Vivió en Japón, recorrió el mundo y descubrió su vocación en el amor por el pan de sus abuelos

Victoria Carando vivió un año de Japón como estudiante de intercambio, trabajó en un crucero nutriéndose de las cocinas del mundo, viajó mil veces a Estados Unidos, donde su hermana formó una familia multicultural con su esposo coreano… y amasó todo eso junto a los recuerdos de sus abuelos tanos, fundadores de la primera panadería de un pueblo del interior cordobés.

Podemos decir que Nala, Tienda Saludable, (Nala en homenaje a su sobrina estadounidense, del mismo nombre) es una síntesis de todos esos estímulos y de todos esos sabores que deslumbraron a Victoria alrededor del mundo. 

Mientras esperamos la hogaza con semillas, harina integral -“para profundizar el aroma”- y masa madre de centeno, que hará para la caja La Gurmet de mayo, hablamos con Victoria para repasar detalles de su historia

Sus panificados.

¿Cómo nació Nala, Tienda Saludable?

Nació hace 10 años, por el amor a la gastronomía y un fuerte llamado hacia el pan y los alimentos orgánicos, que por ese tiempo en Córdoba recién se empezaba a hacer más visible con la llegada de la Feria Agro de la UNC. 

¿El eje ya era el pan?

Sí. En aquel momento panificaba con levadura, como enseñaba Narda Lepes en su primer libro, y según lo que aprendí en los primeros cursos de alimentación saludable y de cocina que hice cuando volví de Japón, que fue una cultura que me voló la cabeza. 

¿Qué trajiste gastronómicamente de Japón?

No fue una cosa puntual sino una expolosión de cabeza y la inspiración para aprender a cocinar ese mundo desconocido del cual me enamoré para siempre. Después de eso -que fue en 2009- viajé muchísimo: China, Camboya, Tailandia, Vietnam, los Balcanes, Ucrania… Trabajé como tripulante en Princess, lo que me abrió el paladar a la gastronomía de barcos, con comida de 50 nacionalidades.

Panes raros y saludables

¿Qué productos hacés?

Nos dedicamos al pan y pastelería con masa madre en partes iguales. Hacemos hogazas, panes de molde, ciabattas y focaccias en una variedad de más de 10 tipos. Actualmente estamos desarrollando baguette y varios productos de hojaldre y masas dulces enriquecidas, que es el siguiente paso para salir al mercado con bollería.

¿Cuáles son sus especialidades dulces?

En cuanto a la pastelería, Nala se aboca a un perfil natural, respetando siempre los ingredientes honestos y limpios. Hacemos alfajores, cookies, “palitos” de garbanzo, budines e incluimos una propuesta amplia en opciones sin gluten y veganas. También hacemos una granola muy especial, con avena fermentada y horneada y frutos secos deshidratados. Al estar tratada de esa manera, la avena no inflama ni produce distensión abdominal. ¡Y además es riquísima!

Panes de masa madre.

Amasando experiencias

¿Trabajás sola o con colaboradores?

Arranqué sola en un departamento chiquito de Nueva Córdoba (¡con nota de CG incluida!) pero desde hace un año y medio, en Mendiolaza, empecé a formar equipo y hoy somos tres compañeras de trabajo produciendo.

¿Todas meten las manos en la masa?

Sí, pero no solamente eso. A partir del año pasado me pude identificar como emprendedora porque entendí que la gestión de una panadería abarca mucho más que la elaboración del pan

¿Por ejemplo?

Interactuar con colegas, conocer qué se hace en otros lugares, organizar pop-ups, formar parte de ferias, además de darle una imagen definida a la marca y hacer un buen manejo de redes y fotos, que es clave hoy donde se consumen experiencias y no solamente productos gastronómicos.

De la harina venimos…

¿Venís de una tradición de panaderos de familia, verdad? ¿Cómo influyó eso en la elección de tu oficio y en el amor que le ponés?

Creo que el impulso que tuve por dedicarme al pan fue algo mágico asociado al árbol genealógico y mi historia familiar. Mi papá más que contarme anécdotas de su abuelo y bisabuelo Doménico (quien llegó de Piamonte y fundó la Panadería Carando en 1904 en Coronel Moldes), no me incentivó a aprender el oficio, lo descubrí sola. ¡Y mirá que estudié Turismo!

La hija licenciada, se hizo panadera y emprendedora…

Hoy es un orgullo para mi familia paterna que cuando voy al pueblo, pase por la panadería -aún vigente- y haga pan dulce para Navidad o posca para Semana Santa, tal como hacía mi abuelo Juan.

Dónde comprar

Los productos de Nala pueden conseguirse en la Feria Agroecológica Villa Allende (sábados de 10 a 13.30 hs), almacénes naturales que re venden la marca y locales gastronómicos donde llega parte de lo que elaboran de lunes a viernes. 

En la caja La Gurmet de mayo (que distribuimos a domicilio sin costo de envío en Córdoba), llega una hogaza de pan de harina integral y masa madre de centeno, con semillas, “ideal para hacer unas buenas bruschettas frotadas con ajo, oliva y disfrutar junto a los demás productos de la caja”, dice Victoria. Reservá tu caja en www.circuitogastronomico.com/tienda

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