En plena pandemia, nació Hijos del Fungo, este emprendimiento familiar gestado por Bárbara Hundt y Mariano Baravalle que tuvo como motor su amor por la naturaleza y por la curiosidad que les despertó el mundo de los hongos.
“Queríamos producir algo que sea amigable con el planeta, cuando empezó la pandemia y se paralizó todo, decidimos poner en marcha el proyecto de acercar la posibilidad de cultivar tus propios hongos en casa”, cuenta Bárbara.
Pero antes de comenzar a explicar en qué consiste Hijos del Fungo, vale la aclaración de que los hongos no son ni animales ni plantas, tienen su propio reino que es el Fungi, y según comenta Bárbara “se sabe muy poco” y por eso desde su proyecto buscan “dar la posibilidad de verlos crecer y desarrollarse, desde que adquieren el kit y comienzan el proceso, hasta que salen los primordios, ‘hongos bebés’, y luego al momento de su cosecha y consumo final”.
Una de las variedades de hongos del kit.
Los kits
Hijos del Fungo es eso: una invitación a descubrir el reino de los hongos y a hacerlo en casa. Por eso, ofrecen kits de cultivo de hongos comestibles.
“Los hacemos con restos vegetales de sorgo, maíz, avena, cebada, centeno, trigo. Son libres de pesticidas. El kit incluye un bloque de sustrato inoculado con gírgolas, con las variedades rosadas, doradas, pardas y grises, viene con un atomizador de vidrio para que puedan crearle un ambiente húmedo y un manual de cultivo. De todas maneras, hacemos soporte en línea y soporte posventa todo el tiempo. Cultivarlos es realmente fácil, es un proceso mágico que enamora a cualquiera”, explica Bárbara.
El hongo necesita oxígeno y humedad así que se debe poner en un lugar de la casa donde haya renovación de aire, no puede estar en una habitación cerrada: “puede ser en un balcón, en una galería, en la ventana o cerca de una puerta que se abra seguido. No tiene que tener luz directa del sol”.
“Siempre decimos que con los hongos también cosechamos paciencia, porque al principio no ves nada y de un día para otro salen los pines, y al otro día ya están los hongos muy visibles. Después de usarlos, el sustrato se puede usar en la huerta o en el compost. Desde que iniciás con el kit pueden pasar entre cuatro y 20 días en nacer, en Córdoba tardan un promedio de 10 días. Y entre que aparecen los pines y que los podés cosechar son unos seis días”, comenta.
A la hora de consumir los hongos es importante saber que hay que cocinarlos: “El sabor es espectacular, son más consistentes que los otros, se pueden freír, hacer salsas, son súper simples de cocinar. Hay que cocinarlos para poder comerlos”, cuenta Bárbara.
Contacto
Podés conseguir el kit de Hijos del Fungo a través de su cuenta de Instagram.