Bondiola feteada, el fiambre ideal para la época de invierno

La bondiola, también conocida como aguja, cabeza de lomo o lomo grueso, es un tipo de embutido elaborado a partir de carne y grasa extraída de la zona cercana al cuello del cerdo. En cuanto a sus características, se puede destacar que es sabrosa, tierna, jugosa, y también muy nutritiva.

La bondiola es uno de los productos estrella de Don Lino, la fábrica ubicada en Colonia Caroya que produce salames, jamones y fiambres de primera calidad.

Trabajan con animales de calidad y elaboran la bondiola a la vieja usanza: a través de un proceso de salazón en el que se deja el músculo salado durante una cierta cantidad de días, luego se lo lava con vino, y se lo embute y ata de una manera particular que permite que el líquido se elimine por completo y se pueda empezar con el proceso de secado.

Don Lino elabora la bondiola a la vieja usanza.

Entre sus propuestas de presentación, Don Lino ofrece bondiolas enteras, en trozo envasado al vacío o feteadas envasada al vacío. “El feteado está bueno porque se puede aprovechar más el producto”, dice a Circuito Gastronómico Maximiliano Visintín, tercera generación de la familia propietaria.

El feteado al vacío evita el desperdicio del producto.

“Si llevas la pieza entera y no tienes un buen cuchillo afilado, o no lo llevas a una despensa a que te lo feteen, vas a desperdiciar mucho”, explica.

Tras un tiempo estimado de estacionamiento de 60 días, la bondiola está lista para el consumo. Envasado al vacío dura un tiempo estimado de tres meses, pero si pasado ese período el paquete no tiene apariencia de ingreso de aire, el producto está aún apto para el consumo. Una vez abierto, se recomienda consumirlo cuando antes.

“Tiene un perfecto equilibrio entre grasa y carne, lo cual genera más calorías. Por eso es ideal para consumirlo en los meses fríos”, añade Maximiliano.

La bondiola es sabrosa, tierna, jugosa, y también muy nutritiva.

Otra de sus principales ventajas como fiambre es que resulta muy seguros desde el punto de vista microbiológico, porque la sal controla los patógenos que puedan estar presentes en la superficie. 

Abriendo el paquetito, el producto está listo para poner directamente sobre la mesa, o para armar un sanguchito con pan dorado, queso y aceite. 

En abril, la bondiola feteada de Don Lino será uno de los productos de La Gurmet.

Llega el invierno. El salamín, rey de las picadas de las noches estivales, pide descanso. El jamón crudo sigue reservando su protagonismo para eventos de gala. Llega, entonces, el tiempo de la bondiola.

En abril, la bondiola feteada de Don Lino será uno de los productos de La Gurmet (la caja de Circuito Gastronómico que incluye una cuidada selección de delicatessen) 

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