El chef Agustín Gil es un referente de la gastronomía de Córdoba. Administró con bajo perfil pero altos rendimientos la cocina del bistró 900, dibujó los caterings al aire libre más importantes de Córdoba (Cosquín Rock, Rally Mundial), y organizó miles de fiestas el salón de eventos Campo Norte.
Todo eso a la vez. Pero hasta la pandemia, porque fue durante ese parate que decidió repensarse y reconvertirse. Apretar menos y mejor. Y hoy, a comienzos de 2023, ya tiene todo listo para esta nueva etapa.
“Sigo en el camino de la gastronomía, estoy con el proyecto que por suerte es una realidad, es el lanzamiento de mi marca personal, Willow“, arranca el chef en este mano a mano con Circuito Gastronómico, a propósito de una nueva edición de Cosquín Rock, este fin de semana en Santa María de Punilla.
“Estoy trabajando en asesoramiento gastronómico (varios restaurantes y un hotel) y estoy lanzándome de forma definitiva en un área muy fuerte para mí desde siempre, que es el catering y el pop up, con muy buenos resultados, haciendo presencia en varios de los mejores eventos del país, como es Cosquín Rock”.
¿Qué tal trabajar en la montaña?
“Estoy acostumbrado. Hace 12 años (desde el predio de la Comuna de San Roque) que armo las cocinas del comedor de artistas y de la carpa VIP del festival, para darle de comer nada menos que a cuatro mil personas día. También hice muchos años el Rally Mundial, así que soy especialista en este tipo de eventos o cocinas outdoors“, explica el chef.
El “post pandemia”
¿Cómo pasaste la pandemia y cómo encaraste el post?
La pandemia en nuestro rubro nos golpeó muy duro. Me agarró con dos restaurantes (en Onas y en el Amerian), con el salón Campo Norte y, como todos, nos tuvimos que reacomodar y poner el pecho porque estuvo bastante bravo. Fue un volver arrancar. Cerramos Onas, luego Amerian reabrió, Campo Norte igual, pero la sociedad se separó.
Necesitaban un cambio…
Sí. Fueron más de 25 años y en mi caso 15 años siendo el chef ejecutivo del grupo que manejaba Novecento, Campo Norte y Onas. Personalmente fue muy desgastante (entiendo que para todos igual). Y la pandemia mostró cosas que uno no quiere ver y, en ese proceso surgió la idea de separarnos, vender los negocios y que cada uno siga su camino.
Contanos del proyecto del catering… ¿Cómo se llama y a qué tipo de eventos estás apuntando?
Se llama “Willow”, que es mi apodo. Todo el mundo me conoce por mi sobrenombre. En 2023 el objetivo es afianzar la marca, seguir trabajando de la manera que lo hago hace años, tratando de hacer eventos en los cuales me sienta cómodo, que sean con fuerza propia como Cosquín Rock, que tienen una energía especial. En el Cosquín estaré trabajando con el VIP, en la carpa de los artistas y en “Milagrosa”, un puesto de milanesas en el mercado pop (el área de comidas al paso más elaboradas para el público del festival). Mi objetivo es disfrutar mucho más de lo que he disfrutado hasta aquí estos eventos.
¿Cuál es la especialidad del catering?
El objetivo principal de Willow es hacerse fuerte en todo tipo de eventos outdoor, como Cosquín Rock, o los VIP en eventos en el Kempes como fueron los de Abel Pintos o Serrat a finales de 2022. La idea es hacernos fuertes en ese segmento para seguir creciendo y manteniéndonos activos con la marca que tiene una proyección del 2023 muy buena.
Una marca de “pop ups”
Un “pop up” es un evento o servicio que se presta por única vez. Agustín apunta con Willow a ofrecer ese tipo de experiencias.
¿Vas a trabajar solo con eventos grandes?
No, para nada. Voy donde me llaman, para poca gente voy a tener un lugar más exclusivo. Estoy teniendo buen feedback de la gente, de contactos, empresas, de la trayectoria que uno ha forjado a lo largo del tiempo. Trabajar bien desde el comienzo, eso es lo importante.
