El jamón crudo Monnier se destaca en el mercado por su característico marmolado, donde las vetas de tocino se distinguen claramente en el corte. Este resultado se obtiene gracias al uso de cerdos propios que se crían por un tiempo superior a la media del mercado -nueve meses vs. seis meses-.
Cuanto más grande es el cerdo, más firme y sabroso es su tocino y su carne en general.
Otra característica especial del jamón Monnier es su estacionado natural, a diferencia de otros jamones que se prensan y deshidratan aceleradamente, adquiriendo un sabor demasiado salado. Estos últimos se pueden reconocer en fiambrerías por su forma rectangular perfecta, que revelan la técnica del prensado.
Aprendiendo de los maestros italianos
Luis Monnier, propietario del frigorífico, viajó a Parma, Italia, para aprender de los maestros jamoneros italianos. Allí descubrió que, aunque con variaciones en forma y presentación, los jamones italianos se elaboran con cerdos blancos similares a los que se utilizan en Argentina.

El jamón ibérico español: un sabor único
En España, el jamón más popular es el ibérico, proveniente de cerdos negros de raza ibérica, de alrededor de los 100 a 120 kilos, criados con una alimentación especial a base de bellotas, lo que le confiere un sabor particular.
Peso, estacionamiento y el corte perfecto
Las patas de jamón Monnier pesan entre seis y ocho kg y tienen un estacionado mínimo de ocho meses, llegando en algunos casos hasta los 24 meses.
Con el propósito de ofrecer un producto más accesible al público, Monnier también elabora jamón crudo a partir de cortes sin hueso de la pata: la nalga, la bola de lomo o ambos en conjunto.
Aunque se sigue el mismo procedimiento de estacionado artesanal, por ser piezas más pequeñas y sin hueso, el proceso se reduce a un tiempo aproximado de un mes.
Este producto, por lo general se utiliza para el corte en máquina.

El grosor ideal de una feta de jamón crudo
Para disfrutar al máximo del sabor y la textura del jamón crudo, Luis Monnier recomienda un corte de dos milímetros de espesor y un ancho máximo de cinco centímetros (dos veces el ancho de un cuchillo jamonero) obtenido directamente de la pata del jamón. La temperatura ideal para su consumo está entre 13 y 18 grados.
En cambio, cuando se corta el jamón a máquina, se obtienen fetas más largas y anchas y es recomendable el mínimo espesor posible: se hace más fácil para masticar, despliega todo el aroma del producto y resulta más práctico para el armado de sándwiches y otras preparaciones.
Dónde comprarlo
El jamón crudo Monnier se puede degustar y comprar en el parador rutero de la marca sobre la autopista Córdoba-Rosario, a la altura de Oncativo.
El feteado a máquina es parte de la selección de productos de la caja La Gurmet de enero. ¿Todavía no la has probado? Suscribila en la tienda de Circuito Gastronómico y descubrí todos los meses productos únicos como este.
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