Jairala Oller, entre los mejores

El Jairala Oller Roble Cabernet Sauvignon 2009 fue destacado por Vinos & Bodegas como una de las «cinco etiquetas de calidad irreprochable» dentro de esta cepa tinta.

Así, el Cabernet Sauvignon de la bodega cordobesa Jairalla Oller figura en el top 5 de los vinos recomendados de esta variedad dentro de la nota «Vinos recomendados: cinco Cabernet Sauvignon de diferentes estilos y precios para disfrutar de esta variedad».

«Si bien todavía queda un largo camino por recorrer y mucho terroirs por descubrir e investigar, las bodegas argentinas están evolucionando y perfeccionando el difícil arte de hacer un buen Cabernet Sauvignon. En la actualidad, según los últimos datos del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), hay más de 17.700 hectáreas plantadas con esta cepa, poco menos del 20% del total de variedades tintas. De ese total, Mendoza representa el 75% de la superficie. Sin embargo, otras provincias -aún a baja escala- también vienen trabajando desde hace tiempo en la elaboración de la reina de las tintas, tales como Salta, Neuquén o incluso Córdoba», señala la publicación.

Para este top 5, Vinos & Bodegas seleccionó cinco Cabernet Sauvignon de muy diferentes estilos y regiones y aptos para todos los bolsillos, dado que los precios van de los $50 a los $120. Los elegidos fueron:

1. Sur de Los Andes Cabernet Sauvignon 2010 – Bodega Sur de Los Andes
2. Mantra Cabernet Sauvignon 2011 – Bodega Secreto Patagónico
3. Jairala Oller Roble Cabernet Sauvignon 2009 – Bodega Jairala Oller
4. Las Perdices Reserva Cabernet Sauvignon 2010 – Bodega Las Perdices –
5. Urraca Cabernet Sauvignon 2008 – Viñedos Urraca

Jairala Oller Roble Cabernet Sauvignon 2009
Esto es lo que dice la publicación acerca del vino de Jairalla Oller: «¿Alguna vez probaste un vino de Córdoba? ¿Y un Cabernet Sauvignon? La bodega Jairala Oller, una de las pioneras en imponer a esta provincia en el mapa vitivinícola, lo hizo posible con un vino equilibrado en nariz, que revela un pimiento verde muy suave, en dosis justas, acompañado por notas de ciruelas y un touch ahumado leve. En boca es sumamente amigable, de paso ágil. La acidez es agradable y los taninos dulces, sedosos y sin astringencia le terminan de dar redondez. Final de persistencia media. Listo para beber ahora. Esta etiqueta se consigue actualmente en algunos restaurantes, como Zoila, en las Cañitas, en vinotecas como el Misterio de Baco. Interesante para abrir entre amigos y sorprender a más de uno».

Para conocer más acerca de esta bodega cordobesa hacé clic acá.

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