Leyendas gastronómicas de Córdoba: Entrevista a Fabián Flachek de Los Cabritos

Los Cabritos es lo que se llama un verdadero emprendimiento familiar. Desde sus raíces, en 1976, cuando Roberto Flachek y su esposa Florentina decidieron abrir un bar ya que, Roberto se había dedicado toda la vida a ser mozo y a otras tareas dentro del rubro gastronómico.

Allí estaba Fabián, el pequeño hijo que tenía 12 años y ya empezaba a sumarse al negocio familiar para hacer sus primeros pasos en la gastronomía: «Largamos alquilando un localcito ahí en Monseñor Pablo Cabrera en el año 76: mi mamá en la cocina, mi viejo y yo en el salón. Yo trabajando de mozo, tenía 12 años por esa época», recuerda de esos comienzos.

«Ahí tuvimos dos años hasta después del Mundial del 78, era más bien tipo bar, que después le fuimos dando un giro de a poquito, transformándolo en un espacio más familiar, para almorzar y cenar, no tanto para pasar a tomar un trago y hacer una picada o comer pizzas», agrega.

Fue así que en el año 78 se mudaron a su propia casa para no pagar más alquiler, «y ya allá en la casa hubo un cambio en el aspecto de que no era tanta comida para llevar, o pizza, o picadas, sino era un ambiente mucho más familiar para ir a almorzar o a cenar», cuenta Fabián.

La mesa del restaurante.

El cabrito, la estrella (y las pastas también)

Es en ese momento donde aparecen los cabritos: «Mi viejo se dio cuenta que era un plato que atraía gente. Entonces, mucho tiempo lo tuvimos a precio-costo, como para atraer gente, hasta que se hiciera fuerte», recuerda Fabián .

Pero también, desde ese momento, comenzaron a ganar popularidad sus pastas caseras y según el propietario, sobresalen por su salsa: «Es como la que hacían antes las mamás en las casas: la salsa a base de pimiento, ajo, cebolla, puré de tomate, no esos típicos tucos que por ahí encontramos, que son un extracto de tomate que cuando comés eso te fusila».

En el año 89 es que se mudan al local en Raymundo Montenegro donde está actualmente Fabián con su legado familiar y, luego de casi 50 años de permanencia, han atravesado muchos contextos y es por eso que quisimos saber más de esa experiencia.

La estrella de la casa.

Durante estos años tuvieron que afrontar distintos desafíos ¿cuál fue el más complicado?

Nosotros tenemos muchos años, así que hemos pasado muchas. El inicio allá en el 76, con toda la incertidumbre de si íbamos a trabajar o no. El primer mes, si bien era muy chico, me acuerdo patente de que hubo algunos días en que no entraba nadie, eso asustaba. Y después, con el correr de los días, de los meses, el boca a boca fue haciendo que mucha gente viniera a almorzar, gente trabajadora ya que en la zona había muchos ladrilleros, ventas de autos, los comercios de la zona, por ahí la gente que tenía varios empleados se llegaban a almorzar. Y así de a poco fuimos elaborando nuestra clientela. Después hemos pasado las inflaciones, me acuerdo de una época en donde había que salir a comprar todos los días, en el día a día cambiaban los precios, había que modificar cartas, es horrible trabajar así. Pero lo más drástico fue la pandemia que nos llevó a nosotros prácticamente al borde de la quiebra. Tuvimos que cerrar dos años, tuve que indemnizar a empleados, trabajar ese tiempo solo en la cocina porque la demás gente no estaba, implementar delivery, cosas que nunca habíamos hecho, la pandemia fue terrible y ni ganas de acordarme tengo. Fue como empezar de nuevo en lo económico, en lo laboral, en cuanto al personal también.

¿Por qué creés que la gente los sigue eligiendo?

Fundamentalmente por la comida y el precio. Si bien es un clásico, es un restaurante muy simple, muy sencillo y muy rústico. No hay buen sonido y la iluminación no es la ideal y son detalles que yo los tengo presentes. Por ahí la gente busca lugares más bonitos y además la zona donde estamos está un poco escondida, pero la comida es buena, el precio es acorde y la gente que atiende es excelente, creo que ahí está un poquito el secreto en la comida, en el precio y la atención.

Este año, Los Cabritos recibió el premio «Leyendas gastronómicas de Córdoba» por haber ganado cuatro veces en la categoría «Mejor parrilla/restaurante de carnes» en los años 2012, 2013, 2015 y 2016. Acerca de eso, Fabián nos dice: «Es un hermoso mimo que hemos recibido y que nos enorgullece y nos pone contentos».

Contacto

Los Cabritos está en Raymundo Montenegro 2764, Las Margaritas. Teléfonos: (0351) 476-3277 – 155-223772 – (0351) 155-320540.

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