Vinos recomendados: cinco Merlot de alta gama para saber qué se hace más allá de la Patagonia es el título de la nota de Vinos & Bodegas en la que se sugieren cinco vinos entre los cuales se encuentra elJairala Oller Merlot 2009 de la bodega cordobesa Jairala Oller.
«Junto al Pinot Noir y al Cabernet Sauvignon, el Merlot, completa el mapa de las grandes variedades tintas de Francia. Y si bien su fama la precede y es una aliada infaltable y muy preciada por los más entendidos, es muy probable que, en gran parte de las cavas hogareñas, con suerte haya apenas una o dos etiquetas. O directamente ninguna. Esto obedece a que el Merlot en los últimos años fue cayendo en el ocaso, bajo la creciente preponderancia del Pinot Noir», señala la nota.
«En este contexto, bodegueros y enólogos con los que venimos hablando en los últimos años reconocen seguir arrancando viñedos de Merlot para darle lugar a cepas que no fallan, como el Malbec, y otras con un futuro prometedor, como el Cabernet Franc. […] Sin embargo, en los últimos años se ha estabilizado la demanda y hay una suerte de revalorización de esta tradicional cepa», relata el autor.
Al hablar de Merlot en la Argentina, «automáticamente se piensa en la Patagonia, donde esta variedad se ha adaptado perfectamente y ha encontrado un terruño ideal para alumbrar grandes vinos», continúa el artículo, que agrega: «Sin embargo, en la actualidad muchas bodegas continúan apostando a esta cepa más allá de los viñedos australes y con muy buenos resultados».
Así, se elaboró un Top 5 con una selección de Merlot, con cuatro vinos de Mendoza y uno de «una provincia que, hasta hace unos pocos años, directamente no era considerada: Córdoba». Estas son las recomendaciones:
1. Trapiche Colección Roble Merlot 2010 – Bodegas Trapiche: Una interesantísima etiqueta a un precio más que atractivo, lo que redunda en un verdadero ejemplar con alma de best value. En nariz se presenta expresivo, con mucha fruta foja madura, acompañada por algunas notas de humo, heredadas tras su paso de 12 meses por barricas. Además, acompañan trazos especiados. En boca se presenta jugoso, con algo de nervio, apuntalado por una buena acidez. Los taninos dulzones le dan redondez. En el paladar se potencian notas de clavo de olor y chocolate. Final de persistencia entre media y larga. Apuesta segura.
2. Alfredo Roca Merlot 2010 – Bodega Alfredo Roca: En nariz, respeta la tipicidad casi a rajatabla: se siente algo de fruta rojo, pimiento y una marcada nota balsámica, como laurel, seguido por un touch floral. Al paladar se presenta envolvente, con buen cuerpo y un nivel de acidez equilibrado. Es una etiqueta lista para consumir, la carga tánica, sumamente amable, evolucionó muy bien en botella y no presenta el más mínimo vestigio de astringencia. A medida que avanza muestra una carga aromática intensa, donde despunta su perfil frutado y también un fuerte tostado que se «adueña» del paladar. Final de persistencia entre media y larga. Buen exponente para conocer qué está haciendo San Rafael en materia de Merlot.
3. Luigi Bosca Merlot 2009 – Bodega Familia Arizu: Es altamente probable que conozcas de memoria el «ADN» de su gran caballito de Batalla: el Malbec. Y, si querés explorar un poco más el porfolio de la bodega con algunas garantías, su Merlot no falla. Está diseñado y pensado para aquellos que gustan de los Merlot frutados en los cuales la madera cobra protagonismo, con nítidas notas de vainilla y coco. Muy al fondo, leves trazos mentolados. Es de los vinos que denominamos «world-friendly», en el sentido de que en bodega no se busca una excesiva concentración, ni potencia, sino que son diseñados para lograr ejemplares sumamente equilibrados, con un andar jugoso, sin perder la elegancia y con buen nivel de acidez. Su final, largo y armonioso, muestra que está todo en orden como para alumbrar una etiqueta ideal para los que quieren disfrutar de esta variedad con una suerte de sello de garantía.
4. Jairala Oller Merlot 2009 – Bodega Jairala Oller: Al principio parece un poco «tímido» en nariz pero, con el paso de los minutos, se va expresando en la copa. En nariz aparece algo de ciruela confitada, acompañado por un leve toque mentolado sobre un fondo entre mineral y terroso. En boca se luce: es un Merlot con paso grácil, de la mano de taninos bastante redondos. A medida que avanza, va desplegando notas tostadas. El final, de persistencia media, invita a tomar otra copa. Está listo para beber y disfrutar ya, pero también para tener otra botella como «buckup» y probarlo a lo largo de los próximos 6 a 12 meses, momento en que irá alcanzando su verdadero potencial. Además, puede ser una prueba interesante degustarlo con amigos sin revelar que este exponente está elaborado con uvas procedentes de viñedos de las Sierras de Ischilín, Córdoba. Más de uno, claramente, se sorprenderá. Se consigue en El Misterio de Baco y en los restaurantes Zoila (Cañitas) y La Paila (Palermo).
5. Particular Bianchi Merlot 2006 – Bodega Familia Bianchi: Extremadamente delicado y elegante. Se perciben notas de frutas rojas y un tenue colchón de vainilla y algo de chocolate. Esta etiqueta es la que define qué es un vino de paladar pleno: envolvente, con mucho cuerpo y estructura pero con un equilibrio tal que permite ver todas sus piezas en orden. Está redondo, listo para disfrutar ya, con un concepto definitivamente elegante pero sin dejar de ser un vino con un perfil moderno. Es un vino para beber muy de a poco y estar atento a las sutilezas. En vinos de este porte y de tan alta gama, en los detalles está el valor agregado y es donde marcan la diferencia.
Para conocer más acerca de Jairala Oller, la bodega de Ischilín, ingresá a www.jairalaoller.com.ar