Notas Vínicas: 6 vinos destacados de Don Diego Vinoteca para despedir el año

Por Valentina Livolsi (*)

Estamos de acuerdo en que el 2020 fue, es y va a terminar de manera diferente, ¿no? Home office, videollamadas, distancias, abrazos pospuestos y nuevas normalidades. Muchas cosas cambiaron, pero hubo una que de cierto modo fue constante, al menos para mí. SPOILER ALERT!: Sí, estoy hablando del vino.

Y si de vinos se trata, déjenme contarles nuevamente de un lugar que nació allá por el 2014 y ya me referí en notas pasadas, un lugar que atrapa los sentidos, un lugar donde convergen buenos vinos, buenos quesos, delicatessen y además, una muy buena atención personalizada. Un lugar que no me canso de recomendar ni de visitar. Don Diego Vinoteca, ubicado en Av. Gauss 5899 (esquina Amadeo Avogadro, Villa Belgrano) fue una realidad para su dueño Franco Sbriccoli, apasionado colega que no se queda nunca quieto, buscando lo mejor para quienes pasan por ahí. Afortunadamente, las etiquetas fueron seleccionadas para esta particular nota por Franco, otra vez, con la idea de que se conozcan y se disfruten.

Estos vinos son diferentes uno del otro en su historia, sus creadores y su origen; tan diferentes como este año para nosotros. No perdamos más tiempo entonces, y vamos a lo que nos une en estas columnas.

Como les decía, los vinos seleccionados de esta semana son el resultado de la búsqueda de cada bodega, cada enólogo y winemaker por diferenciarse, por romper con lo clásico, por dejar una huella.

Tuve la suerte de probarlos, (re)conocerlos y disfrutar cada una de sus singularidades. No puedo menos que repasar las características de cada botella y un poco de todo lo que las precede.

Los vinos

Manos Negras Pinot Noir Red Soil 2018 ($850)
Un vino de Alejandro Sejanovich y Jeff Mausbach. Manos Negras propone arremangarse, ensuciarse, las manos negras, “tinta de vino”. De este modo hacen sus vinos artesanales. Esta bodega abraza la diversidad de regiones de Argentina, buscando expresiones locales de cada cepaje que desarrollan.

Es un Pinot Noir de un intenso color rubí, oriundo del distrito de Añelo, en la provincia de Neuquén. En nariz se perciben notas a frambuesa y frutillas. En boca es fresco, de cuerpo medio sedoso y buen perdure. De suelos rojos ricos en hierro, esto aporta marcas terrosas y minerales, como así una excelente complejidad que proporcionan también sus 12 meses en barrica de roble francés. Yo insisto en que sea descorchado cuando: Los niños de la familia estén correteando más enérgicos de lo normal. Es terapeútico.


Ver Sacrum GSM 2017 ($1050)
La bodega nace de la intención de Eduardo Soler para hacer algo diferente en el mercado argentino, utilizando cepas poco comunes en nuestro suelo. Buscaba producir uvas mediterráneas en Mendoza, proyecto que empezó como un juego para revalorizar uvas antiguas y pasadas de moda, pero tomó impulso cuando personalidades del vino como Tim Atkins y Luis Gutierrez (quien evalúa para el The Wine Advocate) conocieron lo que hacían y no solo les recomendaron embotellar su producto sino que también este último los calificó con 93 puntos.

Este blend de cepas “diferentes” (originario del Ródano francés) compuesto por un 50% Syrah, un 25% Garnacha y otro 25% Monastrell, uvas provenientes de Los Chacayes, en vista se presentó rojo intenso con matices anaranjados y destellos rubí. Con aromas a frutas maduras, mermelada y floral intenso. En boca, la Syrah le aporta cuerpo, de buena entrada y redonda acidez. Un vino delicado, elegante, con algo de paso por madera usada. La Garnacha y la Monastrell fueron fermentadas en huevos de cemento, mientras que la Syrah en barricas de roble. Su crianza fue de ocho meses en botella. Deberían tomarlo cuando: Pasen el Año Nuevo en pareja. Es ideal, elegante y diría hasta romántico. De lo contrario, recomiendo no compartir y disfrutar a solas. Igualmente elegante y hasta romántico.


