Notas Vínicas: Un bar cervecero para la nueva normalidad veraniega

Por Valentina Livolsi (*)

He vuelto a los bares. De a poco, con todos los cuidados protocolares y con ganas de seguir conociendo nuevos lugares. De eso se trata esta nota. Y encima, no es de vinos. Es que no hay nada mejor que expandir horizontes, apropiarse de nuevas sensaciones.., en fin.. ¡Tomarse un par de cervezas! No solo de vino vivimos los sommeliers, y qué bien se siente aprender siempre un poquito más.

Ahora bien, como les contaba, la cervecería artesanal Bocatoma ubicada en Luis de Tejeda 4546 fue el proyecto de tres hermanos oriundos de Río Segundo: Leandro, Agostina y Nicolás. Tres personalidades diferentes, tres carreras diferentes pero que, unidas por esta pasión, son dinamita.
Es que los hermanos Romano iniciaron este sueño hace cinco años en su ciudad natal, con la cocina ubicada sobre la Autopista Córdoba – Rosario y paso a paso llegaron a su primer aniversario en modo “tap room”. ¿Qué es un tap room? Es un espacio que se puede definir como un centro de consumo en el cual las bebidas (regularmente alcohólicas) son servidas sobre la barra. En él, también pueden realizarse catas, lo que permite al consumidor conocer más sobre esta bebida y vivir la experiencia de manera mucho más cercana.

Una de las cervezas de la degustación.

A esto, hay que sumarle la maravillosa idea de su formato “autoservicio”, es decir llegás, pasás por caja, te entregan una tarjeta magnética donde PODÉS CARGAR EL SALDO QUE QUIERAS (sí, leíste bien), y te servís la cerveza que desees directamente de la canilla. Como broche de oro (y esta parte fue mi favorita), PODÉS ARMAR TU PROPIA PICADA. (Sí, un amor). Quesos, fiambres, snacks, y muchas más delicatessen listas para que la imaginación te inunde y la pases MOR-TAL.

El bar es lindo, grande, luminoso, la atención es genial y entre el equipo, los hermanos poniendo toda la garra y calidad al servicio.

Su nombre “Bocatoma” hace referencia a cierto tipo de estructura hidráulica que existía en Río Segundo y que al bajar el cauce se fue desmoronando y quedando en desuso (cuando se construyó el Dique de Los Molinos) la cual alimentaba una red de acequias para las quintas y continuó siendo un lugar de verano de las familias del lugar. Ahora es una zona declarada patrimonio por el municipio de esa ciudad; considerada zona arqueológica donde se encontraron restos arqueológicos de aborígenes y de la época colonial, como también restos de un Gliptodonte. Sí. RESTOS DE UN DINOSAURIO. ¿Gran carga histórica, no?

Todo esto tiene que ver con la calidad del agua de la cual sus habitantes están muy orgullosos según me contaba Leandro, y por lo cual en ese lugar se fundó una cervecería en manos de dos ingleses que trabajaban en la construcción del ferrocarril allá por 1884. Del mismo modo, también tiene que ver con el lugar donde los hermanos nacieron, y como el agua es un recurso muy importante para la calidad de la cerveza, eligieron ese nombre para su proyecto.

El sábado 12 de este mes, Bocatoma cumplió su primer aniversario abierto al público en esa modalidad y ahí estuve, claro que sí. La invitación incluía un maridaje de cinco pasos con diferentes cervezas elegidas para ello y para cocinar algunos platos. Tuve suerte, también tienen opciones veggies. A por ello entonces.

La degustación

Acompañado por Leandro (el maestro cervecero) dirigiendo la degustación y el maridaje, los pasos fueron:
-PRIMER PASO Blonde Ale: Una cerveza liviana, dorada de espuma compacta, mucha malta, mucho grano en su aroma. Con lúpulo europeo proveniente de República Checa, se caracterizó por notas herbales y cítricas y con un final amargo medio-bajo.
¿El maridaje veggie? Bruschettas con hojas verdes, tomate, mayonesa casera huevo y cebolla morada. Fresco y liviano. (Para los no veggies, pulled de pollo).
-SEGUNDO PASO Rauchbeer: Cerveza ahumada, su nombre hace referencia a la ciudad alemana que la vio nacer. Notas acarameladas y frutos secos, bien maltosa. De color ámbar rojizo y espuma menos persistente, fue ideal para acompañar las bruschettas esta vez de queso ahumado, salsa de tomate un toque dulzona y rúcula. (Pulled de cerdo).
-TERCER PASO American Amber Ale: Ganadora de una Medalla de Oro en la Copa indie Beer Cup, competición de las más prestigiosas en Latinoamérica, en febrero de este año. De moderado amargor, herbácea, rojiza, y de intenso lúpulo. Casamiento perfecto para la bruschetta de queso fresco, rúcula, cebolla caramelizada en Session Ipa y alcaparras. (Pulled de vacío).
-CUARTO PASO Cryo Session Ipa: Una cerveza fresca, de color amarillo verdoso y con menos alcohol. Cítrica y lupulada. Su espuma es liviana y se va con rapidez. El plato elegido para la Cryo Session fue ceviche, en el caso veggie, de soja texturizada con crema de palta y crema ácida. Increíble. (Ceviche)
-QUINTO PASO Porter: Súper recomendable cerveza colmada de notas a café chocolate, de color marrón oscuro y tonos teja. También se llevó una Medalla de Oro en la misma competición. De mis favoritas y que, para mayor placer, fue el maridaje idílico para las frambuesas bañadas en chocolate y servidas en reducción de la mismísima Porter. Para los dulceros esto fue la gloria.

Otra de las exponentes de Bocatoma.

Recomiendo este lugar para distender, para visitar una tardecita de verano y disfrutar (con cuidado) de la nueva normalidad que llegó para quedarse.
Mis elegidas: Rauchbeer por sus notas ahumadas y Porter por su intensidad de chocolate y café.

(*) Sommelier

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