(*) Por Roberto Colmenarejo
āLa cerveza es la prueba de que Dios quiere que seamos felicesā (BenjamĆn Franklin)
SegĆŗn descubrimientos arqueolĆ³gicos recientes, la humanidad disfruta de la cerveza desde hace mĆ”s de 6000 aƱos. Desde su origen rĆŗstico y campesino en Egipto y Mesopotamia hasta las modernas mega cervecerĆas industrializadas, millones de litros de este precioso lĆquido dorado han refrescado -e incluso alimentado- a los pueblos de todo el mundo.
La cerveza es una bebida compleja, pero que se elabora con ingredientes muy sencillos. Basta contar con un cereal (usualmente cebada, pero puede ser trigo, arroz, mijo, etc.), agua pura, lĆŗpulo (planta trepadora de climas frĆos, cuyas flores aportan aroma, sabor y amargor a producto final) y levaduras. A nivel industrial tambiĆ©n se utilizan āadjuntosā (otros productos fermentecibles), gas carbĆ³nico y conservantes; estos agregados bajan notablemente la calidad de la cerveza pero ayudan a una mejor conservaciĆ³n.
En lĆneas generales, los procesos de elaboraciĆ³n de esta bebida son siempre muy similares.Sin embargo, combinando de diferentes maneras los cuatro ingredientes bĆ”sicos se pueden obtener decenas de estilos de cervezas diferentes. AsĆ, por ejemplo, para una cerveza de color claro los cereales utilizados se secan con temperaturas bajas, mientras que para una cerveza de color oscuro los cereales se tuestan con una temperatura elevada, caramelizando sus azĆŗcares para brindar un color intenso y sabores golosos.
Para un bebedor ocasional es probable que la variedad de cervezas se agote en ārubiaā, ārojaā o ānegraā. Sin dudas que es una categorizaciĆ³n demasiado simplista, pues dentro de cada ācolorā hay enorme cantidad de variantes. AsĆ, dentro de las cervezas ārubiasā podemos hablar de las āpilsenā (livianas en alcohol, bien gasificadas y de amargor moderado), las āgolden aleā (doradas, de cuerpo medio y marcado sabor a cereales) e incluso las āhefeweizenā (hechas con trigo, bastante turbias, Ć”cidas y de gran refrescancia). Entre las cervezas ārojasā podemos sugerir las ākƶlschā (ligeras, afrutadas y levemente amargas, las āscottish red aleā (de cuerpo medio, apenas tostadas y dulzonas) e incluso las āIPAā (muy potentes, florales y de amargor intenso). Finalmente, entre las ānegrasā podemos mencionar las āstoutā (oscuras, cremosas y secas), las āporterā (frescas, de alcohol moderado y levemente acarameladas) e incluso las ābockā (espesas, torradas y bastante dulces).
Obviamente la lista anterior no es exhaustiva, pero pretende mostrar la multiplicidad de productos que existen para los amantes de esta milenaria bebida. Desafortunadamente, la industria local estĆ” concentrada en elaborar solamente el estilo āpilsenā, representando mĆ”s del 95% del mercado domĆ©stico. Quienes deseen investigar un poco mĆ”s en otras variedades deberĆ”n acercarse a las cervezas semi industriales (Otro Mundo, Antares, Berlina o PeĆ±Ć³n de Ćguila), las artesanales (Blaubier, Boj, El BĆŗho) o tambiĆ©n a las importadas, que afortunadamente estĆ”n entrando nuevamente al paĆs. Ā”Les aseguro que su paladar no dejarĆ” de sorprenderse con toda la diversidad disponible!
Si despuĆ©s de esta nota les pica el bichito de la curiosidad cervecera, tienen una cita obligada del 2 al 4 de diciembre en el festival CordoBier, la fiesta de la cerveza artesanal cordobesa. AllĆ” nos veremosā¦ Ā”Salud!
(*) Sommelier y docente ā [email protected]