Por Valentina Livolsi (*)
Muchas veces se duda en abrir un vino porque “no se si estoy de ánimo” o “es muy martes”, o “che, ¿y si lo pasamos para más adelante?”. Son razones súper entendibles (de una fuerza de voluntad envidiable) y admito que he dicho alguna de estas frases alguna vez. La razón por la que empecé a escribir estas notas fue porque, y más allá de mi amor por la vid, descubrí que casi la totalidad de situaciones que atravesaba, sean cuales fueren, casi siempre estuvieron acompañadas de un vino. Lo lindo de esto, es cómo descubrí también que cada botella significaba algo distinto, dejando algo nuevo en mi. Eran momentos, ¿me explico? No importaba si eran buenos o tristes o malos; el vino amalgamaba cada sensación.
La columna de esta semana fue escrita un día en que tenía tiempo para mí. Horas para aprovechar esa ociosidad que resulta agradable, el famoso y necesitado “Dolce far niente”, costumbre italiana del criollo “no hacer nada”.
Quishca Malbec 2018
Me encontré una nochecita con todas mis responsabilidades terminadas, la casa en orden, las plantas regadas. Y ahora, ¿qué hago? La respuesta siempre es: Y sí, un vinito. El elegido para esa ocasión fue el Quishca Malbec 2018 de Bodega Del Gredal, oriunda del norte cordobés y de la cual hablaré más abajo.
¿Cómo llegó a mis manos? Dentro de La Gourmet (la caja de Circuito Gastronómico), entre delicatessen, embutidos y alfajores, apareció este tinto y no pude menos que dejarme llevar por la curiosidad. La oportunidad era idónea. El tiempo estaba a mi favor. Ya lo dijo Goethe: “La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno”.
Bodega Del Gredal
Ahora bien, permítanme contarles un poquito de esta bodega que nació como proyecto familiar en el 2009, ubicada en San Pedro Norte, Tulumba, que descansa sobre el antiguo Camino Real. En época colonial, este camino unía el Virreinato del Río de la Plata con el Virreinato del Alto Perú. Es muy interesante pensar que en este camino de postas –algunas fueron estancias privadas, otras, simples rústicas construcciones– se ofrecían servicios básicos para los viajeros que necesitaban descanso, cambiar sus caballos, y abastecerse para continuar; y que en ese mismo camino quedaron plasmados hechos y personajes históricos para siempre. Córdoba no para de sorprender.
En manos del ingeniero Agrónomo Nacho Lozano y del enólogo Alberto Danini, su cosecha embotellada 2017 dio inicio a este proyecto que, en 2019 y asesorados esta vez por la enóloga mendocina Elina Gaido, lograron 20 mil botellas para la venta. Estiman cantidades superiores para los años venideros.
La bodega no solo cuenta con las cinco hectáreas destinadas a la vid, también conviven nogales, almendros y ganadería ovina y bovina. Todo esto, dentro de una reserva ecológica de flora y fauna.
¿Por qué la bodega se llama Del Gredal? Haciendo referencia a las características del suelo, “la greda”, donde se encuentran terrenos pedregosos, ricos en carbonato de calcio y otros minerales, que son extraídos por los viñedos para dar así la mejor expresión posible de color, aromas y sabor.
Notas de Cata
Hablando de la expresión del terruño, el malbec que les traigo en esta columna sí que es digno de estas tierras. Joven y super expresivo, de color rojo intenso con destellos rubí, limpio y brillante.
Mi nariz, encantada. Notas especiadas como la pimienta, aromas que recuerdan al chocolate, al tabaco. Terroso y agreste. Sintaxis total del suelo. Mucha fruta roja y negra como todo malbec, redondamente perfumado. En boca se presentó amable, dejando notar con sutileza su paso por tres meses en madera. Buena entrada, buena persistencia para su cuerpo medio que lo hace fácil de tomar y por supuesto, disfrutar.
Un malbec que resalta los suelos del norte de Córdoba, que es pasado y presente, trabajo y dedicación. Un malbec que su nombre en quechua –idioma Inca– significa “espina” y doy fe que se te fija directo en los sentidos (y personalmente, en mi corazón cordobés). No puedo menos que recomendar este vino para:
Tomar Cuando:
-Empiecen a conocer los vinos de Córdoba.
-El final del día los encuentre relajados.
-Escuchen el disco “Radio AM” de Elvira Ceballos y Rally Barrionuevo.
No Tomar Cuando:
-Estén a las corridas. Ningún vino se toma a las corridas.
-Esperen un vino maderoso.
Maridaje:
-Carnes rojas asadas con buenos condimentos.
-Pastas de relleno con salsas oscuras, una excelente opción.
-Pizzas: una Muzzarella ¿por qué no?
(*) Sommelier