Notas Vínicas: Relatos de una bodega

Por Valentina Livolsi (*)

Contar historias siempre me pareció la mejor virtud del ser humano. Cada historia, cada descubrimiento… Mitos, verdades, pasiones. Encuentros y desencuentros, viajes por nuevas tierras, amores, desamores. Lo bueno, lo malo, lo ficticio y lo real. Todo esto, guardado para siempre en la memoria colectiva. Siglos y siglos de palabras entrelazadas que nos hacen ser quienes somos. 

Tal como dijo el escritor y poeta Ruyard Kipling: “Las palabras constituyen la droga más potente que haya inventado la humanidad”. Y qué bien hicieron al legalizarla, ¡ja! 

Casualmente, el pasado viernes y para cerrar una semana larguísima, pude participar de una diferente y relajada cata virtual en manos de la tienda virtual Casta y su creador Alejo, junto con la Bodega El Relator y quien le dio vida, “El Flaco” Gabrielli. Esta bodega es distribuida hace seis años por Córdoba Wines, que nació de la pasión y el trabajo de Gabriel Cabeza. Acá hay un equipazo!

Llegaron a casa dos cajas con los vinos a presentar y probar, para acompañar con quesos, chocolate, pan de masa madre y también dulce de membrillo caserito que me vuelvo loca les juro. Todo estuvo exquisito. Prolijo. Divino. 

Las cajas de degustación.

Casta

No es una distribuidora, no es un local al público, no es un delivery. Es simplemente, Casta. Es la cercanía con sus clientes, con la comunicación y el intachable compromiso con el que trabaja. 

Resulta que Alejo comenzó con toda esta idea de vender vinos hace tres años, cuando en aquel entonces compró 20 botellas seleccionadas cuidadosamente para solamente ofrecerlas a sus amigos. Nunca pensó en la idea de tener un local comercial, por lo que su canal de venta era el virtual y poco tradicional por aquellos años. En medio de esta pandemia, creció exponencialmente y mantiene su stock virtual cómodamente. 

Hoy en día (y en sus palabras) logró hacerse “de un grupo muy piola de clientes que ya son amigos”, relaciones que gracias a las reuniones virtuales que comenzó a organizar desde el año pasado pudieron afianzarse mucho más. Doy fe. Estos encuentros logran atravesar las pantallas y les aseguro que te sentís compartiendo mesa y vinos. Maravilloso. La idea es escucharse, además de aprender. No pudo llegar tan perfectamente ese viernes de relax. Lo necesitaba. 

Entre aficionados, amigos, colegas y el mismísimo “Flaco” Gabrielli empezamos a charlar, a compartir anécdotas pasadas y actuales, también hubo reencuentros súper divertidos también.

Todo fluía muy relajado, muy tal cual… en casa. No me lo esperaba y si bien no dejé de tomar nota y estar atenta a la información que surgía para esta columna, compartirlo con Fede, disfrutar la picada y las historias, fue genial. 

El Relator Cabernet Franc.

La bodega

Decir El Relator es pensar directamente en caballos, palabras e historias. El abuelo de Fernando “El Flaco” Gabrielli, se llamaba Mario y era  “un viejo hermoso”, tal como lo describió, fue enólogo y propietario de la destacada bodega Gabrielli – Baldini en Mendoza, pero también un aficionado a las carreras de caballos. Todo esto rodeó al “Flaco” desde que era un niño y pasaba sus tardes en el Hipódromo como así también entre viñedos, entre jinetes y escuchando a cada relator de carreras. Estos vinos son un homenaje a la familia y a los caballos de carrera, en ellos están inspirados.

Es un proyecto que surgió en una cena, así como quien no quiere la cosa entre “El Flaco” y Pepe Reginato (quien hace más de 30 años elabora los espumantes de primera línea de muchas bodegas argentinas). Su idea era recuperar la tradición que acompañó por tantas generaciones a su familia.

Enamorado de los caballos, Gabrielli logró hacer realidad su sueño y en 1994 se convirtió en relator, profesión que mantiene hasta el día de hoy en el Hipódromo de Mendoza.

Fue periodista del Diario Los Andes durante un par de años hasta que, en el año 2005, creó su propia agencia de prensa. Este ejercicio lo acerca nuevamente al mundo del  vino manejando cuentas de clientes como la Bodega Navarro Correas o de Alejandro Vigil

A partir del 2012 comienza este viaje junto a su socio Pepe, primero solo con la etiqueta, luego sumando un par de variedades para producir con uvas como Tempranillo y Malbec que tenía Reginato en su finca de La Consulta.

En septiembre de 2015 salen al mercado con 6000 botellas (y seis etiquetas). El resto, es historia conocida. Nunca pensaron este proyecto para “hacer plata”, sino para darse un gusto personal. Se les dio muy bien, ya que desde ese momento no dejaron de ganar premios, obtener puntos excelentes de diferentes críticos y sus vinos son de una calidad que vale la pena conocer. “Pasé de estar todo el día de traje y zapatos de vestir, a entregar vinos en zapatillas. Un cambio de vida, ¡que me encanta!”, nos contaba Fernando. 

El Relator Tempranillo.

Los vinos

Hoy voy a contarles sobre dos etiquetas que me encantaron, vinos jóvenes para tomar ya mismo o dejarlos un par de añitos más. A gusto y piacere personal.

Lo bueno de estas catas es que la elección del vino para probar es a total libre albedrío de papilas gustativas, por lo que yo elegí el Cabernet Franc 2020 y el Tempranillo 2020 de la misma línea. 

El Relator Cabernet Franc 2020: Este jovencito fue fraccionado hace no más de un mes, pero ya impacta con un intenso color rojo y destellos rubí, y un interesante cuerpo medio, sedoso y de taninos moderados. De nariz compleja, abundan los frutos rojos, algo de grafito que siempre me gusta tanto encontrar en este varietal, ciruelas, cerezas, frutas azules también. El 85% del proceso de este vino, se realiza en tanques de acero inoxidable, y el 15% restante tiene paso por barricas de roble de segundo uso, lo que le aporta tenues notas a vainilla que se amalgaman perfecto con la totalidad de este Cabernet Franc oriundo del Cordón del Plata en Tupungato. 

El Relator Tempranillo 2020: Igualmente proveniente del Cordón del Plata, con el mismo proceso de producción entre acero inoxidable y barricas de roble, este varietal al cual la bodega busca poner en valor, gusta mucho por su color rojo de matices violetas, su nariz frutada tales como frutillas y ciruelas maduras; terroso y con ciertas notas herbáceas y por su paso sedoso y de profundidad que atrae. 

Así, entre vinos, historias y un sinfín de palabras y cosas ricas es que pasó esta diferente cata virtual de El Relator organizada por Casta

Todos los vinos tienen algo para contarnos. Solamente debemos estar atentos.

¡Salud! 

(*) Sommelier

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