Desde Colonia Caroya, directo a la Caja de Circuito Gastronómico de noviembre (conseguila acá) llegan los productos de Embutidos Piazzoni. Específicamente, su auténtico “salame de la Colonia”.
La historia de la familia Piazzoni en relación a la producción de embutidos arranca hace 64 años. Toda una vida de generaciones elaborando un producto que caracteriza y referencia a Colonia Caroya en el país.
Martín Piazzoni, nieto del creador de la firma, cuenta: “La empresa nace en 1956 con mi nonno Leandro, que compra el mítico Bar 9 de julio. Un bar centenario de nuestra ciudad, donde agrega al bar la venta de salames caseros y picadas”.
Repasemos: el Bar 9 de Julio es un antiguo bodegón, ubicado en una esquina de Colonia Caroya, donde se mantiene la tradición de las buenas picadas y vermú. Si todavía no lo conocés, tenés que anotarlo en tu lista de prioridades.
La picada del Bar 9 de Julio.
El salame “de la Colonia”
Su receta del salame está protegida bajo el parámetro de la IG (Identificación Geográfica) que determina cómo es el salame original de la zona. La ecuación de un original “salame de la Colonia” es la siguiente: 55 por ciento de carne de vaca, 23 por ciento de carne de cerdo, 22 por ciento de tocino (siete por ciento molido en la masa y 15 en daditos).
Se condimenta con sal, pimienta y vino blanco macerado con ajo. Se amasan, se embuten, fermentan y luego de 30 días llegan a su punto máximo de expresión. El que prueba algo así, nunca más puede volver a probar otra cosa que no sea “la receta original”.
Pero, la producción de Embutidos Piazzoni no se limita a los salames, sino que también elaboran bondiolas, jamones, picadas surtidas y hasta higos regionales.
¿Dónde se consiguen?
Los productos de Embutidos Piazzoni se venden, por supuesto, en el Bar 9 de Julio avenida San Martín 3696 de Colonia Caroya, y algunos lugares de delicatessen de Córdoba como Alquería Finca Urbana y El Papagayo.