La Cocina de los 7 Lagos

Por Alejandro Maglione (*)

Otra vez la Patagonia
Ya no quedan dudas, la Patagonia está en ebullición con su gastronomía. Lo que parecía un despertar, se ha transformado en un torbellino. Es imposible para un periodista cubrir todo lo que pasa, porque remedando una costumbre muy porteña, se fijan las fechas sin coordinar con nadie si no hay otra movida parecida. Viejo problema en ítems diversos, no solo el enogastronómico (recuerdo que hace mucho tiempo, la asamblea anual de la UIA coincidía con el Coloquio Anual de IDEA, hasta que un día.se hablaron y nunca más se superpusieron).

Como sea, la banda de cocineros liderada por Leo Morsella desde Villa La Angostura y la colaboración de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de San Martín de los Andes, las secretarías de turismo municipales, entre otros, montaron este show para deleite de los que lo pudimos disfrutar.

Aterrizar en un Bariloche donde acababa de nevar. Recorrer el camino a La Angostura por una ruta con todos sus árboles con aspecto navideño europeo, y llegar en medio de una nevisca que blanqueaba el paisaje, fue mucho más de lo que se puede pedir como bienvenida a una región.

La Angostura

Llegar para alojarse en la hostería La Escondida, fue recibir una primera gratísima sorpresa. Hacía tiempo que no iba a la Villa y lo que pude constatar es que día a día mejora su propuesta hotelera, con establecimientos de nivel internacional, como los clientes a los que suelen tentar para que los visiten. La Escondida se rumorea que pertenece a gente del mundo cibernético, por lo que hasta la pulsera que abre las puertas de las habitaciones, todo, todo es de última generación. Construida a la orilla del lago Nahuel Huapi, en la Bahía Manzano, es un lugar donde los detalles de la hospitalidad suelen desagradar a un criticón como yo, que disfruta encontrando pelos en la leche. En este caso, me quedé con las ganas. La leche estaba perfecta. Y mejor aún.

Apenas desembarcado, me vino a buscar Leo con el comodorense Pablo Soto (¡está en todos lados!) y el cocinero representante de FEGHRA, Manuel Ausejo. Así en patota, nos fuimos a un lugar, casi enfrente del muelle sobre el lago, que se llama “Viejos Tiempos”. La propuesta es sencilla y bien ejecutada, por su cocinera Bárbara Medin, que de paso está en pareja con su socio Pablo Misiak, un elocuente promotor de las virtudes culinarias de Barbie y de su lugar.

Pablo y Bárbara son un caso para detenerse. Llevan 9 años de pareja. Tienen dos hijas. Pero hete aquí que Barbie ha sido resistente al casamiento, mientras Pablo muere por convertirse en su esposo. Conclusión, que Pablo abrió una página en Facebook titulada “Todos por el sí de Barbie”, donde 1.800 vecinos colaboraron en la rogatoria para que la novia afloje y se case .Por fin, en noviembre del año que viene, Pablo tendrá su boda y obtendrá el sí tan deseado -por él-. Me pareció absolutamente bizarro todo el asunto.

Lo concreto es que todos los profesionales de la cocina comimos muy bien, y tuvimos la cuidada atención del mozo Ariel, que competía con su patrón en la promoción del lugar.

Por la noche llegó el turno de “Waldhaus” donde reina Morsella. Leo no es un hombre del perfil dicharachero. Más bien es circunspecto, austero en efusividades. Pero su lugar es una parte de la historia de la gastronomía local. Lo pasamos bien. Deborah y Valentín cumplieron con el rol de atendernos maravillosamente, y la charla se prolongó hasta altas horas como sucede cuando uno lo pasa bien de verdad en un lugar determinado.

Los 7 lagos
Al día siguiente viví la emoción de un sueño cumplido. Viajamos con el Secretario de Turismo de la Angostura, Manuel García Leyenda, a vivir la segunda parte de la movida que, esto es lo novedoso, por primera vez nacía una actividad coordinada entre las dos principales localidades turísticas de la provincia de Neuquén. Pero el sueño cumplido era también el ver pavimentado en todo el recorrido a la ruta de los 7 Lagos, algo que dudaba que se hiciera realidad alguna vez.

