El sitio CucinareTV eligió a siete mujeres reconocidas del rubro enogastronómico que cuentan qué las entusiasma de sus trabajos. Por Luis Lahitte.
Como cada 8 de marzo, se celebra nuevamente el Día Internacional de la Mujer, fecha que conmemora la lucha por su participación dentro de la sociedad, institucionalizado por la ONU en 1975. No obstante, la efeméride fue creada en 1910 durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague.
Y si bien se cree que la alta cocina fue durante siglos un dominio exclusivamente masculino (el papel de las mujeres quedaba reducido a la cocina hogareña), lo cierto es que hay grandes pioneras de los fuegos, como Eugénie la Mére Brazier y Marie Bourgeois, o más recientemente, Carmé Ruscalleda, Anne-Sophie Pic o Elena Arzak, sólo por mencionar a algunas de las que dejaron su sello en la historia. Lo mismo se puede decir de bodegueras legendarias como Lily Bollinger y Barbe-Nicole Ponsardin, mejor conocida como Madame Clicquot.
Para rendirles homenaje, seleccionamos siete mujeres vernáculas con gran presente y mejor futuro, todas ellas asociadas al rubro enogastronómico, que están dando que hablar:
-Julieta Oriolo, cocinera.
Es cocinera egresada de la Escuela del Gato Dumas. Se perfeccionó con Beatriz Chomnalez y Paola Carosella. Además, trabajó en restaurantes porteños de primera línea, algunos de los cuales fueron asesorados por ella tanto en su apertura como en el desarrollo de productos. La Alacena, en 2014, fue su primer emprendimiento propio, una suerte de ristorantino aggionarnado donde muestra sus habilidades culinarias itálicas heredadas de su madre. En 2018 y 2019 se empapó de las costumbres de ese país, al que recorrió de punta a punta.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “Todos los días voy a trabajar con la intención de crear un plato diferente. Eso es lo que más me motiva”.
Victoria Mengo.
-Victoria Mengo, bartender.
Hace 10 años que es bartender, formada en la escuela Mixing Glass. También es tea blender y experta en fitoterapia. Sus estudios de diseño de indumentaria la ayudaron a volcar esa creatividad contenida en el desarrollo de recetas. Trabajó en las barras móviles de Lorena Bergani, referente cordobesa en la materia. Actualmente es jefa de barra en Apartamento, importante bar de la zona de Güemes.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “No sólo brindar cócteles, o una receta rica al cliente, sino, principalmente, bienestar. Hay que tener presente que los vermús y aperitivos nacieron con fines restauradores y medicinales. Es por eso que presto tanta atención a los insumos que empleo.
-Shayla Parra, cocinera.
Es cocinera graduada en IGA Córdoba, sommelier y barista. En 2015 trabajó en El Papagayo con Javier Rodríguez. En 2016 formó parte de la apertura del 3 Calaveras; allí creó la propuesta gastronómica y el equipo de cocina desde cero. Por su desempeño, en 2018 fue invitada a participar en MAD Symposium, en Copenhague, Dinamarca, uno de los eventos gastronómicos internacionales más importantes, liderado por Rene Redzepi, el reconocido chef de Noma. Actualmente está a cargo de la cocina de Superanfibio, y en los preparativos previos de lo que será su propia cafetería.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “Este trabajo es constante evolución, movimiento y aprendizaje. Hay mucha rotación de gente y eso garantiza un ida y vuelta de conocimientos muy enriquecedor. ¡Literalmente! Dar de comer me gratifica de una manera enorme. Cuando alguien disfruta algo que preparo, me lleno de una felicidad inexplicable. Eso hace que tanto esfuerzo físico y mental, incluso doliéndome todo al final del día, valga la pena”.
-Belén Soler Valle, bodeguera.
Es la manager y dueña de Bodega Vinos de Potrero, proyecto que lleva adelante junto a Nicolás Burdisso, su marido (exjugador de fútbol y manager del Club Atlético Boca Juniors). Vivieron 15 años en Italia, se enamoraron del vino y emprendieron su proyecto con mucha pasión. Es sommelier recibida en Italia y licenciada en Comunicación Social, recibida en Argentina (posee también un Máster en Viticulturas y Marketing del Vino realizado en Italia).
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “Como buena comunicadora social, lo que más me gusta es comunicar, el poder comunicar lo que hacemos en Vinos de Potrero, la importancia de cómo nacen nuestros productos, todo ese trabajo en equipo que realizamos desde el viñedo, desde la bodega, ese detrás de escena, ese esfuerzo y esa pasión que se pone para que salgan vinos únicos. Disfruto mucho poder contar lo que encierra cada botella”.
-Franca Ruderman, cocinera.
Curiosa voltereta la de Franca, que estudió Arquitectura hasta tercer año y de casualidad terminó a cargo de la cocina de Camping, el original restaurante que se encontraba en el BA Design (hoy sito en el Museo de Arquitectura). Afianzada en la gastronomía, pasó a Fayer, el restaurante de cocina israelí, de donde hoy es jefa de cocina. Es sin duda, uno de los jóvenes talentos en el rubro, que ya está dando que hablar.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “El trabajo en equipo y la presión del servicio. Me gusta que el negocio se mueva, que todos corramos para el mismo lado y que la cocina salga espectacular”.
-María Estela Tapia, pastelera.
Estudió gastronomía en el IAG. En 2011 fundó L’épice de la Vie, donde pudo volcar los conocimientos adquiridos. Pero se dio cuenta que necesitaba perfeccionarse, pausando así la actividad empresarial para ocupar el puesto de chef patissier en varias pastelerías porteñas. Actualmente es jefa de producción de pastelería y panadería de Usina Cafetera (más conocida por ser la tienda de café de especialidad y pastelería de calidad de la ciudad de Buenos Aires). Estela es quien colabora con el desarrollo de todos los locales de la marca aportando sus conocimientos y riquísimas recetas.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “Mi trabajo en Usina Cafetera me gratifica ampliamente, lo que más disfruto es permitirme seguir probando nuevas recetas, la inspiración constante, como es el ejemplo de uno de mis postres favoritos, busqué, probé, maridé y así nació nuestro Malamado y frambuesa, un lingote de puro sabor, ¡el cual recomiendo degustar con los ojos cerrados!”.
-Raquel Tejerina, cocinera.
Una mujer del Renacimiento: además de cocinera, es administradora de empresas y escritora de ficción (con una amiga tienen una librería). Cocina desde siempre, oficio que aprendió de Catalina, su madre. Por sobre todo, le preocupa la soberanía alimentaria, la trazabilidad de los productos y la agroecología. Ese es el motivo por el que, junto a su hermana Mariana, abrió Catalino, el restaurante cuyo objetivo es que la gente coma mejor, de forma sana, segura y saludable.
¿Qué es lo que más te entusiasma de tu trabajo? “Poder cambiar la forma en que la gente se alimenta”.