¿Qué come la Selección Argentina?

Por Andrés Pando para Vinómanos

Spoiler para los nutricionistas que trabajan con los jugadores de la Selección Argentina de fútbol: en este texto contaremos qué come la selección argentina, cuáles son las comidas favoritas de los integrantes más importantes del equipo, aunque eso no significa que les vayan a exigir que las incluyan en el menú cuando se concentren en el predio de la AFA en Ezeiza, cuando viajen a Inglaterra para enfrentar a Italia en el amistoso del 1° de junio en el Estadio de Wembley o cuando se acerque la hora de debutar en el Mundial de Qatar el 22 de noviembre contra Arabia Saudita.

Los jugadores de la Scaloneta, como cualquier deportista profesional que quiere hacer bien las cosas, siguen al pie de la letra el régimen alimenticio que les marca el nutricionista en cada uno de sus clubes de Europa y cuando llega un compromiso con la camiseta de Argentina respetan sin quejas el plan del especialista de la Selección. 

Luciano Spena puede dar fe del comportamiento del plantel durante los casi 60 días de convivencia en 2021 que tuvieron como broche de oro la conquista de la Copa América en Brasil. Pero las estrellas del fútbol también disfrutan de uno de los grandes placeres de la vida: la comida. Son seres humanos como nosotros. De carne y hueso… 

¿Qué come la selección argentina?

Milanesas a la napolitana

A lo largo de la carrera de Lionel Messi se vieron cambios notables en su alimentación para mejorar su condición física. Queda claro que para mantenerse en la elite a los 34 años no debe comer lo mismo que a los 15. Sin embargo, desde chico tiene un plato favorito y por nada del mundo lo deja afuera de su dieta: la milanesa a la napolitana. 

¿Cualquier milanesa que puede pedir en un restaurant top de los cientos que suelen invitarlo a sentarse a una de sus mesas? No. El paladar de la Pulga siempre va a preferir la que sale de las manos de su mamá. Ni el cocinero más famoso del planeta supera la versión de Celia.

¿Qué la hace diferente al resto? “No sé bien. Quizás la salsa que pone arriba de la milanesa. Es la comida que más me gusta. La que más extraño. En mi vida comí muchísimas milanesas y encontré algunas realmente muy buenas, pero ninguna como las de mi casa. Otros las probaron y dijeron lo mismo”, admite el 10 de la Selección. 

A su papá lo descubrieron subiendo dos heladeritas al avión privado en el último viaje de Rosario a Barcelona, antes de la mudanza a París para jugar en PSG. Y el mito asegura que adentro había milanesas a la napolitana para llenar la heladera de su hijo.

Conguitos y vino

Cuando Leo se instaló en Barcelona, con apenas 13 años, devoraba las milanesas y las acompañaba con gaseosa. A la hora de lo dulce, en esa época enloquecía por los Conguitos, que son maníes recubiertos con chocolate y tienen fama entre los niños españoles. 

Los hábitos empezaron a cambiar en 2008 con la llegada de Pep Guardiola al Barsa. El técnico ordenó una dieta especial para la joya del equipo y por ejemplo sumó el pescado entre sus alimentos predilectos. 

Hubo más cambios después del Mundial 2014, cuando siguió la recomendación de Martín Demichelis y visitó al nutricionista italiano Giuliano Poser, con el que se sumergió en un régimen estricto. Por eso ahora festeja como un gol cada vez que come una milanesa hecha por su mamá.

Messi además disfruta de una bebida en particular: un vino de etiqueta propia elaborado a su gusto en una bodega de Mendoza. Se trata de un blend de cinco cepas (Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot). 

El proceso lo realizó el enólogo Silvio Alberto, que utilizó uvas provenientes de Los Chacayes y contó con el asesoramiento de Bodegas Bianchi, empresa con la que previamente sacó la etiqueta L10 a beneficio de la Fundación Messi.

El pedido del rosarino a Alberto fue que su vino dejara “un mejor sabor en el paladar que el de Iniesta”, excompañero en Barcelona. Luego de una producción de 3.000 botellas, el resto se guardó y quedó en estiba, a la espera de la decisión de sacarlo al mercado

Asados para el Fideo

El vino de Leo va a ser bienvenido en la casa de Ángel Di María en París para maridar con alguno de los asados que hace con frecuencia para agasajar a sus amistades. Aunque le dicen Fideo, deja a las pastas en segundo lugar y pone arriba de todo a la carne, sin preferencia por ningún corte. 

