Los vendedores ambulantes con oficio que subían a los colectivos en otra épocas tenían una frase característica para promocionar la portabilidad de su oferta. Decían que su producto era ideal “para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero”.
Buscando el salame perfecto, no solo en sabor y textura sino también en practicidad, los artesanos de Monnier (Oncativo) desarrollaron un salame de calibre fino embutido en tripa y envasado al vacío de 150 gramos de peso.
“Son muy comunes las consultas de cómo guardar un salame abierto, cuánto tiempo dura en la heladera y cuál es el punto exacto de maduración -cuenta Luis Monnier, director de la charcutería. Por eso decidimos hacer este producto que resuelve todos los problemas”, agrega.
Y enumera:
-Tiene 20 días de estacionamiento, que ya por el grosor angosto de la tripa, llega en ese tiempo al punto óptimo de sabor.
-Utilizamos cortes frescos y los condimentos son molidos y agregados en el momento, evitando volatilidad de los sabores (pimienta, canela, clavo de olor).
-Es una presentación prácticamente de cartera, por su tamaño, pensado para que se termine en una sola sentada picada. Y al estar al vacío, se evitan los olores típicos de la maduración.
El “salame perfecto” de Monnier llegó este mes a los clientes de Circuito Gastronómico en la caja La Gurmet, pero quédense atentos porque siempre vienen productos de esta marca para saborear.
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