Wine Tour Encuentro de Rutini

(*) Por Roberto Colmenarejo

El pasado jueves por la noche estuvimos en la reunión mensual del Wine Tour del Hotel Sheraton, con los vinos de la línea “Encuentro”, productos de la bodega Rutini cuyo nombre evoca la unión de dos grandes enólogos: Mariano di Paola, histórico de la casa desde hace casi dos décadas, y Paul Hobbs, prestigioso consultor norteamericano.

La recepción comenzó puntualmente a las 21.30 horas, con unos appetizers en forma de “mini delicatessen”, y que eran pequeñas preparaciones saladas donde se luce la inspirada cocina del hotel (muy fresca la mousse de palta con salsa picante, adictivos los triangulitos de masa philo rellenos de queso camembert y membrillo). Para acompañar estos aperitivos se sirvió Encuentro Brut Nature ($180), un vino espumoso método champenoise elaborado 100 por ciento con uvas pinot noir, de bello color salmón, aromas frutados, paladar seco y “perlage” elegante. La combinación fue muy acertada, predisponiéndonos para disfrutar de una gran velada.

Luego de esta previa pasamos a las mesas, dispuestos a regocijarnos con los creativos platos del chef Luis Salguero y su equipo. Como siempre, los panes elaborados allí fueron una tentación difícil de evitar, así que sucumbimos ante ella de inmediato.

Ya cómodamente sentados, arrancamos con el primer tiempo del menú que fueron unos “langostinos al ajillo”; un plato simple, fresco y liviano. Para acompañar este paso se presentó el Encuentro Chardonnay 2011 ($144). Este producto es un blanco de aromas complejos (manzanas, peras en almíbar, miel, tostados leves); con una boca de mediano volumen, refrescante acidez -típica de las uvas del Valle de Uco- y persistencia moderada. El maridaje fue agradable, aunque el vino se lució por sobre la comida, debido a la simplicidad y sutileza del plato elaborado con frutos de mar.

La cena continuó con un “lomo de cerdo sobre ragout de legumbres y su jugo”, una preparación invernal y contundente, muy adecuada a la noche fresca. Para escoltar este segundo paso se sirvió el Encuentro Cabernet Sauvignon 2010 ($144). Un tinto de buena tipicidad varietal -bien al estilo internacional de Paul Hobbs-, con profundos aromas de frutas negras, especias, cuero y dejos terrosos, en notable armonía con las notas de crianza en barricas. En la boca es sabroso, tiene paso ágil, taninos pulidos y una larga persistencia. Un acertado maridaje, pues tanto plato como vino se respetaron y realzaron mutuamente.

El tercer tiempo fue un “cordero en dos cocciones sobre crema de papas y puntas de espárragos”, un plato de estilo clásico y paciente elaboración, con la carne ovina en un excelente punto de terneza y cocción, ¡notable preparación! Para este plato de sabores vehementes se eligió un vino acorde, el Encuentro Gran Reserva 7 Vineyards 2008 ($320). Un tinto de corte bordalés clásico, elaborado con uvas provenientes de siete viñedos propios en diferentes regiones de Mendoza. Sus  aromas son extremadamente complejos y profundos, con notas frutales maduras, especiadas (clavo, canela, tabaco) y balsámicas (regaliz); soportado por una boca recia, madura y muy elegante, de taninos firmes -pero delicados-, acidez calibrada a la perfección y larguísima persistencia. Aquí el maridaje funcionó realmente de maravillas, pues las intensidades del plato y del vino se acompañaron sin superponerse. ¡Verdaderamente exquisito!

Finalmente, el postre fue una “una crostata de arándanos y almendras con helado de brut nature”. Una preparación liviana y frutal, de gran frescura, óptima para cerrar una noche de platos rotundos. Aquí se sirvió nuevamente el espumoso Encuentro Brut Nature ($180). El maridaje fue agradable, pues el espumoso supo escoltar la intensidad moderadamente golosa del postre.  
 
La cena culminó con los tradicionales sorteos para que varios de los invitados se fueran con una botellita bajo el brazo. Además, Nicolás Costantini (director de Alimentos & Bebidas del hotel) adelantó algunas de las actividades previstas para el resto del año.

Cerrando la noche con café y animada charlas de amigos, la velada se estiró hasta casi la una y media de la madrugada. Allí nos fuimos con el placer de haber degustado ricos vinos argentinos, en compañía de buena comida y mejores amigos.

¡Esperamos que pasen volando estas semanas de vacaciones, para volver a reunirnos a fines de julio en otro nuevo Wine Tour! 

(*)Sommelier y docente – [email protected]

ÚLTIMAS NOTICIAS

Scroll al inicio