Di María también se dio el lujo de recibir a Cristiano Ronaldo cuando coincidieron en Real Madrid. “Para mi primer cumpleaños en España había invitado a varios compañeros de equipo. Pensaba que Cristiano no iba a ir, pero cayó en mi casa y tomó cerveza con mis amigos”, confiesa sobre el crack portugués.

El 11 de la Scaloneta la pasó mal gastronómicamente en su etapa en Manchester (incluso su mujer dijo que “la comida era asquerosa”), hasta que llegó la transferencia a París y alquiló la casa de Javier Pastore, lugar de decenas de asados del plantel de PSG con la presencia de Ezequiel Lavezzi entre los integrantes de la Selección. 

Angelito obviamente se encarga de tirar la carne a la parrilla cuando juega de local en Rosario. Lo une una larga relación con el carbón: su papá trabajaba en una carbonería y lo ayudaba en el reparto de las bolsas.

Vori vori, carne y pollo

Leandro Paredes suele compartir esos asados en París con sus compañeros de equipo Messi, Di María y Neymar. Al volante central de la Scaloneta además le encanta la comida paraguaya porque su mamá es nacida en ese país. 

Entre los platos tradicionales elige el vori vori: un caldo espeso que incluye pequeñas bolas de harina de maíz con queso. En las reuniones familiares tampoco falta la clásica sopa paraguaya. Pero en las juntadas con futbolistas manda la carne.

Otro que presenta un amplio CV como parrillero es Nicolás Otamendi. ¿Su comida favorita? “Un asado, bien argentino y en familia”, explica el defensor. 

En su ciclo en Manchester City, con Guardiola de técnico, los jugadores comían en el club después de los partidos y se sometían a controles periódicos a cargo de un nutricionista. Desde ese momento, en su casa se hizo fanático del pollo al horno, con papas y una ensalada. Ya no se pasa de una vez por semana con el asado.

Cuando jugaron juntos en Valencia, el fiel acompañante de Otamendi en las cenas en un asador de la ciudad era Rodrigo De Paul, que de igual modo se reconoce loco por la carne y desde su infancia tiene un plato preferido: la milanesa. Específicamente la que prepara su mamá. 

Durante las Inferiores, en Racing no había un lugar para almorzar, así que comía cualquier cosa y siempre pedía una gaseosa. Pero en su desembarco en Italia, con la camiseta de Udinese, el volante se encontró con un nutricionista y comenzó con una dieta balanceada.

Bife ancho con chimichurri

En las Inferiores de la Academia también estuvo Lautaro Martínez, que a los 19 años le dijo a su representante que quería la ayuda de un profesional, para alimentarse mucho mejor y pegar el salto en su carrera. 

Desde aquel día no consume más gaseosas ni dulces. El mayor placer culinario del goleador en la actualidad pasa por comer un asado con carne argentina. Y le gusta tanto la parrilla que en esta temporada en Italia hizo varios para el plantel de Inter con la ayuda de Joaquín Correa.

Emiliano Martínez prefiere que otro ponga las manos. Las suyas las reserva para evitar que a la Selección le metan goles. De los tiempos de Inferiores en Independiente recuerda con cariño las visitas a su tía de Banfield para comer milanesas con puré. Cada bocado lo llenaba de energía para seguir soñando con convertirse en futbolista profesional. 

En Inglaterra ahora lo asiste un cocinero que se llama Martín, marplatense como él, que tiene su propio local y le prepara su sándwich favorito: uno de bife ancho con chimichurri. Una vez por semana se lo envía de Londres a Birmingham (Dibu ataja para Aston Villa en esa ciudad). Lo que no sabemos es si al recibirlo grita “¡Mirá que te como!”, al igual que a los jugadores colombianos en los penales de la semifinal de la Copa América.

En medio de esa Copa, el plantel argentino celebró el cumpleaños de Messi con un asado en el predio de Ezeiza, donde el Kun Agüero se lució como parrillero y Otamendi aportó su toque en los condimentos. 

Durante el Mundial seguramente disfruten más asados en algunos días libres en el bunker de la Scaloneta en el predio de la Universidad de Qatar. Para tratar de salir Campeones de nuevo no solamente van a cuidarse con las comidas. También hay que poner toda la carne al asador.

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