La nueva generación Visintín: quiénes están detrás de la marca de salames del momento

Don Lino es una de las fábricas más nuevas de salame de Colonia Caroya. Nació en 2017 de la iniciativa de Ramiro Visintín, el menor de dos hermanos que entonces tenía 23 años, y hoy está manejada por ambos, cada uno aportando su toque.

La juventud se advierte en la comunicación fresca que despliegan en redes sociales. También en la energía con la que avanzan y en la claridad y audacia de sus ideas.

Fabrican cuatro productos –salame, bondiola, jamón y un queso artesanal saborizado-, invirtieron en modernas maquinarias y construyeron uno de los sótanos más grandes de Colonia Caroya.

El salame de Don Lino es un “10” en cada una de las características evaluables: aroma, color y textura. Sus rodajas muestran el rojo oscuro que delatan la presencia de cerdo y vacuno característico de Caroya en una intensidad pareja, sin vetas. Los dados de tocino son grandes y firmes. En la boca su textura es amable y el sabor suave y equilibrado.

El salame Don Lino.

Audacia y tradición

Pasaron de producir apenas 25 kilos por semana para familia y amigos en su inicio a unos 1.300 kilos semanales, convirtiéndose en uno de los mayores productores de Colonia Caroya en la actualidad.

La impronta joven, sin embargo, no reniega de las profundas raíces de la tradición. Los Visintín fabrican de acuerdo a la receta del “nono” Lino y adhiriendo al sello de Identificación Geográfica, que garantiza el uso de los ingredientes y procesos característicos de Colonia Caroya.

Cómo es la historia

Antes de fabricar salames, la familia Visintín tuvo un paso por Chacra de Luna, un establecimiento de agroturismo en el ingreso de Colonia Caroya.

El padre de la familia venía de trabajar en infraestructura de eventos. La madre, de la administración de empresas. “Fuimos juntando las partes y empezamos con el salame”, cuenta Ramiro.

El comienzo fue casi un juego. “Hicimos nuestras primeras carneadas en la casa de un amigo y hacíamos degustar los salames a los conocidos”, sigue el relato Ramiro.

Si bien los hermanos conocían de carneadas desde niños, cuando tomaron las riendas decidieron explorar mitos, aprender la ciencia que hay detrás de la elaboración y tecnificarse.

En Don Lino también elaboran quesos.

Tres pilares

Con empuje y enfoque empresario, los hermanos Visintín encararon el negocio sobre tres pilares claros:

Receta y procesos originales. Tomando la receta del “nono” Lino, empezaron a trabajar con el sello de Identificación Geográfica de Colonia Caroya, que garantiza estándares de la receta y procesos de la zona.

Materia prima. “Usamos cerdos criados por un amigo de la familia, con características especiales que nosotros mismos definimos. La carne vacuna se compra en la feria y a un primo que también hace ganado”, cuenta Ramiro.

Sótano. Con una buena base, el secreto final está en el cuidado y en el sótano. “Creemos que 80% del sabor tiene que ver con esta fase final”, dice Ramiro, quien subraya la importancia de la mufa que crece en cada sótano y de las condiciones de temperatura y humedad constantes que deben lograrse a lo largo del secado.

Como en una escudería, en la más profesional de las fábricas de Caroya cada uno de los socios tiene su rol. “Mi hermano Maximiliano (38) está al frente de la producción, mi viejo aporta su sabiduría para la toma de decisiones, mi mamá está en los detalles estéticos de los productos y la marca y yo conduzco la administración”, dice Ramino.

Desde el principio hasta hoy, gran parte de la ganancia se reinvierte en la fábrica “para mantener los estándares que queremos”. Don Lino es una de las pocas fábricas de Caroya con habilitación para comercializar en toda la provincia.

Una picada con productos Don Lino.

Larga vida a los salames caroyenses

Partiendo de una buena base familiar abrazaron el oficio con más tradición de Caroya, lo desarmaron por completo y lo volvieron a armar puliendo cada detalle e invirtiendo todo lo necesario para convertirlo en una maquinaria infalible. El impulso de este grupo de jóvenes trae esperanza y garantiza larga vida a la industria de salames más reconocida de la Argentina.

Contacto

Este mes podés probar el salame de Don Lino en La Gurmet que se distribuye el último jueves y viernes de marzo (acá podés encargarla). Para conocer más de la empresa, seguilos en su cuenta de Instagram y si querés contactarlos, comunicate a su WhatsApp: (03525) 156-20000.

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