Este 2024 encuentra a la fábrica de chacinados Don Ramón en plena ampliación: contará con dos plantas, una ubicada en Oncativo con la mejor maquinaria alemana e italiana y otra en Manfredi.
Crecimiento imparable
La inversión en la flamante fábrica, de 600 metros cubiertos, responde al crecimiento imparable de Don Ramón. Desde su fundación en el año 2000, cada año de la empresa ha sido mejor que el anterior. “Crecimos en años buenos y malos. Con presidentes de todos los colores”, afirma Alexis Bartoloni, presidente de Don Ramón.
En 2023 la expansión de empresa vino desde Buenos Aires y el resto del país, mercados con mucho potencial, dado que hoy solo representan 20% del negocio de Don Ramón.
La demanda volvió imprescindible la expansión. La nueva fábrica le permitirá un crecimiento asombroso: triplicar la producción. Actualmente la fábrica procesa 40 toneladas de cerdo mensuales.
Un desafío inesperado
Pero como en un juego de contrastes, cuando la planta está lista, el consumo cayó 30% en lo que va de 2024, indica Bartoloni. Por primera vez el golpe al bolsillo afectó también a sectores medios y altos, que anteriormente no habían resignado consumos de fiambres.
La situación no lo desanima. “Soy muy positivo -dice. Creo que el consumo empezará a recuperarse en breve, aunque a un ritmo muy lento”. Por otra parte agrega: “Somos una empresa sana y estable y podemos resistir”.
Puertas abiertas al mundo
La nueva fábrica de Don Ramón suma maquinaria de avanzada que no modificará el producto, pero habilitará nuevos empaques para llegar más lejos.
Gracias a la nueva tecnología flow pack, que permite envasar salames con tripa en empaques sellados e inflados con atmósfera controlada, el producto mantendrá su frescura por más tiempo, ¡sin perder nada de su sabor característico!
Don Ramón no se conforma con conquistar el mercado local. Sueña en grande y apunta alto: exportar sus delicias a países vecinos y, ¡hasta llegar a Estados Unidos!
«El salame de Córdoba y Argentina es un producto único en toda América. Y ya hace tiempo que tenemos interés de mercados externos por comprarnos”, afirma Bartoloni. ¡El sabor cordobés traspasando fronteras!
¿Artesanal o industrial?
La pregunta obligada es si con un volumen creciente, se puede mantener la calidad artesanal. El productor es terminante: “El secreto de nuestro éxito es que hemos mantenido el mismo producto y calidad, inalterable, por más de 20 años”.
“Hacemos el mismo salame, la misma receta, el mismo tamaño de dados de tocino, el mismo sabor, el mismo gramaje”, enumera. “Para eso hace falta la decisión de mantener calidad en ingredientes y procesos y contar con tecnología que permita la estandarización. Tenemos ambas, la calidad está asegurada”, dice Alexis.
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