Las historias vinculadas a la gastronomía se dividen en dos: los que siempre lo supieron y los que no tenían ni idea de qué iban a hacer en la vida. Las primeras son predecibles, las segundas, memorables.
Fabricio Bruzzesi tiene 38 años. Terminó el colegio en el 2004 y se recibió como profesional gastronómico, pero nunca ejerció la profesión más allá de algunos leves coqueteos con servicios de cátering. Trabajó 17 años en una estación de servicio, pero algo le decía que ese no era su lugar.
“Quería cambiar de aire”, cuenta en diálogo con Circuito Gastronómico. Gracias al apoyo de sus padres, Pedro Bruzzesi y Graciela Reynoso, Fabricio tuvo la posibilidad de comprar un terrenito cerca de su casa. Así empezó a rondar en su cabeza la posibilidad de poner algo vinculado a la gastronomía, aunque no tenía mucha idea de qué quería hacer.
“Estaba muy de moda el tema de las pizzas al estilo napolitano, entonces comencé a ver por internet, meterme en cursos y reproducir recetas de los pizzaiolos italianos”, comenta.
Poco a poco, el tema fue cobrando seriedad. Fabricio se adentró en ese mundo y viajó a Buenos Aires donde tomó un curso presencial que fue una bisagra en su proyecto. “Ahí dije ya está y me decidí”, recuerda.
Aunque reconoce que no sabía en qué se estaba metiendo, y tras casi dos años de obras y construcción, el 8 de diciembre de 2023 abrió Bruzz, una pizzería de estilo napolitano en el barrio El Talar de Mendiolaza.

Un lugar familiar
Bruzz fue una novedad en Mendiolaza. Con capacidad para 90 personas, los comensales se encontraron con un lugar de espacios interiores y exteriores amplios, con juegos para niños.
“Apuntamos a un público joven y pensamos en una necesidad que tenemos nosotros mismos cuando salíamos a comer con nuestros chicos”, relata.
La carta es simple: además de la pizza al estilo napolitano, ofrece hamburguesas, sándwiches de ternera con pan de focaccia, cervezas tiradas, cócteles y algunos vinos.

“Es una carta sencilla, no hay platos elaborados, pero es divertida. Apuntamos a un público familiar”, afirma.
Bruzz tuvo gran acogida desde el primer momento. A Fabricio el verano lo sorprendió con el local rebalsado de gente y la innegable situación de que el negocio se le iba de las manos. “Me costó mucho, me desbordó en todo sentido. Con el tiempo pude organizarme y encontrarle la vuelta”, recuerda.
“Ahora estoy contento, disfruto mucho lo que hago y además me da tiempo para compartir con mi familia y mis hijos”, destaca. La cocina está a su cargo. Su esposa Antonella Solimano lo asiste en lo que necesita y aporta un pequeño gran granito de arena: la chocotorta, uno de los postres favoritos de los clientes.

Sus hijos Benicio y Pietro, de 7 y 9 años y a quienes sin saberlo le pusieron nombres de maestros piazzolos,, comparten el negocio familiar y ya empiezan a llevar a sus amiguitos a merendar y comer “las hamburguesas de papá”. Al más chico hasta le gusta hacer pizza.

Pasar el invierno
“Hay que pasar el invierno”, cita el dicho popular. Desde que abrió su local, Fabricio entendió el peso de cada letra del adagio. “El invierno es duro. La capacidad del restaurante se reduce casi a la mitad porque la gente usa sólo el salón y la demanda baja”, reconoce.
El pasado fue su primer invierno. “Me asusté, no sabía que era así. Pero ya este seguro me la voy a tomar de otra manera”, se reafirma.
Fabricio es humilde y habla de su local sin pretensiones. “Tratamos de ofrecer un buen producto. Respetamos la receta original, la que aprendí de los maestros. Hacemos todo caserito y con amor”, revela como único secreto del éxito.

Pensar en abrir una sucursal no está en sus planes por el momento, aunque no lo descarta. Por ahora, piensa seguir con su negocio familiar y las manos en la masa.
Contacto
Bruzz está ubicado en Tissera 3155, barrio El Talar, Mendiolaza. Teléfono (03543) 155-12248.
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