El otro Cabernet

(*) Por Roberto Colmenarejo 

Cuando hace algo más de un mes escribía sobre los vinos que beberíamos en 2014, omití deliberadamente cualquier mención a la cepa Cabernet, pues ya tenía pensado dedicarle una nota completa.

La uva Cabernet Franc viene pisando fuerte en el mercado del vino argentino. En apenas un lustro pasó de ser una variedad de corte para acompañar y complejizar al  Malbec o Cabernet Sauvignon a elaborarse como varietal puro y de excelente calidad.

Esta cepa es originaria de la región de Burdeos, en Francia. Se la considera antecesora incluso del Cabernet Sauvignon, que habría nacido de la cruza genética natural entre esta uva y el Sauvignon Blanc. En nuestro país se encuentra moderadamente difundida en Mendoza, San Juan y la Patagonia, sumando unas 630 ha plantadas (INV, 2011).

Si quieren conocer el potencial del cepaje Cabernet Franc en Argentina, aquí cinco sugerencias para todos los gustos y bolsillos:

Viñas del Monteconejo Colección 365 Cabernet Franc 2011 ($43): En una gama de precio media-baja es difícil que un vino pueda llegar a expresar todos los atributos organolépticos del cepaje; sin embargo este tinto sanjuanino es bastante interesante, pues se brinda muy abarcable y sencillo de beber. Tiene aromas frutados y especiados directos; complementados con una boca ligera, de agradable acidez, taninos suaves y persistencia breve. ¡Para el asadito con los amigos del club!  

Viña Cordón Blanco Cabernet Franc 2013 ($55): Un vino para paladares inquietos, segunda cosecha elaborada por Matías Lucas y sus hermanos en la pequeña finca y bodega de Tandil, provincia de Buenos Aires. Un tinto casero joven y bien logrado; de aromas frutales en sazón y leves recuerdos especiados, que se acompaña de una boca liviana y vivaz, que refrenda los sabores maduros, muestra taninos dóciles, a pesar de su incipiente juventud, y un persistencia media. Por ser un producto de partida realmente pequeña, sólo se puede adquirir buscando su página en facebook y encargando el envío por encomienda de algunas botellas. ¡Les aseguro que vale la pena! Se sorprenderán de poder descubrir lo que está pasando fuera de las zonas vitivinícolas tradicionales.

Viñas de Narvaez Cabernet Franc 2012 ($68): Una bodega que tiene poca difusión en las góndolas cordobesas, pero que elabora vinos de gran calidad, precio razonable y un buen potencial de guarda para la gama (ideal para quien gusta tener algunas botellitas en estiba cierto tiempo antes de beberlas). Un tinto armónico y elegante, extremadamente placentero de beber. Tiene aromas de frutas rojas, especias y sutiles notas tostadas del breve contacto con roble. En la boca tiene entrada amable, cuerpo medio, paso franco, taninos apenas insinuados y una destacada persistencia para el rango. Exquisito vino, acompañará de maravillas unos canelones de carne y verdura con salsa roja.

Fond de Cave Reserva Cabernet Franc 2011 ($90): En una de las líneas más antiguas de Bodegas Trapiche, y con una óptima relación precio-calidad, este vino es un notable exponente del cepaje. Un tinto estructurado y de buena complejidad, con una moderada crianza en roble. La nariz entrega tipicidad varietal perfectamente definida; con aromas que se mueven entre lo frutal maduro, notas lácticas, trazos herbales y dejos balsámicos.  El paso por barricas se percibe en segundo plano, con suaves notas de cedro, tostado y vainilla perfectamente integradas al conjunto. En boca es franco y de cuerpo medio, repite impresiones frutales, tiene taninos levemente astringentes pues está joven aún y sorprendente persistencia para el rango. Además ofrece una formidable capacidad de añejamiento; quien se anime -y tenga espacio con buenas condiciones de guarda- podrá comprarse una caja e ir probando una botella periódicamente en el lapso de 2 a 3 años, sorprendiéndose con su noble evolución y felicitándose por la gran compra realizada. ¡Un Cabernet Franc “de manual”, para tener una referencia sensorial clara del cepaje! 

Zaha Cabernet Franc 2011 ($250): Cuando se degustan vinos de alto precio, es difícil poner luego en palabras todas las placenteras sensaciones que nos generan. Así me pasa con este tinto vinificado por Alejandro Sejanovich con uvas de Altamira (Valle de Uco), que tiene “mucho de todo” pero está sabiamente balanceado para que haya total armonía y nada sobresalga del conjunto. Apenas puesto en copa subyuga con una nariz rebosante de frutas negras confitadas, profundas notas balsámicas -alcanfor, regaliz-, pinceladas especiadas y piracínicas sutiles -pimiento verde-. En boca entra seco y voluminoso, con paso lleno pero fluido gracias a su fresca acidez natural, taninos firmes -pero no agresivos- y una persistencia casi eterna. Un vino que ya está listo para ser bebido, pero que sin duda ganará complejidad y sutilezas con la estiba. ¡Cabernet Franc de lujo, para celebrar ocasiones especiales!

(*)Sommelier y docente – [email protected]

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