Solo Contigo Affaire 2018 ($860)
Este proyecto surge del sueño compartido de Noel y Terry Neeland, oriundos de Toronto, Canadá quienes en un viaje a la Argentina allá por el 2008 se enamoraron por completo de las tierras de nuestro amado Valle de Uco. Ese amor fue tan poderoso que al año siguiente regresaron para adquirir una propiedad en Los Chacayes, donde plantaron las primeras vides propias buscando crear vinos genuinos, que cuenten su historia y con la mínima intervención posible para remarcar así las características típicas de sus terruños.

El Cabernet Franc elegido fue creado por las manos de Pablo Marino, de color violeta muy oscuro, con destellos más claros y brillantes. De nariz salvaje, intensa y terrosa, se perciben frutas negras, sutil cacao y vainilla. Buena entrada y perdure en boca, es un vino untuoso y de gran personalidad aportados en parte por sus nueve meses en barrica de roble francés. De final refrescante debido a las notas herbáceas típicas de este varietal. Recomiendo para: Un brindis que calme la infaltable hecatombe en la mesa navideña.


Forastero Co-Fermentado 2017 ($1000)
Esta bodega es la esencia de Fernando Ravera, enólogo inquieto y dedicado quien se autodenomina “forastero”, ya que nació en Buenos Aires, a sus 24 años dejó Ciencias Químicas y se mudó a Mendoza para meterse de lleno en la carrera que lo acompaña hasta el día de hoy. Eso es este vino y su enólogo. Unos distintos. Un Co-fermentado 80% Malbec y 20% Cabernet Franc oriundos de El Cepillo y Los Chacayes respectivamente, donde su color rojo intenso, con destellos rubí atrapa a primera vista. De notas en nariz a frutilla, cerezas, eucalipto y frutas maduras. Su acidez es equilibrada y sus taninos son marcados. Sus 15 meses de paso por barricas de roble francés lo vuelven un vino de gran carácter, buen cuerpo y perdure medio. Ideal para: Quitarte el mal gusto que te dejó este año que pasó.

The Apple Doesn´t fall Far From the Tree 2017 ($1050)
Matías Riccitelli siempre se caracterizó por ser un enólogo con frescura, con ganas de seguir moviéndose y de crear vinos que muchas veces rompieron con algunos esquemas. Heredero del amor por las vides debido a toda una familia bodeguera, Matías viajó por el mundo realizando cosechas y absorbiendo cada detalle para luego plasmarlos en su proyecto personal que inició en 2009, Riccitelli Wines. Ubicada en Las Compuertas (Luján de Cuyo) la bodega y su equipo buscan la máxima expresión de las cepas en sus terruños; tal como es el caso de este Malbec delicioso y maduro, que aún así deja percibir la fruta fresca y dulce que caracteriza a este varietal. En vista, es rojo intenso, profundo y limpio con destellos violetas. Con aromas a vainilla, chocolate y mermelada que le proporciona su paso por 12 meses en madera de roble francés, su perfume es impactante. Vino carnoso, de buena entrada y perdure larguísimo (como este año).
Firmemente lo recomiendo para ese momento en que: Te quedes charlando con primos en el patio, post cena y pre trencito familiar.


Zuccardi Q 2016 ($1200)
Este proyecto familiar fue fundado en 1963 por el ingeniero Alberto Zuccardi, para luego ser precedido y acompañado durante 50 años por las nuevas generaciones que siguen juntas en su pasión por el vino. Fue una de las primeras bodegas nacionales en implementar sistemas de riego novedosos que se empleaban en California por aquel entonces.

José Alberto y Sebastián Zuccardi, actualmente reconocidos como grandes viticultores argentinos, dieron vida a este 100% Chardonnay oriundo de Tupungato en Valle de Uco,de color amarillo pajizo con tonos verdosos, vino que en nariz presenta notas a peras, duraznos blancos y flores blancas como también cierta mineralidad perfectamente amalgamados con los aromas especiados y a pan tostado que aporta su paso por barrica. Buen equilibrio, buen volumen y una especial persistencia fresca en boca.
Vino ideal para: El mediodía después de las fiestas en la pile (quien dice pile, dice pelopincho. Ojo, cuentan piecitos en el fuentón también) y bien fresquito.

(*) Sommelier

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