(*) Por Roberto Colmenarejo
De manera intencional he dejado pasar las fiestas de fin de año antes de hablar de sidras, pues creo que es una excelente bebida para disfrutar todo el año. Aunque en nuestro inconsciente colectivo solamente esté asociada a los brindis navideños, les aseguro que puede ser una gran opción para refrescarse en los tórridos días veraniegos.
Su reducido grado alcohólico, unido a su agradable sabor frutado y buena acidez natural, la convierten en un producto muy apetecible cuando el termómetro se dispara hacia arriba. Debe servirse bien fría, pero no es “pecado” agregarle también un par de hielos de ser necesario.
Como “no sólo de vinos vive el hombre”, esta semana les recomiendo cinco sidras argentinas para sacarse el calor:
Rama Caída Premium Brut ($37): En el segmento inferior del mercado, destaca esta sidra de etiqueta negra fabricada en San Rafael. Ofrece una nariz sencilla, donde predominan recuerdos a manzanas maduras y en compota. En la boca es agradable y bastante dulce, aunque la acidez marcada y la presencia de enérgicas burbujas contrarrestan la sensación golosa. Me parece óptima para disfrutar en vasos de trago largo con mucho hielo y una rodaja de limón. ¡Sin dudas, una sidra bien lograda para su precio!
Saénz Briones 1888 ($69): En el escalón más alto de las sidras industriales, reina desde hace años este notable producto de la centenaria bodega Saénz Briones & Cia (hoy en manos del gigante chileno de bebidas CCU). Con frutas cultivadas en el Alto Valle de Río Negro preparan esta sidra sabrosa y marcadamente dulce, genial para acompañar postres cremosos y pastelería. Regala nítidos aromas a manzanas acarameladas y miel que dan paso a una boca voluminosa pero veloz, con dulzor acentuado -aunque bien contrapesada por la acidez-, burbujas moderadas y agradable persistencia. La sidra perfecta para la sobremesa.
Los Pioneros Premium ($75): Una novedad de próximo desembarco en la ciudad de Córdoba, proveniente de una joven cooperativa frutícola del Alto Valle del Río Negro. Una sidra de elevada calidad, que además tiene el mérito de ser la primera en el país certificada como “Comercio Justo” (Fair Trade). Propone reminiscencias aromáticas de manzanas rojas y verdes, más algunos dejos cítricos y herbales. En la boca es dulce y de paso franco, con acidez perfectamente balanceada y burbujas finas. Una sidra muy refrescante y vivaz, ideal para el aperitivo o para preparar tragos.
Red Lady ($88): Otra sidra de nuevo cuño, producida en pequeña escala por el maestro italiano Félix de Vita (quien lleva casi 40 años de trabajo sidrícola en el país). Utiliza exclusivamente manzanas de la variedad Red Delicious, recogidas en su punto óptimo de madurez en fincas del Valle de Uco (Mendoza). Exhibe nítidos aromas a manzanas rojas que se refrendan en una boca suave y liviana, con sensación cremosa y agradable dulzor. Una bebida muy interesante para maridar con quesos suaves o postres frutales. ¡Una sidra para beber más de una copa!
R. Negra Sidra Espumante Extra Brut ($145): Este soberbio producto de Bodegas Casarena lleva a la sidra nacional hacia un nuevo escalón de calidad. Una idea del enólogo Bernado Bossi Bonilla y el cidermaker Juan Vallee, que demandó casi dos años de desarrollo. Se elabora por el método champenoise -toma de espuma en botellas-, con una cuidadosa selección de manzanas verdes y rojas. Luego de la fermentación reposa seis meses en contacto con sus borras finas, para finalmente pasar un 30% por barricas de roble (que anteriormente contuvieron vino chardonnay). Seduce con una paleta aromática refrescante y compleja, donde predominan los recuerdos de manzanas verdes, hierbas silvestres y levadura fresca. En la boca es voluminosa y de entrada seca, confirma su nítido sabor frutal, con vibrante acidez y burbujas delicadas. Una sidra única y exquisita, para beber acompañando pescados o mariscos.
Y ustedes, ¿beben sidra todo el año? ¿Tienen alguna marca preferida?
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(*) Sommelier y docente – robertocolmenarejo@hotmail.com
