(*) Por Roberto Colmenarejo
Aunque en los últimos meses venía hablando bastante sobre el Malbec (con la ya clásica nota de fin de año, más otra reciente sobre diversidad de estilos), el hecho que el pasado domingo 17 de abril se celebrase su “Día Mundial” ameritaba dedicarle una nueva nota.
Para los bebedores nacionales, el Malbec parecería tener pocos secretos. Sabemos que históricamente se ha dado muy bien en tierras mendocinas. Que si bien estuvo presente en el viñedo desde el siglo XIX, fue en las últimas décadas cuando comenzó a prestigiar los grandes tintos del noroeste. Y que además, poco a poco, comienza a mostrar algunos ejemplares destacados en la región patagónica…
Sin embargo, nuestra uva tinta emblemática siempre se guarda un as en la manga. Como descubrirán en el texto, sigue ofreciendo novedades y rarezas para sorprender aún a los paladares más inquietos y curiosos. Pasen y vean, que el Malbec siempre tiene algo original y diferente para regalarnos:
Calduch Gimeno Malbec Roble S/A ($110): ¡Un “tapado” absoluto! Uno de esos vinos poco conocidos que te sorprenden gratamente, pues ofrecen muchísimo más de lo que piden por su precio. Se trata de este sabroso Malbec de San Rafael, producido por la pequeña Bodega Serra. Propone una nariz intensa y variada; que exhibe en primer plano la impronta de la madera -vainilla, caramelo-, para luego dar paso a los aromas de frutas en sazón -cerezas, ciruelas- y especias dulces -canela-. Al probarlo tiene cuerpo medio y marcha fluida, repite sensaciones maduras, con acertada acidez, taninos algo compactos y moderada permanencia. Malbec de óptima relación precio-calidad.
Zorro y Arena Malbec 2013 ($200): Una primicia en las góndolas locales, que llega desde la pequeña localidad de Senillosa (Neuquén). Un Malbec juvenil y delicado, con marcado espíritu patagónico. Ofrece aromas limpios de frutitas rojas ácidas -cassis, rosa mosqueta, zarzamoras- más algunos trazos herbales. En la boca es liviano y vivaz, de entrada amable y paso franco, con agradable sabor frutal, fresca acidez, taninos mansos y persistencia media. La Patagonia también nos regala deliciosos Malbecs.
Viejo Vizcacha Malbec 2013 ($215): ¡Quienes gustan de los vinos briosos y rústicos disfrutarán mucho este tinto salteño! Un Malbec realmente “arrollador”, vinificado por la mano experimentada del joven enólogo Álvaro Dávalos, que muestra con orgullo su brava estirpe vallista. En el olfato deja entrever potentes aromas especiados, terrosos y empireumáticos -caucho, brea-. Continúa en una boca vehemente, de cuerpo musculoso y entrada severa; remarca su tacto recio, con grado alcohólico elevado, correcta acidez, taninos algo rugosos y permanencia prolongada. ¡El lado más rudo del Malbec!
Piedra Negra Excelencia Malbec 2011 ($242): La familia francesa Lurton fue pionera al plantar en la zona de Chacayes (Tunuyán) hace más de dos décadas, adelantándose a las grandes inversiones que llegarían algunos años después. De esas cuidadas fincas sale este Malbec profundo y elegante, que exhibe lo mejor que puede ofrecer nuestra cepa en el fresco clima del Valle de Uco. Un producto de altísima calidad, elaborado por el enólogo Thibault Lepoutre. Seduce con una nariz de perfecta tipicidad varietal, donde aparecen perfumes de flores de violetas, frutas rojas -ciruelas, moras-, algunos trazos balsámicos -eucaliptus- y una sutil mineralidad. Al probarlo es sabroso, de entrada seca y paso franco; redunda en sabores frutales, con vibrante acidez y taninos firmes que sostienen una dilatada persistencia. Gran Malbec para compartir con amigos.
Seclantás Adentro Malbec 2012 ($280): ¡Increíble tinto de los Valles Calchaquíes, bastante escaso y difícil de conseguir! Un Malbec que no reniega de su origen norteño, pero que ofrece un paladar más ligero y “amigable” que la mayoría de sus coterráneos. Posee aromas nítidos pero sutiles, que alternan entre las frutas desecadas -orejones de ciruela, uvas pasas-, las especias -clavo, pimentón- y algunas reminiscencias ahumadas. En boca es gustoso pero suave, de silueta delgada y paso veloz; atesora sabores terrosos y apenas picantes, balanceada acidez, taninos bruñidos y un largo post-gusto. Malbec de culto, que sin dudas vale la pena el esfuerzo de la búsqueda.
Antracita Vendimia Tardía Malbec 2010 ($330): Cerramos esta selección con un vino dulce realmente soberbio, elaborado por la bodega lujanina Belasco de Baquedano. Un Malbec de producción minúscula, obtenido con uvas sobre-maduradas de un viñedo centenario en Alto Agrelo, recogidas pacientemente durante las frías mañanas otoñales. Fue fermentado -y posteriormente criado durante 24 meses- en barricas nuevas de roble francés de Allier, lo que aporta un volumen, estructura y armonía realmente destacables. Un tinto dulce amplio, complejo y de nariz fragante, donde resaltan recuerdos de rosas secas, pasas de higo, café torrado, chocolate y vainilla. Al degustarlo es goloso, pleno y de paso untuoso -aunque muy fluido-; renueva sabores dulzones y maduros -que no empalagan gracias a su ajustada acidez y taninos presentes-, cerrando con un final de boca grato e indulgente. ¡Un Malbec hecho golosina, sólo para paladares adultos!
BONUS TRACK:
Castelli Grappa de Malbec ($360): Para mostrar la versatilidad de nuestra uva tinta de bandera, completamos esta lista con un novedoso producto de Finca Morera. Una noble grappa destilada con orujos de Malbec mendocino, de perfume diáfano y boca delicada. En la olfacción directa aparecen recuerdos nítidos de frutas rojas de carozo -guindas-, casi sin rastros del alcohol. En el paladar es extremadamente suave, con entrada de leve evocación dulce, paso veloz y textura sedosa. Remata con un largo y delicioso “after-taste” frutal. Exquisito aguardiente de Malbec para acompañar el café y la sobremesa.
Por todo esto, ¡hoy y siempre Malbec!
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(*) Sommelier y docente – [email protected]