Vinos para comprar inteligentemente

(*) Por Roberto Colmenarejo

“Un vino es perfecto cuando uno lamenta haber acabado la botella”
(Roberto Verino, diseñador gallego).

Hace algunas semanas publiqué aquí una nota sobre buenos vinos a precios accesibles (Vino con poca plata), que tuvo bastante repercusión. Hoy quiero presentarles algunos vinos que quizás no son tan baratos como aquellos, pero que satisfacen mucho por el precio que se los paga.

Estos vinos son comúnmente llamadas “best buys” (buenas compras), pues justifican con su calidad -u originalidad- el valor de mercado que se paga por ellos. Suelen ser los vinos que más satisfacciones nos generan a los enófilos, pues nos hacen sentir que hemos gastado bien nuestro dinero.

Dentro de la inmensa producción nacional hay decenas de ejemplos de estos productos, que sólo deben buscarse con algo de paciencia. Para ayudar en esta exploración, aquí ocho recomendados de buena relación precio-calidad:

. Hagmann Moscato S/A ($26): Nada mejor que revisitar los clásicos de vez en cuando. Este producto es ideal para ello, pues pertenece a una de las pocas bodegas nacionales que continúan con la tradición de los vinos especiales (licorosos). Un buen Moscato sanjuanino, perfumado y moderadamente dulce. Ideal para acompañar pizza (arraigado maridaje argentino -algo caído en desuso en la actualidad-, pero que personalmente homenajeo cada vez que ando por alguna pizzería de Buenos Aires). Un vino que debe beberse bien frío, para balancear su dulzor y potenciar su frescura. ¡Una delicia, qué quieren que les diga!

. Aguma Sauvignon Blanc 2012 ($30): Esta joven bodega sanjuanina se especializa en hacer buenos productos a precios razonables. De toda su línea clásica, este es el vino que más me gusta. Un blanco aromático y fresco, con una buena tipicidad varietal que se traduce en una nariz limpia de aromas frutales (ananá, cítricos) y herbáceos (pasto cortado, ruda). La boca es liviana, sabrosa y de acidez marcada, invitando a tomar más de una copa. Gran vino para disfrutar de una tarde de calor a la orilla del río.     

. Don Coco Isabella Blanca 2012 ($35): Esta sí que es una “perlita” para buscadores de rarezas -de la cual además se han hecho apenas 300 botellas, así que habrá que ser “rápido de reflejos” para conseguir una-. Un vino sumamente particular, elaborado con un extraño clon albino de nuestra uva regional, del que hay plantadas apenas unas pocas hileras en una finca de Colonia Caroya. Este blanco tiene los aromas frutales frescos inconfundibles de la cepa, pero que viran un poco hacia el ananá maduro, la miel y los duraznos en almíbar. En la boca es ligero, bastante goloso pero balanceado con una  buena acidez; lo que lo vuelve un producto muy sencillo de beber. Quizás tenga que manejar hasta la Colonia el fin de semana para buscar algunas botellas, pero por la singularidad y el precio razonable realmente vale la pena.

. Santa Julia Reserva Tempranillo 2010 ($39): ¿Quién no conoce esta marca de vinos de bodega Familia Zuccardi? Pues bien, dentro de la línea este es -sin dudas- su mejor producto. Un tempranillo muy atractivo de beber, con el perfil definido de la variedad. La nariz es frutal madura (ciruelas ácidas, moras) y algo especiada, con algunos trazos de complejidad aportados por el contacto con roble. En boca es un vino sabroso y franco; con entrada seca, volumen medio, taninos apenas presentes y buena persistencia. Un vino “que se le para de igual a igual” a varios productos aún de mayor gama. ¡Una excelente compra, como para tener siempre algunas botellas en casa!

. Don Manuel Villafañe Cabernet Franc 2011 ($48): Para quienes no conocen aún este  cepaje -de la misma familia del Cabernet Sauvignon-, este producto puede ser la excusa perfecta para descubrirlo sin gastar demasiado. Un tinto muy bebible, que muestra con sutileza la tipicidad de esta uva. Al llevarlo a la nariz es un vino de aromática frutal fresca, con algunas reminiscencias herbales y balsámicas (eucaliptus, anís, mentol). En la boca tiene una entrada amable y refrescante, de sabor frutado, con taninos moderados y mediana persistencia Buen vino para acompañar pastas con salsa carbonara o filetto.

. CarinaE Cuvée Brigitte 2009 ($58): Esta tinto pertenece a la pequeña bodega familiar de Brigitte y Philippe Subra (un matrimonio francés afincado en Argentina desde fines de los años 90´). Un corte de uvas malbec y cabernet sauvignon, apenas “tocado” por el roble para no robarle frescura. Un vino de nariz sumamente especiada (pimienta, clavo) balsámica y con algo de frutos negros -bien típica de cabernet-, en perfecta conjunción con algunas suaves notas florales -típicas del malbec-. Al llevarlo a la boca es un vino de entrada seca -que se suaviza en el medio de boca gracias a la golosidad frutal del malbec-, con buen volumen, taninos firmes -pero no secantes- y sugestiva persistencia. ¡Un rico vino, que te “deja bien parado” en un asado sin “hacerte temblar la billetera”!  

. Grandelirio Malbec 2011 ($65): Este vino es una novedad absoluta en el mercado cordobés. Una apuesta fuerte del joven enólogo mendocino Eduardo Olivera Scotti, que decidió dejar la seguridad de trabajar en una gran bodega para largarse a la aventura de tener -junto a su familia- un vino propio. ¡Visto los primeros resultados plasmados en esta botella, parece que la decisión fue muy acertada y tenemos buenos vinos para rato! Este tinto es un típico malbec mendocino, que se bebe con facilidad y deleite. Nariz de frutas maduras y trazos especiados (brindados por el breve contacto con roble); que se complementa con una boca de entrada muy amable, sabor frutal fresco, agradable fluidez -gracias a sus  taninos redondos y dulces- y persistencia sostenida. El packaging es original, moderno y atractivo, lo que le suma algunos puntos extra. ¡Un producto para sorprender a los amigos, en un precio sumamente razonable!    

. Huzep Extra Brut ($52): Este vino espumoso es un verdadero “tapado”, pues ofrece mucho más de lo que su precio pide. Vale la pena descubrirlo ahora que se acercan las fiestas de fin de año, pues es una gran elección para la mesa navideña. Este producto está elaborado por Don Juan Graffigna Del Bono (quizás el último de los patriarcas de la vitivinicultura sanjuanina, descendiente de una familia muy arraigada en la industria del vino cuyana); utilizando el método charmat, sobre la base de un corte de uvas blancas chardonnay y sauvignon blanc. El resultado es un vino burbujeante sumamente liviano y vivaz; sus aromas son frutales (manzana verde, pera, ananá maduro) y algo herbáceos, dando paso luego a una boca ágil, muy refrescante y de fino “perlage”. ¡Para descubrir y sorprenderse!

Y ustedes. ¿qué vinos que compran con frecuencia? Cuéntenos si quieren cuáles son sus recomendados en relación precio-calidad.

¡Hasta la próxima copa!


(*)Sommelier y docente – robertocolmenarejo@hotmail.com

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