Del Valle de Uco al corazón de Córdoba

Por Yeny Ortega Benavides

 

Sibaris, uno de los mejores restaurantes de la ciudad de Córdoba, brindó dos cenas de gala uniendo lo mejor de su cocina con el exclusivo maridaje de Bodega Zuccardi.

Acompañando a los chefs del restaurante, Roal Zuzulich y Facundo Tochi, llegó Matías Aldasoro, prestigioso chef de Casa del Visitante, uno de los restaurantes mendocinos que tiene la bodega que operaba como anfitriona del evento.

La bienvenida fue en el lobby bar del hotel Windsor, con un cóctel de la autoría del nuevo barman Gerardo Herrera. Su creación: el New York Sour, una mezcla armónica de whisky bourbon (Jim Beam etiqueta blanca), jugo de limón, almíbar clásico (50% de azúcar y 50% de agua), clara de huevo y un toque del Malbec  Zuccardi. Un trago original, fresco, muy bien logrado.

El menú, de seis pasos, inició con un appetizer: tostada de maíz morado, pescado ahumado, crema de palta y encurtido de rabanito, y con unos canolis de brócoli, nueces y aceitunas negras, acompañados de cáscara de papa crocante con crema de parmesano. Sobresalió la tostada de maíz por su sabor, textura y perfecta armonía con los demás ingredientes. Para esta recepción, Zuccardi seleccionó su vino Serie A Torrontés.

                                 

El segundo plato fue un huevo de campo poché decorado con espuma de papa y trufa, ligeramente bañado con consomé de cebolla y una impecable terminación de migas crocantes. La espuma de papa y trufa, en perfecta armonía con la textura de las migas crocantes, fue la protagonista de este plato.

Luego llegaron las mollejas de cabrito sobre un ragout de hongos, decorado con una lámina crocante de perejil. Vale destacar el punto justo de las mollejas. ¡Un plato sensacional!

Continuamos con una trucha negra acompañada de arvejas a la francesa e hinojos asados. Maravillosa la combinación de sabores de este plato. Destacable: el punto de las arvejas.

Estos tres platos estuvieron acompañados con Zuccardi Q Chardonnay, sin duda la vedette de la cena. Un vino de crianza en barrica, frutado, con aromas a especias y flores. En boca:  equilibrado, voluminoso y persistente.

El quinto plato fue una tapa de cuadril a las brasas acompañada con cremoso de pallares, papines andinos y zanahorias orgánicas ligeramente caramelizadas. La carne en su punto justo. Un paso clásico y delicioso acompañado con el vino Tito Zuccardi Paraje Altamira.

Una granita de mandarina con oliva y mousse de queso de cabra y miel preparaba el paladar para postre: bavaroise de Malamado Malbec con texturas de frutillas y brioche de algarroba. El maridaje, Malamado Malbec, el broche de oro para una noche de combinaciones perfectas.

                     

Un placer disfrutar otra vez de estos eventos en Córdoba. ¡Que se repitan con más frecuencia!

 

Yeny en la mesa junto a Roberto Battaglino, los hermanos Mario y Constantino Karabitian de el Almacén de Mario, chef  Matías Aldasoro de Casa del Visitante y la sommelier de la bodega, Silvina Carranza.

 

 

 

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