Esta ruta fabulosa muestra junto a toda su incomparable belleza, dos éxitos indiscutibles de la burocracia coordinada con La Máquina de Impedir: las lujosas construcciones que pertenecieran al ex banquero José Rafael Trozzo, siguen abandonadas y vandalizadas, porque 35 años después, los responsables judiciales no terminan de darle un destino útil. Un poco más adelante, uno de los rincones más lindos del camino, muestran también en total estado de abandono lo que fuera la hostería Ruca Malén. En este caso La Máquina está ubicada en Neuquén y logra su cometido manteniendo este lugar en ruinas. ¿Se podrá alguna vez poner punto final a estas inexplicables desidias?

Como sea, volviendo a lo mucho positivo, hoy se llega en poco más de una hora, con los ojos llenos de los mejores paisajes cordilleranos, a cualquiera de las dos localidades que vincula directamente. Una condición necesaria que se ha cumplido, para que región explote en propuestas turísticas de todo tipo.

San Martín de los Andes

Nueva sorpresa de llegada al alojarme en la hostería Le Village, donde Mónica Capiet y su hijo Gustavo Fernández Capiet, han logrado elaborar una propuesta de hospitalidad perfecta. Ubicada justo enfrente de la iglesia parroquial -cuya horrible cúpula colaboré en cambiar por la actual, gracias a la Asociación de Amigos de la Patagonia- y con todo lo que uno quiera visitar en el pueblo a no más de 3 cuadras de distancia. Si a eso se añade la mano gastronómica de Gloria Ocampo.

Casi sin tiempo de deshacer el bolso, salimos para la hostería El Arrayán, donde reinan Raúl y Lena Pont Lezica. Es el lugar con mejor vista hacia el lago Lácar; con una propuesta de casa de té imperdible, así como de alojamiento de alto nivel muy bien plantado. Fue allí que se presentó el libro de la FEGHRA sobre la comida regional en la Argentina, en una ceremonia donde brilló Fernández Capiet, y los cocineros antes mencionados. Luego vendrían las municiones de mano, más un guiso delicioso, para que la vista del atardecer fuera más placentera.

A la noche, Gustavo, mi anfitrión, se ocupó de que fuéramos al Torino Bistrot, donde Nicolás Urquiza, asociado al ausente con aviso Pablo Buzzo, ofrecen una de las mejores ofertas gastronómicas de San Martín, a la vez que cuentan con una barra con propuestas perfectas. Nicolás es un anfitrión de raza, y es asistido por un pequeño pelotón de mozos, absolutamente motivados para hacer del buen servicio un ejercicio diario. Nuevamente, los cocineros de apetito insaciable, dieron su veredicto con los pulgares bien en alto. En mi paladar perdura el sabor de las exquisitas papas bravas.

Nuevamente por los 7 Lagos

Al día siguiente, estuve de largo desayuno con muchos de los amigos que felizmente conservo en ese pueblo tan querido por mí y donde construí mi lugar en el mundo. Puntualmente vino por mí Raúl Pont Lezica, acompañado nuevamente por Nicolás Urquiza, con quienes nos fuimos hasta las proximidades del lago Meliquina, a comer en el Río Hermoso Hotel de Montaña, gracias a la gentil propuesta de su gerente Giselle Kaplan. Debo ir muy atrás en el tiempo para recordar un lugar con tan lindo paisaje, tan bien puesto, y con un servicio de calidad internacional.

El río Hermoso hace un recodo frente al ventanal principal y por cientos de metros se dirige perpendicularmente hacia el hotel, para de pronto girar 90 grados y seguir hacia su próxima desembocadura en el lago Meliquina. La propuesta de su cocinero Mauro Limbatto es realmente notable. El clima creado, el respeto del servicio por no interrumpir la charla, hizo que 5 horas se deslizaran con envidiable amabilidad, donde tres viejos amigos intercambiamos cuitas que nos permitieron ponernos al día de todas las novedades de la región.

Conclusión
Si siempre los 7 Lagos dieron que hablar por sus paisajes, hay que irse preparando para lo que se viene en materia gastronómica y hotelera. Como siempre, me quedé corto en contar todo lo que viví y conocí, así que vuelvo a prometer un segunda parte, para que nadie se quede sin ser mencionado ni reconocido, porque todos lo merecen. Antoine de Saint Exupéry dijo: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”. Este recorrido periodístico fue un sueño hecho realidad.

(*) Nota de Alejandro Maglione para ConexiónBrando
amaglione@lanacion.com.ar / @MaglioneSibaris 

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