Recientemente se presentó en el mercado y en la ciudad de Córdoba el gin Entre Perro y Lobo, un gin nacional ultra premium que aspira a posicionarse en el tope de gama de los exponentes argentinos, para disputar terreno a las marcas inglesas más tradicionales.
El nombre del producto fue tomado de un poema de Olga Orozco, poetiza pampeana de la década del 40, que expresa la dicotomía que habita al ser humano: “Nunca sabremos quién vence en nosotros ¿Quién es el amo aquí? Vivimos entre la mansedumbre y la bravura. Entre Perro y Lobo”, nos cuentan los creadores de la bebida.
Nacido en la provincia de La Pampa, “Entre Perro y Lobo es también la expresión del terruño pampeano, aromas y sabores que imprimen la encantadora esencia de la indómita región de la Caldenia, lo agreste de los médanos de Toay, del desierto pampeano y de la Patagonia, mixturados cuidadosamente con botánicos de Europa y Asia”, explican.
Es el resultado de un proceso small batch, donde se rescata la tradición de destiladoras de la provincia de Mendoza, “que da como producto final un gin sofisticado en el que se combinan armónicamente sobre una base herbal, notas cítricas y picantes con toques dulces”.
Gin de autor
La bebida fue desarrollada por Martín Bergia, “historiador aficionado a la cocina y a la destilación, curioso de los vinos y de las bebidas espirituosas”, según sus propias palabras. El autor, luego de algunos años de formación y viajes al exterior terminó de diseñar el producto. El gin es para él una forma de expresión personal, en la bebida se transmiten sus años de estudio de la Historia, el entusiasmo por la cocina de buen gusto.
Martín Bergia, su creador.
Martín lo define como “una búsqueda irreverente, en el mejor de los sentidos, que con la energía y experiencia pasada viene a edificar un nuevo presente y futuro, desvergonzado, arriesgado, inquietante pero feliz. Que promete mansedumbre y bravura”.
El producto es muy sofisticado y puede ser bebido solo o como base de la mejor coctelería. De entre sus botánicos se destacan la chaucha de caldén, el cedrón, el jengibre, las pimientas y el enebro de Bulgaria. Sin embargo, en palabras de su creador, la idea no es buscar los sabores de manera individual, discernida, “sino como un todo y valorar su composición y redondez”.
El gin
El gin se obtiene a partir de una única infusión en frío de 14 botánicos seleccionados, macerados en una solución de agua de osmosis y alcohol de cereal de buen gusto, con tres destilaciones previas al paso por alambique. El método de destilación es íntegramente small batch en alambique pot still de cobre de la marca alemana Carl, que asegura la mejor destilación.
El destilado tiene una graduación alcohólica de 45,6% (algo poco común en los gin nacionales) y es sin filtrado posterior para conservar la totalidad de la carga aromática y de sabor.
En nariz presenta un aroma cítrico y un tanto herbal que al abrirse destaca con notas a pimienta y manteca. En boca tiene una entrada muy suave y delicada, cítrico y herbal con un toque de picante muy sofisticado, redondo, con un final sutilmente dulce y mantecoso que hace como si el alcohol estuviera ausente.
Un gin ideal para coctelería.
La marca tiene como embajadora a Melanie Arias, jefa de Barra del bar Chachingo Aristides, la gintonería estrella que el famoso enólogo Alejandro Vigil posee en la ciudad de Mendoza. Melanie preparó especialmente para la marca una carta de coctelería clásica y una serie de reversiones que próximamente será presentada en el sitio web y tienda online que la marca tiene previsto lanzar el mes próximo.
Dónde se consigue
El gin actualmente es distribuido en la ciudad de Córdoba por la firma Cordobawine y se consigue en las vinotecas David & Jols, La Cava Wines y Mil Cepas con un precio al público de $2500. También puede pedirse en los bares del barrio Güemes: Apartamento, Francis y la Cova del Drac.
Pueden encontrarlo en las redes en @entreperroylobogin y próximamente en su web entreperroylobo.com
