Argentina, libre de grasas trans

Argentina pasará a integrar con Suiza, Islandia y Dinamarca el reducido grupo de países que han eliminado las grasas trans de los alimentos industrializados, según resaltó el Ministerio de Salud de la Nación. Y es que a partir del 10 de diciembre se aplicará la reforma al Código Alimentario que prohíbe fabricar y comercializar alimentos que contengan trans de origen industrial.

El consumo sostenido de grasas trans amenaza la salud cardiovascular y un estudio del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) sobre esta modificación del Código Alimentario Argentino proyecta que la medida permitirá evitar anualmente más de 5000 complicaciones cardiovasculares y 1500 muertes por enfermedad coronaria.

Adolfo Rubinstein, director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (asociado a la Facultad de Medicina) precisó que la grasas trans de origen industrial son responsables de 1500 muertes asociadas a enfermedades coronarias, 2880 infartos agudos de miocardio y más de 1000 anginas inestables, en Argentina. A partir de la nueva medida, el sistema sanitario argentino se ahorrará “hasta 100 millones de dólares” de eliminarse estos eventos coronarios agudos, señaló el profesional.

Actualmente, los cinco grupos de alimentos con mayor contenido de grasas trans son los baños de repostería, los productos de panadería, los alfajores, las barritas de cereales, las galletitas y los platos precocidos. Así lo demuestran los datos preliminares de un relevamiento de 528 productos en las góndolas de una de las principales cadena de supermercados que realizó la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina.

Eso coincide no sólo con los datos que obtuvo la misma organización el año pasado en 878 alimentos de otras dos cadenas de supermercados, sino también con los que el Instituto Nacional de Alimentos presentó la semana pasada en la jornada “Argentina 2013 Libre de Grasas Trans”, organizada por el Ministerio de Salud con todos los sectores involucrados. Eso incluye a las entidades profesionales, los investigadores y las ONG que insisten en destacar la necesidad de que, una vez implementada la medida, realizar un control sostenido de su cumplimiento para ayudar a las empresas, como las pymes, que les cueste incorporar las modificaciones y comprar los insumos necesarios.

“Estas grasas trans tienen efectos adversos para la salud: la evidencia científica vincula el consumo de ácidos grasos trans de origen industrial con alteraciones del metabolismo de lípidos en la sangre, inflamación vascular y desarrollo de enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y renales”, explicó el Ministerio de Salud a través de un comunicado de prensa en el que, también, se atribuyó la investigación del IECS sin haber participado ni mencionar a sus autores.
Sin sorpresas

La norma no toma por sorpresa a la industria alimentaria. Hace cuatro años, una modificación del Código Alimentario fijó los límites máximos permitidos de grasas trans, que se desarrollaron como un reemplazo saludable (por su origen vegetal) de las grasas de origen animal. Luego, se comprobó que también eran peligrosas. Hoy se sabe que el consumo de 5 gramos diarios es suficiente para elevar un 25% el riesgo cardiovascular.

“La Argentina es el primer país en desarrollo que verdaderamente elimina las grasas trans de productos como política de salud pública”, dijo el doctor Marcelo Tavella, docente e investigador de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud de la Unicen. “Tendrían que empezar a verse en un año los resultados, y de 4 a 5 años los efectos completos. Ahora, el desafío es aumentar la producción de aceite de girasol alto oleico para satisfacer la demanda interna y, también internacional, que es alta.” La doctora Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina, aclaró que la norma rige para los productos elaborados a partir del lunes próximo. “Celebramos lo logrado, pero vamos por la fiscalización e implementación completa de la norma con asistencia técnica a las pymes”, indicó. Para los consumidores, aconsejó empezar a leer las etiquetas, donde dice grasas totales y grasas trans. “Que elijan ya las que dicen cero”.

Fuente: www.lanacion.com.ar

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