El Cabernet Franc viene pisando fuerte

(*) Por Roberto Colmenarejo

 

Opacada durante décadas por su vástago más fecundo -el Cabernet Sauvignon*-, la uva Cabernet Franc está entrando a paso firme en la escena de los grandes vinos nacionales, ocupando un lugar que le pertenece por méritos propios. De ser una uva menor utilizada para aportar complejidad en los cortes tintos, emerge hoy orgullosa como varietal puro en varias etiquetas de calidad realmente destacada.

En la actualidad, la mayoría de estos productos todavía son de precio elevado, debido a la escasez de superficie implantada (sólo hay 790 hectáreas). Sin embargo, a medida que vaya creciendo el encepado nacional, seguramente comenzarán a aparecer también buenos ejemplares en gamas más accesibles. Ya habíamos hablado de este otro cabernet hace un par de años, pero su vertiginoso desarrollo justifica dedicarle una nota más.

Aprovechando que el Cabernet Franc viene pisando fuerte, aquí van seis sugerencias para conocerlo o seguir disfrutándolo:

Pampa Mía Cabernet Franc Rosé 2015 ($155): Un rosado novedoso y absolutamente original, elaborado con uvas cultivadas en la inhóspita zona de 25 de Mayo (La Pampa). Ostenta un bello color rosa pálido, con tenue menisco anaranjado. En nariz es bastante goloso, seduciendo con claro aroma de caramelo de frutas rojas -frambuesas, frutillas-. Al probarlo tiene entrada agradablemente seca, cuerpo medio y paso vivaz, repite las sensaciones frutales, con correcta acidez y moderada permanencia. Se presenta en una  esbelta botella de medio litro, convirtiéndose así en un producto costoso. Sin embargo, creo que su rareza, escasez y gran personalidad justifican la inversión para probarlo.

Quieto 3 Cabernet Franc 2014 ($139): Un Cabernet Franc joven y simple, procedente de la pequeña bodega familiar Montequieto (Agrelo-Lujan de Cuyo), que revela el lado más austero y natural del cepaje. Tiene recuerdos de frutas negras -zarzamoras, cassis-, especias dulces -clavo, vainilla, pimienta de Jamaica- y singulares notas terrosas. En la boca es ligero y fluido, con equilibrada acidez, taninos levemente rugosos y persistencia media. Un Cabernet Franc muy disfrutable, ideal para acompañar carne de cerdo asada.

Siete Fincas Secreto Cabernet Franc 2012 ($144): Otro producto lujanino -en este caso proveniente de Chacras de Coria-, tan sencillo y bebible como el anterior. Ofrece una nariz discreta, donde se insinúan fragancias de frutas rojas, especias y trazos herbales. Al degustarlo muestra silueta delgada y paso veloz, con sabores afrutados y apenas picantes en boca, acidez armonizada, taninos firmes y agradable post-gusto. ¡Un vino perfecto para hacer el primer acercamiento a la variedad!

Fabre Montamayou Reserva Cabernet Franc 2011 ($160): Un noble exponente de Cabernet Franc que es pura distinción y sutileza, producido en pequeñísima escala por la bodega franco-argentina Fabre Montmayou (Vistalba-Lujan de Cuyo). Un vino que propone una nariz refinada con evocaciones de frutas rojas -guindas-, especias y tonos balsámicos -anís, eucaliptus-; todo enmarcado en suaves pinceladas ahumadas aportadas por una breve crianza en barricas. Al probarlo tiene cuerpo medio, entrada bien seca y textura sedosa, subraya su refrescante paladar anisado, con balanceada acidez, taninos pulidos y dilatada permanencia. Un Cabernet Franc soberbio y de inmejorable relación precio-calidad.

Pulenta Estate XI Gran Cabernet Franc 2012 ($472): Un Cabernet Franc de perfil amplio, complejo y poderoso; donde puede descubrirse el lado más “vegetal” de la cepa. Fue vinificado con uvas de Alto Agrelo (Lujan de Cuyo) cosechadas a bajo rendimiento -6500 Kg/ha- y posteriormente añejado durante 18 meses en barricas francesas nuevas. El resultado es un vino potente y concentrado, de tonalidad rubí profunda. Al olerlo se regala generoso, con inconfundibles aromas pirácinicos -pimiento verde, morrón asado-, balsámicos -menta, eucaliptus-, especiados y de frutas maduras. En boca es corpulento y de paso franco, refrenda nítidos sabores vegetales, con fresca acidez, taninos compactos y persistencia muy prolongada. ¡Un tinto imprescindible para los enófilos más curiosos!

Gran Enemigo S.V. Gualtallary Cabernet Franc 2011 ($1000): Un producto imponente pero de gran elegancia, elaborado por la mano experimentada del enólogo Alejandro Vigil para su proyecto personal Aleanna. Se obtuvo en base a una laboriosa selección de racimos de Cabernet Franc -y algo de Malbec- provenientes de Gualtallary (Tupungato-Valle de Uco), cosechados en cuatro puntos diferentes de madurez. A esto le siguió una fermentación clásica en vasijas de roble, más una breve crianza en fudres usados durante sólo siete meses. El resultado es un ejemplar magnífico, vigoroso pero con un refinamiento exquisito, que en apenas dos cosechas ya ha sido galardonado con los máximos puntajes de la crítica especializada, considerándose hoy un vino “de culto” entre los conocedores locales e internacionales. Atesora una paleta aromática compleja y muy variada, con reminiscencias frutales -ciruelas, moras-, especiadas -clavo, canela-, balsámicas -regaliz- y terrosas. Al degustarlo sorprende por su buena estructura, paladar terso y paso fluido; redunda en sabores maduros, con acidez refrescante y taninos firmes que sostienen un largo y grato post-gusto. Tinto de lujo, para descorchar en ocasiones muy especiales.

 

Y ustedes, ¿ya han descubierto su Cabernet Franc preferido?

 
(*) Según estudios genéticos recientes, la uva Cabernet Sauvignon sería relativamente nueva en el viñedo mundial. Las investigaciones indican que recién apareció en la región de Burdeos durante el siglo XVII, debido a un cruzamiento genético entre las variedades Cabernet Franc y Sauvignon Blanc.

 

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(*) Sommelier y docente – [email protected]

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