Por Valentina Livolsi (*)
En medio de esta pandemia mundial que nos tiene dentro de un laberinto de emociones, incertidumbres y distancia social, una se ve en la obligada necesidad de sacar lo bello de todo esto. Y eso, para mí, siempre está en lo simple.
Después de varios meses de encierro, salí a cenar. Nunca perdí ese ritual semanal de mimarme con algo rico en la tranquilidad del hogar, pero ahora aproveché y descubrí, gracias a Circuito Gastronómico, el restaurante Vittorio, especializado en cocina italiana.
Ubicado en Gauss 5259, me recibieron con una excelente atención, respetando desde el momento cero todo el protocolo sin perder por eso la amabilidad y calidez que tanto añorábamos.
Ahora bien, vamos a por lo que nos importa y nos une en esta nueva columna en la que hablaremos de vinos. Antes que nada y para dejar claras mis convicciones vínicas, quiero decir que cada vino es especial. No importa el precio ni la procedencia, siempre (o casi) será adecuado para algún tipo de ocasión.
Famiglia Bianchi
En este caso, el elegido para maridar nuestra cena fue el premiado Famiglia Bianchi Malbec 2018 ($646 en carta), al cual el reconocido crítico James Suckling le otorgó 90 puntos.
Oriundo de San Rafael, Mendoza, este tinto nos atrapa a primera vista por su brillante color rubí, su brillo limpio y su cuerpo ligero medio. En nariz se nos presenta frutado, con marcadas notas a frutillas, ciruelas, cassis. Por otro lado, es un vino perfectamente especiado, complejo, donde además, el paso por madera deja percibir aromas a chocolate, que se amalgaman de muy buena manera a las notas antes nombradas. De taninos marcados pero no astringentes, es un vino redondo, preciso, no le errás.
Maridaje
El menú de la noche fue: como entrada, olivas empanadas y fritas con salsa tártara, una explosión fascinante para el paladar. Como principales, mi cita pidió Entrecot con papas a la crema, y por mi parte, fui derecho al Risotto fungi con hongos de pino porque me fascina y porque para mi felicidad es una de las opciones vegetarianas.
La entrada de Vittorio.
El vino acompañó amablemente cada plato, sin tapar sabores ni aromas. Todo fue una excelente comunión. El Famiglia me devolvió casi sin querer, la hermosa sensación de volver a moverse, de brindar por lo nuevo, por lo de antes, por quien tenía al lado.
Así que ya saben: este Malbec viene bien para cuando se den el gustito de salir por ahí a disfrutar con quienes quieran, para cuando visiten nuevamente a ese amigo que tanto extrañan, o para cuando simplemente quieran regalarse algo rico para degustar en la comodidad de su sillón.
El entrecot de Vittorio.
Ficha Técnica
Famiglia Bianchi Malbec 2018 ($ 350 en vinotecas).
Tomar cuando:
-Quieras quedar bien con tu chic@.
-Tus suegros te pidan que lleves el vino.
-Te inviten a un asadito cool al mediodía.
No tomar cuando:
-Busques algo más piletero para el verano.
-Ya no sepas que estás tomando.
-De postre pidas una porción de Marquise.
Para maridar:
-El entrecot es una opción excelente.
-Se me ocurre que con un buen guiso de lentejas este vino sería una joya.
-Carnes asadas y al horno, quedan perfecto con lo especiado que le da el paso por madera a este Malbec.
(*) Sommelier
