¿En qué consiste la Ley de etiquetado frontal de alimentos y bebidas?

La Ley de etiquetado frontal de alimentos y bebidas, que ya cuenta con la sanción del Senado, aguarda para ser aprobada por los Diputados. Si resultara aprobada y se pusiera en marcha, los diferentes envases contarán con advertencias octogonales negras en el caso de alimentos altos en calorías, azúcar, sodio o grasas (totales y saturadas). Iniciativas como estas ya están siendo implementadas en países como Chile, Colombia o México.

En relación con el proyecto de ley, un estudio realizado por la empresa de consultoría Kantar, con base en mil entrevistas efectuadas en abril de este año, señala que “el 52% de las personas sabe que existe (crece a 70% en niveles socioeconómicos altos), y un 76% considera que puede llegar a ser beneficioso para la dieta de los argentinos. En paralelo, 6 de cada 10 personas piensan que es muy probable que cambien algunas de sus elecciones de productos cuando se enfrenten a una góndola llena de advertencias. Puede suceder que abandonen ciertas categorías de productos, o que empiecen a comprar marcas diferentes”. En cualquier circunstancia, está claro que tendrán un elemento más que puede influir en las decisiones.

¿Cómo reaccionan las empresas? 

Para las empresas, esta ley representará un desafío. “En muchos casos se embarcan en procesos de reformulación de productos, reduciendo la proporción de ciertos ingredientes para evitar ser penalizadas con el octágono negro. Pero haciendo eso corren el riesgo de ser percibidos como menos sabrosos o indulgentes que sus competidores. En cualquiera de los casos, existe la amenaza de la caída en ventas y de la pérdida de su porción de mercado, por eso es clave entender cuál puede ser el impacto en cada una de las marcas”, señalan desde la consultora.

La experiencia de México

En el caso de México, donde recientemente se puso en práctica la nueva legislación, desde Kantar aseguran que “los nuevos ‘sellos’ en los productos no pasaron inadvertidos, y generaron variadas reacciones en los consumidores: culpa, confusión y sorpresa. Culpa por el hecho de sentirse señalados y tener que reconocer que estaban comiendo muy mal; confusión porque la góndola se ‘contamina’ visualmente y se complejiza la elección de productos; y sorpresa porque vieron advertencias en productos que se consideraban saludables, cómo jugos o yogures”. 

Fuente: Omnibus Kantar. 1000 entrevistas total nacional. Abril 2021.

ÚLTIMAS NOTICIAS

Scroll al inicio