Son sólo cinco los restaurantes argentinos que han sido incluidos por la revista inglesa especializada The World of Fine Wine en su flamante World’s Best Wine Lists 2014, confeccionada por un jurado de expertos tras evaluar las cartas de vinos de más de 4000 establecimientos gastronómicos de todo el mundo. En la lista es posible hallar restaurantes de la talla de Noma (Dinamarca), Central (Perú), Per Se (Estados Unidos) o The Fat Duck (Inglaterra), que conviven con los créditos locales, todos porteños: El Baqueano, Elena, Oviedo, Pura Tierra y Unik.
Incluso uno de ellos, Oviedo, fue destacado con las tres estrellas que representan la máxima puntuación posible en la lista. «Una de las más grandes colecciones de vino tinto argentino de alta gama lidera la lista en Buenos Aires: la del restaurante Oviedo -puede leerse en The World Fine Wine al respecto del ya clásico restaurante de la esquina de Beruti y Ecuador-. Esta colección ofrece un detallado panorama de los principales productores de grandes vinos de este país, que incluye múltiples añadas de Achával Ferrer, Catena Zapata, Chacra, Cheval des Andes, Finca La Anita, Noemia, Mendel y Rutini, al igual que joyas de la vieja escuela como Cavas de Weinert 1986«.
Es que basta recorrer las dos cavas de Oviedo, que en total albergan unas 16.000 botellas, para tener un panorama de la evolución y el actual estado del arte de la vitivinicultura argentina, y no sólo a través de los vinos de superalta gama y de guarda que contienen, sino también a partir de los vinos de menor precio. «Posee una gran selección de botellas de vinos accesibles que muestran en todo su esplendor la diversidad varietal del país, que van desde un Colomé Torrontés hasta un Benegas Sangiovese», destaca la revista inglesa.
La división de los vinos en dos cavas se refleja incluso en las dos cartas de vinos de Oviedo: una exhibe las últimas añadas de las mejores etiquetas argentinas (junto con una selección de espumantes, bebidas blancas y tragos), mientras que la otra es el relato gráfico de casi tres décadas de guardar vinos argentinos y de otro países productores de grandes vinos.
En las altas paredes de la cava de guarda es posible hallar un Château d’Yquem 1990, un Château Margaux 1994 o un Château Mouton Rothschild 1993, que duermen el mismo sueño lento junto a un Felipe Rutini 1983, un Cobos Malbec 1999 o las añadas 1990 a 2007 del Catena Zapata Estiba Reservada.
Fuente: www.lanacion.com.ar