Los 7 Torrontés que tenés que probar

(*) Por Roberto Colmenarejo.

Sin dudas, la zona noroeste de nuestro país es el terruño donde la uva torrontés se expresa en su máximo esplendor, dando vinos exquisitamente fragantes.

La zona central del Valle de Famatina -en La Rioja- y la inmensa regió de los Valles Calchaquíes -compartidos entre las provincias de Salta, Catamarca, Tucumán y Jujuy-, con su clima benigno, sus cielos diáfanos y sus largos días soleados, dan origen a los mejores vinos de nuestra variedad blanca de bandera.

Los vinos elaborados con Torrontés son habitualmente de gran potencia aromática (uvas frescas, cácaras de cítricos, rosas, flores blancas, orégano), así que no suelen pasar desapercibidos. Como buen argentino que es este cepaje, o se lo ama o se lo odia, es muy difícil que nos deje indiferentes.   

Si se le animan a esta uva tan atrevida y personal, aquí les sugiero algunos de los mejores ejemplares vernáculos para entender de qué va nuestra cepa blanca insignia. Luego de degustar estos grandes productos, estoy convencido de que se convertirán en verdaderos amantes y embajadores de nuestra uva emblemática:  

1. Etchart Privado ($14): Un verdadero clásico de los clásicos, salteño incólume desde 1963. Un torrontés cachafaz, rústico pero rico. La nariz es como una explosión de flores y uvas frescas; la boca es fresca, ligeramente abocada y con un amargor final que pide otro trago. ¡Una ganga por pocos pesos!

2. Santa Florentina 2010 ($17): Que decir de este vino blanco, pasión de multitudes (incluidos mis padres, que lo compran de a cajas). Un torrontés riojano sin vueltas, con los aromas que uno espera y el sabor clásico de nuestra cepa insignia. Por el precio no tiene competencia; bien fresco en una tórrida tarde de verano, tampoco.

3. Callia Reseva 2010 ($29): Una novedad de San Juan que revolucionó el mercado. Un exuberante torrontés cultivado en esa provincia, fresco y muy agradable de tomar. Una nariz intensa de cáscara de naranjas y flores blancas que da paso a una boca llena y frutada. Muy rico y refrescante, en un segmento de precios realmente accesible.  

4. José Luis Mounier 2010 ($38): Un Torrontés salteño elaborado por un gran enólogo mendocino que es -a pesar de lo jocoso que pueda parecer- quién más sabe de este cepaje en nuestro país. Un blanco fragante, con notas entre florales y cítricas que jamás defrauda. Mire si estará orgulloso el hacedor de este vino, que le pone ¡su propio nombre y apellido!

5. Colomé 2010 ($45): Un Torrontés for export (que, afortunadamente, también podemos disfrutar aquí en el país). Tiene una nariz muy fina y elegante, sin las estridencias habituales del cepaje. En boca va sobrado de sabor y equilibrio, con una acidez refrescante y un mínimo amargor final que incita a seguir bebiendo. Me parece que bien vale cada pesito argentino que cuesta.

6. Domingo Molina 2010 ($75): Este blanco de la bodega Domingo Hnos. no se anda con chiquitas. La tipicidad y potencia aromática no dejan dudas del varietal que se ha elegido; la boca es bien de Torrontés, sabrosa, corpulenta y de amargor final marcado pero agradable. Un vino salteño y brioso como pocos. El precio de venta es elevado, pero alguna vez hay que probarlo.

7. Gran Linaje Torrontés 2010 ($75): El blanco icónico de la centenaria bodega salteña Etchart, lanzado en el año 2008 para dar a conocer esta cepa alrededor del mundo. Un torrontés refinado y mundano, como para gustar a todo el mundo. Su carácter varietal no está en duda, aunque prima el garbo y la delicadeza (tanto en nariz como en boca). Está en un rango alto de precios, pero se puede hacer un esfuercito de vez en cuando, ¿no?

(*)Sommelier y docente – [email protected]

Podés conseguir estos vinos y servicios en Goulu y en Catar SRL.

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