Cómo se corta un salame

La Argentina ostenta una rica tradición en la artesanía de chacinados, una herencia robustecida por la influencia italiana, que introdujo la práctica de elaborar estos productos como método para preservar la carne por períodos más prolongados.

Entre los epicentros de esta tradición se destaca Oncativo, en la provincia de Córdoba, reconocido con denominación de origen y anfitrión de la prestigiosa Fiesta del Salame.

Consejos maestros para pelar un salame

Cuando se trata de pelar un salame, la destreza se convierte en un arte. El proceso inicia cortando las dos puntas y realizando un corte superficial a lo largo del salame sobre la tripa. De esta manera, la tripa se retira gradualmente desde el corte sin que se rompa.

En el caso de salames más secos, se aconseja hidratar la tripa sumergiéndolo en agua un tiempo antes de llevar a cabo la tarea.

El arte de cortar un salame

El corte del salame requiere más que una simple acción: es una expresión de maestría. Se recomienda utilizar siempre una cuchilla afilada. El corte ideal es oblicuo, en diagonal, buscando obtener la lonja más extensa posible. ¿La razón? La estética desempeña un papel crucial en la presentación del producto y en el deleite visual de los comensales. Tanto la pieza como las rodajas más largas se destacan visualmente.

Es importantísimo subrayar que jamás se debe cortar en «rueditas», una práctica considerada un sacrilegio por los productores, quienes encuentran en ello una agravio a la auténtica tradición del salame.

Esta minuciosa atención a los detalles revela la pasión y el respeto que rodean a la elaboración y presentación de estos venerados manjares en la cultura gastronómica argentina.

Si te gustó esta data ¡compartila con tus amigos!

ÚLTIMAS NOTICIAS

Scroll al inicio