan las frutas negras (cassis, moras), las especias (pimienta, clavo), los tonos balsámicos (regaliz, eucaliptus) y de crianza (tostado, cedro), además de un nítido fondo mineral. En la boca se muestra estructurado y lleno, continúan las sensaciones terrosas y levemente picantes, tiene acidez perfectamente calibrada, taninos firmes y dilatada permanencia. Un vino perfecto para ser bebido hoy mismo, pero que ganará matices con un tiempo más de estiba en botellas. El precio de venta es medianamente alto, pero su calidad justifica cada peso invertido. Gran vino para regalar o regalarse.

Pucará Malbec 2013 ($510): Un vino maravilloso, de pequeñísima producción pero enorme calidad, que refleja como pocos la bella rusticidad del terruño norteño. Proviene de una finca ubicada en el paraje Pucará, apartado caserío escondido entre las quebradas multicolores del Valle Calchaquí, a más de 2400 m.s.n.m. Un proyecto del matrimonio suizo de Beatrice y Stefan Moeckli, consagrado a la agricultura biológica-biodinámica.  Cuenta con el apoyo de Raul J. Dávalos Jr. (agrónomo) y Álvaro Dávalos (enólogo), dos grandes entendidos de la vitivinicultura de altura. Este vino corresponde ya a la tercera cosecha del proyecto; está elaborado a la manera tradicional, fermentado con levaduras indígenas y criado en botellas durante 18 meses antes de salir a la venta (prescindiendo absolutamente del uso de roble). El resultado es un vino poderoso y con bríos, de perfil maduro pero con notable armonía. Ofrece una nariz prístina de frutas pasas (higos, ciruelas), mermeladas, especias (pimentón) y marcados dejos terrosos. En la boca es intenso y pleno; de entrada impetuosa pero andar fluido, con reminiscencias especiadas, alcohol algo elevado (15,5 %), balanceada acidez, taninos aún apretados y larguísima persistencia. No es un producto fácil de conseguir pero -a mi entender- representa una interesante compra, tanto para disfrutar ahora como para guardar sin inconvenientes un par de años más. ¡Salta no deja de regalarnos vinos increíbles!

Mairena Bonarda Rosé Espumoso Brut Nature ($360): Familia Blanco Wines es un pequeño proyecto productivo familiar mendocino, que elabora vinos de impecable factura y estilo internacional. Ya he recomendado en otras reseñas sus encantadores tintos de Bonarda; pero ahora “suben la apuesta” y nos sorprenden aún más con un espumoso rosado producido con esa misma variedad (y usando el método champenoise de doble fermentación en botellas). Un vino de color rosa pálido y burbujas chispeantes, que enamora ya desde su fase visual. Continua en una nariz fragante, con evocaciones de frutas rojas acidas -frambuesas-, hierbas y levadura fresca. Concluye en una boca liviana y vivaz, de sabor agradablemente seco, con burbujas moderadas, vibrante acidez y grato post-gusto. ¡Para acompañar todos los brindis de la primavera!

 

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(*) Sommelier y docente – [email protected]

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