Por Valentina Livolsi (*)
Cuestión de tradiciones:
Pasaron los Siete Días de Pizza 2023 y me dejaron pensando algunas cuestiones. De más está decir que disfrutar de una buena pizza solo es aún más rica, si es compartida. Esas benditas porciones que te llegan al corazón y calan profundo: la vera, la única, the one and only. Ese pan plano horneado con toppings clásicos y polémicos. La liturgia de pedirla, esperarla, abrir la caja y sí o sí una buena inspiración para mayor placer. Qué decirles, no hay como una buena pizza.
Peeeeero como no soy maestro pizzero ni cocinera ni mucho menos, me abocaré, desde mi humilde lugar, a recomendar cositas para acompañarlas de la mejor manera. Vino, vermucito, cerveza… opciones sobran y días durante el año, también.
Durante el concurso donde fui jurado del plato más consumido del mundo, nos acompañaron los equipos de Lunfa Vermú y Peñón del Águila Cervecería. De ahí surge esta idea de expandir opciones, pensar maridajes con estos estilos, buscar otras cosas.
Primero, prestar atención a los ingredientes que contiene. Segundo Francia -este chiste no pasará de moda hasta el próximo mundial, denme ese changüí- naa, segundo: ¿qué bebida vamos a elegir en consecuencia?
¡Benvenuto, Vermucito!
Pizza y vermucito. Lo bueno se mantiene en el tiempo, un clásico indiscutido. Imposible negarse a la cremosidad de una buena muzza, a la acidez perfecta de una salsa de tomates, a la intensidad de la albahaca: si a este plato tan tano y tan argento al mismo tiempo le sumamos la frescura herbácea y el amargo de un vermú, habrá esperanzas.
La cuestión es acompañar la pizza con alguna bebida que vaya “limpiando” el paladar, que se lleve lo graso. No os preocupeis, Vermú Lunfa cuenta con varias opciones para elegir el que más ti piacce:
- Lunfa Rosso (base de Torrontés salteño y un mix de 25 botánicos): Me fascina para pizzas donde el queso es el protagonista: de cabra, cuatro quesos, estilo Bagna Cauda. ¿Ajo? Siempre y mucho.
- Lunfa Rosado (base de un cofermentado de Pinot Noir y Sauvignon Blanc, más mix de 29 botánicos): El dueño de mi corazón para siempre. Recomiendo firmemente para pizzas agridulces, vegetales y de quesos más ligeros con salsa potente.
- Lunfa Bitter Rojo (a base de verbenas criollas tales como el cedrón y el té de burro): Si te pediste o hiciste una pizza con carnes/embutidos, a tu vermucito sumale el bitter y que se hagan agua los helados.
Si de cervecitas hablamos:
Para una Margarita o una vegetales asados, ideal una Pilsen o una Golden. Para una pizza de champis, la Porter es su chaperona clave. Para algo intermedio como una Cuatro Quesos, el estilo American Pale Ale un escandaloso 10. Si los toppings son más picantes e intensos, como el queso de cabra, pepperoni, salchichas o jamón: Lager, IPA, cervezas Dark y Brown Ale.
Pizza y cervecita. Un clásico como Boca-River. Belgrano-Talleres si sos cordobés. el YIN DE SU YANG. No creo exista alguien en estas tierras que no haya probado este dueto. Este amor sin igual trasciende generaciones. Es que la espuma tiene ese no se que, que ayuda a calmar la sed y acompaña con elegancia cada bocado. Burbujas y masa crocantita, lo amarguito para equilibrar ingredientes. Un win win.
Si de elegir cervecita para acompañar una vera pizza se trata, hablamos entonces de Peñón del Águila Cervecería. Para el concurso nos deleitaron con su Mexican Lager, una cerveza liviana de color dorado con origen en el territorio Azteca. Ttiene como ingrediente especial el maíz, un elemento tradicional de la zona que dota a esta cerveza de un cuerpo ligero y una sutil dulzura que equilibra muy pero muy bien con la textura de la masa y el queso fundido.
Con vinitos:
Las pizzas de sabores suaves van súper bien con vinos jóvenes, afrutados y ligeros. Si elegimos pizzas vegetales, sí o sí vinos blancos, algún que otro rosado y si se animan a alguna pizza agridulce como peras y queso azul, recomiendo un vinito del estilo. Por otro lado, las pizzas con sabores intensos y persistentes se llevan hermosamente con vinos de crianza, por ejemplo.
(*) Sommelier
