El universo del vino es tan grande que abarca no solo los varietales, sus notas y su forma de producción, sino que también se extiende hasta el tipo de copa en que se bebe el vino.
Seguramente, han escuchado que una de las recomendaciones que hacen los especialistas en esta materia es que tanto el formato de la copa como el material de la que está hecha influyen en la percepción que se tenga del vino al beberlo.
Es por eso que para tener un pantallazo general, le consultamos a ChatGPT, la inteligencia artificial, si efectivamente era mejor beber vino en copas de cristal que en copas de vidrio y su respuesta fue contundente: «Sí, el vino suele saber mejor en copas de cristal, y hay varias razones sensoriales y físicas para ello», contestó y amplió:
1. El cristal es más fino: las copas de cristal (especialmente de cristal sin plomo) suelen tener paredes y bordes más delgados que las de vidrio común.
Un borde fino hace que el vino llegue a tu boca con más suavidad y precisión, mejorando la percepción de aromas y sabores.
2. Libera mejor los aromas: el cristal es más poroso a nivel microscópico que el vidrio. Esto ayuda a que el vino se oxigene mejor, liberando más aromas cuando lo giras en la copa.
3. Transparencia y brillo: el cristal refracta la luz, lo que ayuda a apreciar el color del vino con más claridad. La vista influye en la experiencia sensorial del vino.
4. Forma más precisa: las copas de cristal suelen estar diseñadas específicamente para cada tipo de vino: mayor abertura para tintos, forma aflautada para espumosos, forma de tulipa para blancos, etc. Esto guía mejor los aromas y dirige el vino a la parte adecuada de la lengua.
La palabra de los especialistas
Pero no quisimos quedarnos con la información lisa y llana de la IA, por eso acudimos a nuestros especialistas amigos para que nos den más detalles.
La sommelier Valentina Livolsi, conocida en redes como «Soy la somme«, dijo concretamente: «Hay que tener en cuenta que un vino tiene entre 400 y 500 sustancias volátiles y aromáticas por lo que la forma y el tipo de la copa sí influye«.
Y procedió a explicar: «En cuestiones aromáticas, porque las copas de cristal tienen óxido de plomo, lo que las hace más delgaditas. Al ser más delgadas, permiten que el vino toque más, se impregne más en la superficie de la copa, porque es más poroso, entonces se aprecian mejor esos aromas. En cuanto a la temperatura, también la conserva más a diferencia de las de vidrio que al ser más gruesas no lo hacen tanto».

En el mismo sentido se pronunció el sommelier Marcos Francisca, creador de la Academia de Sommellerie de Córdoba y de los premios Argentina Spirits Awards: «La diferencia entre tomar una copa de vino en una copa de cristal o de vidrio, va muchísimo más allá de la estética«, detalla.
«Básicamente, el vidrio es un compuesto amorfo y su superficie es sumamente lisa. En cambio, el cristal tiene una estructura micro cristalina que genera una porosidad, que hace que una persona al agitar la bebida -porque esto no solamente pasa con el vino, pasa con un whisky, con un brandy, con un ron-, queda una pequeña pátina adherida a esa microporosidad, lo cual incrementa de una manera importante la superficie de desprendimientos de aroma«, precisa el sommelier.
Según destaca Marcos, «el material sí influye en la forma en que nosotros percibimos los aromas. Y si cambian los aromas, también cambia el sabor de lo que estamos consumiendo».

Para cerrar esta pequeña «clase», Valentina quiere dejar en claro que también hay que tener en cuenta los fines para los que se va a usar la copa: «No es necesaria tanta parsimonia y tanta calidad, si no es para una cata técnica en la que necesitás muchísima más expresión».
Dónde conseguir copas de cristal
En Córdoba, podés conseguir copas de cristal en Bazar San Miguel que tiene sucursales en Monseñor Pablo Cabrera 4826 y en Antonio Rosillo 93 (CPC Colón). Atiende de lunes a viernes de 10 a 18 y sábados de 9 a 13. Teléfonos: (0351) 156-964667 / 153-117963.











