«Desde los cinco años que vivo en un bar», comienza contando Jeremías Mingorance cuando le consultamos acerca de cómo empezó su historia con la gastronomía. Hoy, es el dueño de Pepecito, uno de los bares con mayor trayectoria de la avenida Gauss, y que ha sabido surfear todas las olas desde el 2006, en que abrió sus puertas, hasta ahora.
De hecho, en la entrega de premios de la Encuesta Anual de Circuito Gastronómico, se destacó como «El acontecimiento gastronómico del año» a la consagración de la avenida Gauss como nuevo polo gastronómico de la ciudad y fue Jeremías quien recibió el reconocimiento por ser el propietario del bar con mayor trayectoria.

Pero, como decíamos, Jeremías creció en un bar y eso marcó su historia de vida para siempre. Así recuerda esos comienzos entre mesas y mozos: «Mi familia tiene bar y restaurante desde que yo tengo cinco años. Básicamente, desde que salía de la primaria, me iba al bar a hacer la tarea ahí«. Y añade un dato de color que ilustra a la perfección esa niñez atravesada por la gastronomía: «Tiraba café con ocho años».
Cuenta Jere que además jugaba y hasta algunas veces dormía, mientras sus padres trabajaban y hasta que llegaba el momento en que lograban desocuparse para volver a su casa.

Nace Pepecito, nace un clásico
Su vida siguió ligada a la gastronomía hasta que a los 20 años la relación con su padre se volvió más complicada: «Cada uno tenía sus ideas, entonces empezamos a chocar y ahí surge la idea de abrir Pepecito, como una pizzerría y lomitería de barrio«.
Lo primero que hizo fue sumarse al auge del delivery y ofrecer ese servicio, pero su proyecto para Pepecito era otro: «Queríamos transformarnos en un clásico del barrio y que la gente nos elija y poder asistir a la gente en todas las reuniones y juntadas, ya sea en su casa o en nuestro local».
Y lo lograron. Hoy Pepecito es referencia de encuentros, con un ambiente cálido y una carta variada que cuenta con opciones para todos los gustos.

El desafío de la permanencia
Pero el camino hasta la actualidad tuvo muchos desafíos y esfuerzo: «El secreto para mantenernos en vigencia es mucha constancia. No le sacamos el pie al acelerador en ningún momento. Y poder entender también cómo fue mutando la gastronomía en estos 18 años, qué está buscando la gente hoy, desde los platos al servicio, a las instalaciones… Ha ido mutando mucho el consumo y hemos sabido adaptarnos, leerlo y transformarnos«.
En la actualidad, Jeremías cuenta que se suman otros desafíos, como por ejemplo, «el cambio en la necesidad o lo que está buscando el equipo de trabajo». Y explica: «No es lo mismo un recurso humano de hace 10 años atrás que el recurso humano de hoy. Hay un trabajo constante para mejorar las condiciones de los chicos, para que siempre estén motivados, para poder darles lo que buscan y no haya rotación».
Y obviamente también están los desafíos que plantea la economía argentina: «El adaptarse a la economía argentina también es un trabajo gigantesco. Por eso, una de las claves es estar atento a la adaptabilidad de nuestra carta para cualquier situación económica en la Argentina», comenta.

Un plan ambicioso
Para cerrar, le consultamos a Jeremías qué planes tienen para este 2025 y, con toda seguridad, responde: «El plan para este 2025 ya está escrito, ya está dicho al equipo, ya hay charlas: queremos transformarnos en una de las mejores pizzerías de Córdoba«.
Y así lo explica: «Para nosotros mejor pizzería de Córdoba no solo implica que tu producto sea elegido, que tengas ventas, que sea rico, tener premios, sino que los proveedores nos elijan, que el recurso humano quiera trabajar con nosotros y no se quiera ir, que los vecinos y la comunidad hablen de nosotros y nosotros podamos aportar».
Contacto
Pepecito está en Carlos Gauss 5500, Villa Belgrano. WhatsApp: (0351) 153-225500.
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