Para los amantes de los gatos, Uruguay ya tiene su primera cafetería donde se puede disfrutar una merienda junto a los felinos.
Hace dose semanas abrió sus puertas en Punta del Este el Adrianuzca’s Cat Café. El local, ubicado en Gorlero 535, está gerenciado por una pareja que se enamoró de un modelo de negocio que se originó en Japón -donde ya hay más de 40 de estos emprendimientos- y que luego se extendió por varias ciudades de Europa, Estados Unidos, México e incluso países vecinos como Brasil o Chile.
Fue en Barcelona donde los dueños del recientemente estrenado café se interesaron en este sistema, que fusiona la gastronomía con la preocupación por el bienestar animal.
Adriana Olaza, dueña del lugar junto a su pareja, explicó a El Observador que la idea despertó muchas dudas al principio, tanto a ellos como a las personas que se lo comentaban. La cuestión pasaba, sobre todo, por la conjunción de dos elementos a priori antagónicos: los animales y la comida.
En ese sentido, para habilitar su emprendimiento debieron seguir una estricta regularización que implica higienizar el local todos los días, mantener en áreas separadas la cocina y el lugar donde los gatos juegan con los clientes, y tener un sector especial donde mantienen a los animales enfermos en cuarentena. Cada día, antes de abrir al público, el local es desinfectado con productos de limpieza durante una hora.
Imaginate que llegás al café y, luego de consumir un capuccino o una medialuna preparada por la casa, te encariñás con uno de los gatitos que corren, saltan o duermen por el recinto acondicionado con almohadones y juguetes. Si eso sucede, no te preocupes, porque una de las funciones de este local es fomentar la adopción de los gatos que allí se encuentran, que llegan hasta el lugar luego de ser abandonados en la calle o en situaciones similares.
Sus encargados aseguran que la idea detrás de la empresa surgió de una simbiosis entre el gusto por los animales y la necesidad de hacer algo por aquellos que se encuentran abandonados. Es por eso que los clientes interesados pueden adoptar a cualquiera de estos animales si cumplen con los requisitos básicos del local.
Al momento de la adopción, el cliente debe firmar un precontrato en el que se compromete a seguir determinadas reglas de manutención, que se realiza bajo la inspección de una organización protectora de animales relacionada con Adrianuzca’s.
En las primeras semanas del local ya se adoptaron tres gatos y, según Olaza, la respuesta de la gente al proyecto ha sido mejor de la esperada gracias a los curiosos que entran, se sorprenden por la propuesta y luego corren la voz.
Fuente: www.iprofesional.com