Los errores gastronómicos de Google Maps y Trip Advisor

Seguro que te pasó alguna vez. Pusiste la dirección del restaurante a donde querías ir y Google Maps te llevó a cualquier lado. Bueno, son cosas que pasan con los gigantes de la tecnología. No hay un control estricto, no hay veedores serios chequeando la información actualizada y tampoco hay muchos usuarios que sepan cómo y dónde corregir los errores que te hacen perder tiempo y hasta tener accidentes de tránsito (nos ha pasado a nosotros).

Ahora la noticia más bizarra fue la que tuvo como protagonista a Trip Advisor, un portal venerado por todo el mundo, pero que tiene serias falencias, sobre todo en eso de mantener actualizada la base de datos (hay miles de establecimientos ya cerrados hace años), comentarios falsos y calificaciones más que sospechosas. Y ni hablar de la calidad fotográfica de la página (gestionada por los usuarios, en la mayoría de los casos se ven imágenes non sanctas).

Bueno, ahora sucedió esto, que pinta cabalmente la falta de alma detrás de estos gigantes a nivel global: es la historia de un restaurante que no existió y fue número 1 en Trip Advisor. Ocurrió en Londres, donde un fotógrafo con ganas de hacer ruido inventó un restaurante y lo llevó al top del sitio web.

Theo McInnes es un fotógrafo que durante algún tiempo trabajó escribiendo reviews sobre restaurantes para Trip Advisor. Opiniones pagados, claro, por los dueños de esos restaurantes. Se le ocurrió entonces que si podía mentir sobre comida que nunca comió, también podía falsear un restaurante y en 2017 inventó a The Shed at Dulwich.

Con una web y un número de teléfono pudo crear la cuenta de Trip Advisor. 

Como no existía restaurante para mostrar indicó que era a puertas cerradas, sólo con reserva, y así no se podría chequear la ubicación. Inventó un menú e hizo fotos de falsos platos: un suflé de granadas, por ejemplo, era en realidad una pastilla de inodoro decorada con líquido rojo y espuma de afeitar.

En Trip Advisor arrancó siendo el restaurantes 18.149 de Londres. Para llegar a ser el primero tenía que tener muchas reviews, así es que puso a sus amigos a trabajar, algunos periodistas, y construyeron hasta 96 reviews positivas (cinco estrellas) que subieron desde distintas cuentas e IP’s a lo largo de los meses. Y una mañana llegó el primer llamado por una reserva, al que siguieron otros con la misma respuesta: no, estamos llenos para ese día.

En tres meses ya estaba en el puesto 156, las marcas enviaban insumos de cocina para que probara, agencias lo contactaban para mandar celebridades y hasta una compañía australiana quería promocionar el restaurante en videos de viajes en avión. The Shed at Dulwich llegó al primer lugar seis meses después de «abrir», sólo con su existencia digital.

Pero The Shed at Dulwich todavía tenía un último round: la apertura de verdad la noche del 5 de diciembre de 2017. McInne inventó un restaurante de la nada en su cobertizo, con mesas que pidió prestadas de diferentes colores y tipos, unas estufas, DJ, comida recalentada en el microondas y hasta gallinas para dar un toque de granja orgánica. Citó a la gente en la esquina, vendó los ojos de los visitantes y los hizo pasar sin que pudieran ver dónde entraban.

¿El resultado? Unos clientes se sintieron estafados y se fueron. Una pareja quiso reservar mesa para el mes siguiente. ¿La respuesta que luego dio Trip Advisor? Esta: “Por lo general es común que los periodistas creen listas o restaurantes para probarnos, pero como asumimos que nadie en el mundo real tiene necesidad de crear un restaurante falso, no es un problema que tengamos con nuestra comunidad regular”.

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