Panicafé suma a su ya conocida propuesta gastronómica dos nuevas unidades de negocio: heladería y pastelería, ambas con la impronta artesanal de la marca, con sabores “como los de antes”.
«La vita inizia dopo el caffe» (la vida comienza después del café), una frase que causó gracia en una charla de amigos, dio inicio a este proyecto. Así es como en 2015 nace Panicafé, producto del sueño de tres amigos con una visión común: brindar sabores hechos con amor. Sabores de café, de panes y de platillos simples, sanos y caseros, donde cada detalle está cuidado y elaborado con la más alta calidad posible. Sabores que son la excusa perfecta para disfrutar de un gran momento entre amigos, con la familia o en la soledad de un reencuentro con uno mismo.
Con el pasar de los meses y ante la buena recepción del público, deciden dar un paso más en su propuesta comercial e incorporan dos nuevas unidades de negocio: una heladería (“Gelatería”) y una pastelería (“Panificio”), que mantienen el valor de lo artesanal que caracteriza a Panicafé.
Para el 2018, la empresa proyecta la apertura de su segundo local en la ciudad, que contenga los cuatro conceptos -pan, café, tortas y helados- y a partir de ello crecer en modelo de franquicias generando diversas combinaciones de los conceptos desarrollados.
Este jueves 28 de septiembre a las 19 se realizará la presentación de las nuevas unidades de negocio, en el local ubicado en Rafael Nuñez y Gregorio Gavier, destinado a prensa, amigos e invitados. Los socios estarán presentes para realizar un recorrido por las instalaciones, charlar sobre las novedades del renovado formato de la empresa y celebrar juntos el crecimiento de Panicafé.