Alimentación saludable: una receta para hacer yogur en casa

Por Victoria Carando Vera (*)

Hoy les quiero convidar una receta y algunos tips para que vean que comer sano no es para nada difícil y que podemos resolver en casa nuestro mejor alimento posible.

En la edición pasada, los introducía sobre a qué llamamos “Alimentación saludable” (leé la nota acá) y les proponía volver a cocinar para ir de a poquito “desempaquetándonos” y ser más conscientes de lo que le damos a nuestro organismo para que funcione de manera plena y nos sintamos más vitales, aportando nutrientes de verdad.

Lo que les quiero enseñar hoy es algo muy sencillo y que podría resolver los desayunos o meriendas para ustedes y sus familias. Además de sumar probióticos naturales, muy beneficiosos para nuestro sistema inmunológico, intestinos y microbiota (que son las bacterias y microbios que tenemos en el cuerpo). La idea es incluir en nuestra vida diaria diversos alimentos probióticos y el  yogur es uno de ellos.

¿Qué vamos a necesitar?

1 litro de leche de vaca, cabra u oveja, preferentemente sanas y pastoriles
1 taza de yogur natural sin azúcar
1 ollita

-Atención que la leche no sea deslactosada, ya que aprovecharemos toda esa grasa natural para que salga bien nuestro yogur.

Paso a paso

Calentamos la leche hasta que esté tibia (si tienen termómetro pueden dejarla entre 42 y 45 grados). Apagamos el fuego para sumar en este momento nuestro pote de yogur comprado o uno previo que tengamos  y revolvemos un poco hasta integrar todo. Pasamos la mezcla a un termo y dejamos cerrado de 8 a 18 horas, según la consistencia y acidez que queramos lograr. Transcurrido este lapso, tendremos nuestro yogur listo para consumir.

Dura aproximadamente unas dos semanas en heladera, pero si lo dejan más tiempo no pasa nada, solo el sabor se irá intensificando. Les recomiendo que siempre reserven una taza para poder iniciar su próximo yogur y no tener que comprar.

Cómo lo sumamos a las comidas

Ahora sí, les comparto dos usos con yogur, uno dulce y otro salado: 

-Para un desayuno riquísimo, fresco y súper poderoso, te recomiendo este bowl de verano que me encanta: en la licuadora hacemos una crema con unas cucharadas de yogur y frutas congeladas, a la que le pueden sumar, por ejemplo, un poquito de algarroba o cacao amargo. Esto lo pasamos a un cuenco para acompañar con frutas secas, pasas de uva y coco rallado o alguna granola casera. Un verdadero manjar energético.

-Para el salado, me gusta la salsa fría de pepinos o tzatziki. Vamos a cortar chiquitito un pepino quitándole su semilla y reposamos 20 minutos con sal en un bowl. Pasado ese lapso, escurrimos y mezclamos junto con dos cucharadas de yogur, un poquito de jugo de limón,  perejil o ciboulette picado, pizca de comino y sal marina o de salar, es decir, sal integral, entera, no refinada. Acompañamos con croquetas, tortilla o simplemente para aderezar un buen sándwich o hamburguesa.  

Para finalizar, quiero recordarles que si llevamos adelante una alimentación equilibrada, hacemos ejercicio físico con frecuencia y aportamos una variedad de bacterias benéficas a nuestra dieta, tendremos sin duda una vida más saludable. ¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima!

(*) Directora de Nala Tienda Saludable

ÚLTIMAS NOTICIAS

Scroll al inicio