El corazón de barrio Güemes cuenta con un nuevo paseo comercial y gastronómico: en Belgrano 647 inauguró Galeria Convento, un paseo con historia.
La apertura del establecimiento se realizó el viernes 27 de abril con dj, música en vivo y bandas invitadas, recorriendo por primera vez cada rincón de esta galería donde se fusiona lo contemporáneo con la historia.
La gente elige Güemes para pasear al aire libre, para invertir tiempo de ocio. Le gusta caminarlo, mirar y luego sentarse a tomar y comer algo”, dice Zidarich, por ello junto a sus socios (Grupo Magallanes) decidieron apostar nuevamente en el barrio con este emprendimiento. Galería Convento es un inmueble con historia y con aire bohemio, variedad de formatos comerciales y gastronomía con nutrida escala de precios desplegada en espacios interiores y al aire libre.
El proyecto se ubica donde antiguamente funcionaba la casa de la Congregación de los Vicentinos (su fundación data de 1913). Sobre un terreno de 1300 metros cuadrados y 1200 metros cubiertos distribuidos en dos plantas, alberga un total de 20 propuestas comerciales, artísticas y gastronómicas.
En planta baja se ubican 11 espacios destinados a uso comercial, gastronómico y arte. Entre las propuestas gastronómicas se encuentran Kaapeh Café Gourmet (pequeño templo para los amantes del café), Brobar (espacio de coctelería de autor, cerveza, tablas y platos al paso), Frutas de Sarten (primera churrería gourmet) y El Monaguillo (parrilla con cerveza artesanal y cava propia).
En planta alta se creó un “espacio de trabajo integrado” con nueve oficinas privadas que comparten un área común con livings, cocina, jardines y espacios comunes de relax y distención. Este espacio de trabajo permitirá un flujo constante de personas en la galería. No es un coworking pero tiene algo de ese espíritu.
El horario del centro comercial será de martes a domingos de 17 a 22, con la posibilidad de una apertura matutina para los locales gastronómicos.
La re-funcionalización del patrimonio arquitectónico
Cuando los desarrolladores vieron la propiedad se enamoraron inmediatamente del patrimonio arquitectónico que poseía y notaron el potencial que poseía. Por eso, junto con la Municipalidad de Córdoba, trabajaron en desarrollar un proyecto que resguardara en todo momento ese patrimonio.
El patrimonio arquitectónico ha sido cuidado en su totalidad, interviniendo los espacios con elementos que no dañan la esencia de la propiedad, y limpiando solamente aquellos agregados que fue sufriendo el espacio con el correr del tiempo dado que no eran original de su arquitectura primaria. Aprovechando de manera estratégica este recurso, los socios requirieron de muy poca inversión, ya que la estructura se mantuvo intacta y sólo se intervinieron algunos sectores específicos. El capital invertido es mayormente humano y creativo.
Pablo Dellatorre y estudio Montevideo, junto a la dirección técnica del arquitecto Rodrigo Ceballos, han sido los encargados de conservar la mística del convento, añadiéndoles su impronta personal. El resultado: un oasis en pleno Güemes, donde encontrarán desde parras y contrafuertes hasta callecitas que te harán sentir caminando por un pueblo italiano.
