Desde hace varios años la comida tradicional peruana se ha extendido y afianzado como una de las mejores del mundo. En Córdoba hay hoy una gran variedad de restaurantes que ofrecen lo más tradicional de sus platos.
La Familia Rojas Reyes llegó a la Argentina hace 28 años. Está conformada por Verónica, su esposo Julián y sus 5 hijos. Bajo este cielo nacieron, a su vez, sus 6 nietos.
Juntos llevan adelante Pisco Mar en familia. El restaurante se encontraba inicialmente en el Cerro de las Rosas, pero desde enero del 2020 funciona en Añaquito 1309, esquina Río de Janeiro, en Villa Allende.
Entre sus platos se destacan el ceviche, el tallarín saltado con verduras, el arroz chaufa, y delicias dulces como el suspiro limeño. Pero lo que realmente hace diferente a Pisco Mar es que es un negocio con esencia familiar.
Entre papas y cebollas
En Pisco Mar, como en toda familia, cada uno tiene su rol: Verónica administra el local. Julián recibe a los clientes, y en la cocina están sus hijos
“Venimos de una familia vinculada a la cocina. Sobre todo, mi madre, siempre era ella la que cocinaba”, cuenta Verónica a Circuito Gastronómico.
Su hija Allison es la que más siguió de cerca los pasos de su abuela y de su madre. “Empecé a cocinar desde muy chica. Mis padres se vinieron dos años a Argentina a buscar y preparar un futuro mejor para nosotros, y nosotros nos quedamos con mi abuela”, relata. “Le ayudaba a mi abuela a cocinar, así que ella me fue enseñando. También teníamos una tía que tenía un puestito en el mercado, así que yo iba feliz a ayudarla a cocinar. Siempre estuve entre papas y cebollas”, cuenta.
Un destino marcado
Al llegar a Argentina, con 12 años, Allison se enamoró del canal Utilísima. Ese sería un antes y un después en su vida.
Ese año, Allison y su hermana no pudieron ingresar a la escuela. “Me tocó un año sabático, así que me pasaba horas viendo ese canal y anotando cuanta receta y técnica salían, en un cuadernito”, cuenta. “Mi mamá trabajaba todo el día. Nos dejaba algunas cosas precocinadas. Yo negociaba con mi hermana: yo cocinaba y ella acomodaba la cocina. Ella detesta la cocina, pero es impecable con la limpieza”, explica.
El camino no fue lineal. Su padre, Julián, era maestro mayor de obra y siempre soñó con que Allison fuera arquitecta. “Me postulé a arquitectura pensando que no iba a quedar y quedé”, cuenta. Cursó durante dos años la carrera, pero nadie puede escapar a su destino.
“No me apasionaba. Sabía que no iba a ser feliz haciendo eso, así que dejé” asevera. Sus inicios profesionales en la cocina fueron con un emprendimiento de catering que encaró con su actual esposo.
“Mi tía y mi mamá me ayudaban y me daban sus recetas. Comencé a ver que a la gente le gustaba”, cuenta.
Su primer trabajo en gastronomía fue en un restaurante peruano: El Tumi. Luego se profesionalizó: estudió en Celia donde se recibió como cocinera profesional.
Fiel con la cultura
La familia siempre encontró la forma de seguir preparando los platos tradicionales de su tierra, aunque 28 años atrás, era prácticamente imposible encontrar los insumos necesarios.
Ese ha sido desde siempre el mayor desafío de su proyecto: ser fieles a la cultura gastronómica con las limitaciones de insumos y adaptando las recetas al paladar argentino.
“Hoy el argentino es muy conocedor de la comida peruana y se atreve a probar cosas nuevas, pero no siempre fue así. Nosotros nos hemos enfocado en el paladar argentino y hemos adaptado a él las recetas y los sabores porque el 95% de nuestros clientes son argentinos. Pero siempre cuidando ser fieles a los platos y a nuestra cultura”, explica Allison.
Pescado crudo, picante, cebolla cruda, cilantro, han debido adaptarse para ser sin invadir, gustar y ser elegidos por clientes que semana a semana vuelven a Pisco Mar.
Hoy, la familia parece haber logrado todo lo propuesto, pero eso no quiere decir que no haya nuevos sueños por conquistar. “Nuestro sueño es tener un lugar propio (el que tenemos es alquilado) donde además de tener el restaurante, podamos convertir el espacio en un gran centro cultural donde podamos enseñar nuestra cultura”, finaliza Allison.
Contacto
Pisco Mar en familia está ubicado en Río de Janeiro 1309 esquina Añaquito, Villa Allende. Teléfono: (0351) 155-631766.
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