Los argentinos prefieren el tinto

Los argentinos prefieren el tinto

enero 5, 2015
Bebidas

 

¿Qué tipo de consumidores de vinos de alta gama somos los argentinos? Estos son los datos de un estudio de la consultora Stg.

 

Stg, consultora especializada en el negocio de alimentos y bebidas gourmet, presentó su Radiografía de consumidores argentinos de vinos de Alta Gama.

Esta es resultado de un relevamiento realizado en septiembre de 2014 y arroja un interesante retrato de la forma de consumo, drivers de compra y preferencias de los consumidores argentinos en este segmento.

Uno de los resultados más marcados es la cantidad de botellas de vino tinto comparado con el resto de las categorías, ya que de cada 10, se consumen 4,5 de tinto.  Dentro de los tintos, las variedades Malbec y Cabernet Sauvignon son por lejos las más identificadas y consumidas, con una amplia diferencia en relación al resto (un 84% elige como primera opción el Malbec y un 82% el Cabernet Sauvignon como segunda opción).

Es interesante apuntar cómo hay variedades que, si bien son extensamente implantadas y las bodegas están comenzando a darles bastante impulso, todavía no tienen gran arraigo en el consumidor. Tal es el caso de la Bonarda como el Cabernet Franc y el Petit Verdot, lo que sugiere que todavía es largo el camino que recorrer para darlas a conocer al público y “educarlo” en su apreciación.

En términos generales, se nota todavía un público muy tradicional en Alta Gama, que busca como driver de compra en primer lugar el precio (69%) y que, si paga alto, exige mucho en varios aspectos y a la vez que busca respaldos tradicionales, clásicos, instalados.

La recordación marcaria es acotada y fragmentada. Los consumidores de esta franja piden información más bien técnica y concreta en las contraetiquetas, aunque también hay interés por el maridaje. El estudio presenta también una total atomización de marcas, lo que puede interpretarse como una consecuencia de un escenario con alta dinámica de cata y degustación, nuevos lanzamientos, aparición constante de bodegas y marcas y vinos que no logran fidelizar al consumidor, lo que a su vez representa una buena oportunidad para trabajar en la relación con el público, teniendo en cuenta en este sentido que la publicidad como traccionador es fuerte.

Es altísima la incidencia de internet como medio de información sobre vinos. Si bien la televisión, -tanto abierta como de cable- sigue liderando como motor de recordación, internet se presenta como una canal en expansión. Internet se concreta en sus diferentes formas (web, blogs, redes sociales, fanpages de las marcas), lo que provoca al usuario y consumidor conseguir o aproximarse a la información por estos medios. Con esto, las publicaciones especializadas tipo revistas o suplementos pierden fuerza, pero conviven aún como motores de indagación de los consumidores.

En cuanto a preferencias, otra de las tendencias a destacar es el crecimiento en el consumo de los cosecha tardía y dulces, ya sean blancos, rosados o tintos. La tendencia presenta leves variaciones de acuerdo a las diferentes regiones del país, sin embargo, a nivel general, se homogeneiza. Se destaca el poco conocimiento a la distinción entre vinos varietales, cortes y blends.

En relación al canal de compra, los consumidores continúan eligiendo al supermercado como la vía de compra predilecto (81% lo eligen en primer lugar), pese a que esto conlleva cierto riesgo tanto por no saber con exactitud la “trazabilidad” de guarda del producto, como tampoco contar con asesoramiento directo.

De todas formas, gracias a este estudio sabemos que la compra de vinos de alta gama para regalar es mucho más importante en vinotecas (57%), debido a la garantía que da el packaging y por la imagen del negocio.

En cuanto a los datos de drivers de elección, el precio es un factor importante, o sea, que si bien los consumidores no buscan ofertas, sí buscan oportunidades que se dan más en los supermercados que en los otros canales.

Sobre las regiones de origen de los vinos, se nota que el consumidor tiene una imagen residual de las regiones históricamente conocidas, de aquellas promocionadas fuertemente por las DOC en los ´90, mientras se van impulsando las nuevas, que no performan mal. El resultado general, que abarca mercados fuera de la región metropolitana que suelen ser más tradicionalistas aún que ésta, nos muestra que el consumidor de esta categoría aún se rige por datos tradicionales, o sea, marcas, bodegas y regiones con historia.

 

 

Comentarios

LAS MÁS LEÍDAS