Por Valentina Livolsi (*)
Tal como les adelanté en el titular, sí sí señoras y señores, llegaron y además, para quedarse. Es que proyectos como estos, donde la pasión y el amor por el trabajo y la vid se hacen notar y se transmiten en cada copa, deben crecer y perdurar.
Pero vayamos por parte, que la historia de estos vinos me encantó y me acercó a personas geniales y con una onda lindísima.
Juan Cruz Borsotti, sommelier, emprendedor, asesor vitivinícola, emisario de la cultura cordobesa y entusiasta imparable que hoy, es el presidente de la Cámara de Bodegas de Córdoba y a quien tengo un gran aprecio, me invitó a la presentación de Piensa Wines, de los cuales se trata la nota de esta semana.
El evento se llevó a cabo en el ex Capitán Blue XL lugar que, en medio de una pandemia que lo obligó a reinventarse, ahora se conoce como Mercado Vegano, donde se realizan ferias autogestivas, ofrecen platos veganos y muestras de artes locales.
Banda en vivo, protocolos, un núcleo de arte en medio del Abasto. Todo confluía al mismo tiempo y entre todo ese ajetreo de colores, sonidos y aromas… El vino.
Como novedad en Córdoba, esta fue la primera degustación mediante el uso de auriculares. ¿Y esto? A medida que los participantes nos fuimos ubicando, nos acercaban los auriculares, ya que fue guiada a través de ellos. Todo el sonido exterior se calmó para conocer lo que Juan Cruz y Álvaro López (co-founder) tenían para contarnos.
Los creadores de Piensa Wines. Ph: Sofía Borsotti
Piensa Wines: Vinos franceses hechos por argentinos en suelos cordobeses
Este es un proyecto binacional pensado y creado en 2018 por los hermanos Alejandro y Álvaro López, alimentando así la sinergia entre ambos países y buscando crear vinos diferentes y de gran calidad, en estrecha relación con la naturaleza y como resultado de muchos años de experiencia en la viticultura nacional e internacional.
Oriundos de Buenos Aires, Alejandro es biólogo y winemaker en constante relación con la industria del vino trabajando desde hace años en Estados Unidos, Francia y Argentina para bodegas como Rutini, Chateau Léoville las Cases, Finca La Celia y Grupo Peñaflor; fue el impulsor del proyecto.
Por su parte Álvaro, si bien es un “outsider” de la viticultura, aportó a Piensa Wines una inteligencia emocional y una calidez para las relaciones humanas que no podía faltar en el mundo del vino, sumando así valor y evolución constante.
Se llaman Piensa, porque su mamá, de pequeños siempre les repetía: “Quien te quiere, te piensa”. De esta forma, estos vinos son un homenaje a ella y a su memoria.
¿Cómo aparece Juan Cruz para cerrar este terceto que se las trae? Asado mediante con Alejandro. Se conocieron por amigos en común, se llevaron bien desde el primer momento entre guitarreadas y vinos, volvieron a verse luego de un tiempo, viajaron juntos, perdieron un tren, conocieron a otro “Alejandro López” en la estación, quisieron comprar el boleto, no tuvieron suerte. Pasa que su suerte iba para otro lado. El de trabajar juntos. Lo decidieron y acá están, con un portfolio divino de vinos que cruzaron el mar y otros que nacieron de nuestras mismísimas tierras cordobesas.
Es que su idea es abrazar historias. Es identificar al terroir cordobés, a su gente y su cultura, donde encontraron características y materia prima muy similares a las que tiene Francia.
Valentina en plena degustación. Ph: Sofía Borsotti.
La degustación
El primer paso fue con un Bordeaux Rosé 2018, de color piel de cebolla y con reflejos salmón claro, es limpio y brillante a la vista. En nariz, es complejo y delicado. Con notas de frutillas, melón, mandarina y pétalos de rosa, en nariz me encantó. En boca es suave, ágil y amable. Ligeramente untuoso, fresco y de muy buena acidez, delicado y con buen perdure.
Sus viñedos se encuentran en la región de Caudrot, Burdeos. “Entre dos Mares”, Francia. Conformado por un 57% Cabernet Sauvignon – 36% Merlot – 4% Sauvignon Gris – 3% Semillón. Con fermentación y añejamiento en tanques de acero inoxidable y con battonage diario en barrica cada tres días, lo cual aporta la untuosidad y cuerpo que percibimos en boca. Soy fan.
Seguimos con el Piensa Blend 2019, este ya con uvas 100% cordobesas. Hablamos de Ancelotta, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y un guiñito a nuestra uva emblema, la Isabella. De color rojo rubí limpio e intenso, algo herbáceo en nariz, austero, salvaje. Frutillas, zarzamoras y frutos negros. Buen cuerpo y perdure. Ideal para tomar al lado del fuego y con un libro en la mano.
Finalmente y para cerrar la degustación, llegamos al Piensa Blend Reserva 2018, con uvas de Quilino y Colonia Caroya: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Viognier e Isabella. Con paso por barrica francesa durante ocho meses, en nariz nos regala sutil madera, especias y frutas maduras en su punto justo. Una untuosidad aportada por el Viognier puede percibirse de manera delicada.
En un momento, le preguntamos a Álvaro: “¿Por qué Córdoba?”. Su respuesta fue clara y sincera: “¿Y por qué no?”. Cerró la noche con la frase: “Tomen vinos, tomen vinos de Córdoba que hay cosas maravillosas”.
Así será. Bebamos, probemos y disfrutemos que el vino une y Córdoba sigue sorprendiendo.
(*) Sommelier